4 TIPOS DE BELLEZA Belleza natural Este es un tipo de belleza que se destaca precisamente por su condición de ser totalmente natural. Para conseguirla no se hace uso de elementos artificiales que puedan ayudar a las personas a ser de alguna manera más bellos. Los infantes y los hombres son los que más predominan cuando se habla de belleza natural, unos por edad, otros por decisión. Sin embargo, existen muchas mujeres que prefieren exhibir una belleza natural antes de acudir a otros recursos. Es una de las bellezas más alabadas y considerada como un regalo, ya que no todos la poseen. Cada región del mundo tiene su estereotipo de lo que es bello o no.
Platón no estaba de acuerdo con dos grandes concepciones sobre la belleza que fueron desarrolladas en su época, aunque tampoco se puede decir que fueran las dominantes. Por una parte, la defendida por Sócrates, que asimilaba lo bello con su función, con su utilidad; por otra, la asumida por los sofistas, que veían la belleza como fruto del placer que algo reportaba a los oídos y la vista. Sin embargo, Platón consideraba esta última definición demasiado restringida y subjetiva, ya que el placer que sentimos al ver un objeto es, en primera instancia, una reacción subjetiva.
BELLEZA SUBJETIVA
Belleza artificial Esta es una belleza que se añade a las personas, osea que estos no han nacido con ella. Este es un tipo de belleza muy común hoy día. Las personas acuden a elementos, herramientas o procedimientos que ayudan de sobremanera a la forma en que se ven las personas externamente. La belleza, en tiempos actuales, es uno de los negocios más rentables, La mayoría de las personas desean verse bellos aunque no sean tan agraciados naturalmente según ellos consideren. Si son de por sí ya bellos, se ayudan para resaltar aún más.
BELLZA OBJETIVA
Lo confirmó la ciencia: la belleza es subjetiva. Sí, todas las personas tienen su tipo. Y la ciencia lo confirmó, según un nuevo estudio que asegura que la belleza está en el ojo del espectador, y que lo atractivo para las personas está vinculado específicamente a sus experiencias de vida, o al menos 50 por ciento.