Audición
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Integrantes: Jasson Antonio Rodríguez Ramírez Carlos Jamal Aldaw Davies (Fallecido) Carrera: Medicina General Año: I I Docente: Doc. Moisés Acevedo
Introducción Los receptores para las dos modalidades sensoriales, audición y equilibrio, se alojan en el oído. El oído externo, el medio y la porción coclear del oído interno se relacionan con la audición. Los canales semicirculares, el utrículo, y el sáculo del oído interno participan en el equilibrio. Los receptores de los canales semicirculares detectan la aceleración rotacional, los del utrículo la aceleración lineal en dirección horizontal, mientras los del sáculo detectan también la aceleración lineal, pero en dirección vertical. Los receptores para la audición y el equilibrio son las células ciliadas; hay seis grupos de ellas en cada oído interno: uno en cada uno de los tres canales semicirculares, uno en el utrículo y uno en el sáculo y otro en la cóclea
Consideraciones anatómicas Oídos externo y medio. Las orejas dirigen las ondas del sonido hacia el orificio auditivo externo. En algunos animales, las orejas pueden moverse como antenas de radar para buscar el sonido. Desde el orificio externo, el conducto auditivo externo se dirige hacia adentro, hacia la membrana timpánica. El oído medio es una cavidad llena de aire en el hueso temporal, que se abre a través de la trompa auditiva (de Eustaquio) en la nasofaringe y a través de ella se comunica con el exterior. La trompa suele estar cerrada, durante la deglución, la masticación y es bostezo se abre con lo cual iguala las presiones del aire sobre las dos caras del tímpano.
Oído interno El oído interno (laberinto) se compone de dos partes una de las cuales se ubica dentro de la otra. El laberinto óseo consiste en una serie de conductos ubicados en la porción petrosa del hueso temporal. En el interior de dichos canales rodeado de un líquido llamado perilinfa, se encuentra el laberinto membranoso. Esta estructura membranosa está llena de un líquido, la endolinfa y no existe comunicación entre los espacios llenos con endolinfa y aquellos que contienen
perilinfa.
Cóclea La porción coclear es un tubo enrollado la cual en toda su longitud
la membrana basilar y la de Reissner la dividen en tres cámaras (escalas): la escala vestibular, ubicada en la parte superior y la escala timpánica, en la posición inferior y se comunican entre s, en el vértice de la cóclea, por una pequeña abertura llamada helicotrema. En la base de la cóclea, la escala
vestibular termina en la ventana oval cerrada por la base del estribo.
Cóclea La escala timpánica termina en la ventana redonda, un orificio en la pared medial del oído medio cerrado por la membrana timpánica secundaria, de consistencia flexible.
La escala medial o cámara coclear media está en continuidad con el laberinto membranoso y no se comunica con las otras dos escalas.
Órgano de Corti Este órgano se ubica sobre la membrana basilar, y es la estructura que contiene las células ciliadas que son los receptores auditivos. Este órgano se extiende desde el vértice hasta la base del caracol y tiene forma de espiral. Las prolongaciones de las células ciliadas perforan la lámina reticular, membranosa y resistente sostenida por los pilares de Corti. Las células ciliadas se disponen en cuatro hileras : tres hileras de células ciliadas externas y una de de células ciliadas internas. Cubriendo las filas de células ciliadas hay una membrana tectorial delgada y viscosa, en la cual se encuentran ubicados los extremos de los cilios de las células externas pero no de las internas.
Conductos semicirculares De cada lado de la cabeza los canales o conductos semicirculares son perpendiculares unos a otros, de manera que se orientan en los tres planos del espacio. En el interior de los canales óseos, los canales membranosos están suspendidos en perilinfa. Una estructura receptora, la cresta ampular o ampolla se ubica en un extremo expandido de cada uno de los canales membranosos. Cada una de las crestas está formada por células ciliadas y células de sustentación
cubiertas por una porción gelatinosa que cierra la ampolla.
Transmisión del sonido El oído convierte las ondas sonoras del ambiente externo en potenciales
de acción en los nervios auditivos. Las ondas se transforman por acción del tímpano, los huesecillos, en movimientos de la base del estribo. Estos movimientos producen ondas en el líquido del oído interno. La acción de dichas ondas sobre el órgano de Corti genera potenciales de acción en las fibras nerviosas.
Funciones de las células ciliadas internas y externas Las células ciliadas internas son las sensitivas primarias que originan los
potenciales de acción en los nervios auditivos, y son estimulados por los movimientos de los líquidos mencionados. Las células ciliadas externas, por el contrario están inervadas por otras fibras eferentes. Estas células son móviles, mejoran la audición porque influyen sobre los patrones de vibración de la membrana basilar.