BALDOSAS ANTIGUAS: Estos suelos tan bonitos y antiguos, que son muy porosos, suelen oscurecerse con facilidad al penetrar en ellos el polvo y la suciedad. La mejor forma de limpiarlos dos veces por semana es hacerlo con agua jabonosa que debe cambiarse varias veces cuando notemos que el agua se ensucia. Un par de veces al año conviene añadir cera al agua de fregado para crear una cierta capa impermeabilizante.