El Apocalipsis de San Juan el Divino ¿De qué trata esta revelación?
Para nuestra época
Cuando piensan en el libro del Apocalipsis, muchas personas ven de inmediato en la mente profecías acerca de los últimos días, bestias y otros misterios que están allí descritos en lenguaje simbólico. El Apocalipsis contiene todo eso, pero, como el apóstol Juan lo indica en los primeros versículos, es la revelación de Jesucristo dada a Su siervo, que había de dar fe de lo que vio y de su testimonio de Jesucristo (véase Apocalipsis 1:1–2). En otras palabras, el mensaje principal del libro del Apocalipsis es como el de la mayoría de los demás libros de las Escrituras: revela o enseña acerca de Jesucristo y nos invita a venir a Él.
Los primeros tres capítulos del Apocalipsis contienen consejos para siete ramas de la Iglesia de los tiempos de Juan, pero esos consejos también se aplican a nuestra época. La mayor parte de lo que Juan vio en la visión representa acontecimientos que tendrán lugar en los últimos días, antes de la segunda venida de Jesucristo, y durante el Milenio (véase 1 Nefi 14:14–28). Por consiguiente, los santos de nuestra época deben tener un interés particular en el mensaje que este libro contiene.
Cuando leas el libro del Apocalipsis, descubre las enseñanzas que contiene acerca de Jesucristo. Al principio, el lenguaje simbólico y las imágenes que contiene podrán parecer difíciles de entender, pero hallarás que profundizarán tu entendimiento de la misión de Cristo y de Su poder.
Antes de que Juan explique lo que vio en visión y antes de dar consejos a las iglesias de su tiempo, dice que seremos bienaventurados si leemos y “[oímos] las palabras de esta profecía y guard[amos] [obedecemos] las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3). Cuando leas el libro del Apocalipsis debes reflexionar seriamente en ese desafío que hace Juan de oír y obedecer. Vives en una época en la que los acontecimientos escritos en este libro están “cerca”: se han verificado en nuestra época o todavía tendrán que ocurrir.
Antecedentes históricos Mar Egeo
El desafío de Juan
Pérgamo Tiatira Sardis Esmirna Filadelfia Laodicea Éfeso Isla de Patmos
Apocalipsis 1 La revelación de Jesucristo
CRETA
Mar Mediterráneo
PAL EST INA
CHIPRE
No sabemos por qué estaba Juan en la isla de Patmos, pero sí sabemos que esa isla era principalmente un campo romano de prisioneros. A los cristianos los perseguían encarnizadamente durante la última parte del siglo I. El mismo Juan fue desterrado a la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo (véase Apocalipsis 1:9). No obstante, aun en esas circunstancias, Juan buscó el Espíritu “en el día del Señor” (Apocalipsis 1:10) y tuvo una maravillosa visión de Jesucristo, sobre la cual leemos en Apocalipsis 1.
Juan recibió y escribió esta revelación mientras se hallaba prisionero en la isla de Patmos, en el Mar Egeo. En esa época, el gobierno de Roma perseguía a los cristianos y la mayoría de los Apóstoles de Jesús habían sido martirizados por su fe. A muchos otros de la Iglesia los trataban cruelmente tanto en Roma como en otros lugares del imperio romano. El dar la vida por el Salvador era para los santos de aquella época una posibilidad muy real. En medio de tiempos tan difíciles, no cuesta trabajo imaginar que los de la Iglesia se preguntaran por qué pasaban tales tribulaciones y qué haría el Señor ante tal maldad que había sobre la tierra: sobre todo la maldad dirigida expresamente a los del pueblo del Señor. Esta revelación del Señor a Juan da a conocer el más grande o más grandioso cuadro del plan de Dios y sirvió a los santos de aquella época para comprender con mayor claridad las persecuciones y las aparentes victorias del mal sobre el bien que ocurren en esta vida. Los santos de nuestra época que también se preguntan acerca de la lucha entre el bien y el mal y el poder aparente del diablo sobre la tierra también hallarán ánimo y esperanza en el mensaje que contiene el libro del Apocalipsis. Puedes leer más de los antecedentes y del contenido de este libro en la Guía para el Estudio de las Escrituras bajo la entrada “Revelación de Juan”, pág. 177, y bajo la entrada “Apocalipsis, El”, pág. 16).
La comprensión de las Escrituras Apocalipsis 1 El primogénito de los muertos (vers. 5)—El primero que resucitó. Imperio (vers. 6)— Autoridad, dominio para gobernar, gobierno. El Alfa y la Omega (vers. 8, 11)—La primera y la última
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letra del alfabeto griego; nombre y título del Salvador. El día del Señor (vers. 10)— El día de reposo cristiano (el domingo), el día de la semana en que resucitó el Señor.
de la Iglesia de nuestro tiempo. Fíjate sobre todo en las promesas que da el Señor a los fieles, las cuales siguen en vigencia en la actualidad.
El estudio de las Escrituras Al estudiar Apocalipsis 1, realiza las actividades A y B. La revelación de Jesucristo Escribe en tu cuaderno lo que aprendas acerca de Jesucristo en Apocalipsis 1. 1. Contesta una de las preguntas siguientes: ¿Qué has aprendido acerca de Jesucristo en Apocalipsis 1 que no sabías de Él? ¿Qué es lo que más te ha impresionado acerca de Jesucristo al leer lo que Juan escribió con respecto a Él? 2. ¿Por qué consideras que es importante saber esas cosas acerca de Jesús al comenzar a leer el Apocalipsis? La interpretación de símbolos importantes Busca en Apocalipsis 1 los símbolos que se mencionan a continuación y escribe lo que consideres que representa cada símbolo y lo que nos enseña. En Apocalipsis 1:20 el Señor explica el significado de algunos de los símbolos que Juan vio. (Si deseas, puedes volver a leer “Busca representaciones y significados simbólicos”, pág. 4, a fin de que te sirva de ayuda para interpretar los símbolos.) • Los siete candeleros de oro (véase Apocalipsis 1:12–13, 20; véase también 3 Nefi 18:24). • La apariencia blanca y resplandeciente del Salvador (véase Apocalipsis 1:14; véase también Alma 13:24). • Las siete estrellas en la mano derecha del Salvador (véase Apocalipsis 1:16, 20; véase TJS, Apocalipsis 1:1–4. La Traducción de José Smith de la Biblia en inglés del pasaje de Apocalipsis 1:20, no traducido al español, cambia la palabra ángeles a siervos y dice “los siervos de las siete iglesias”). • La lengua del Salvador se compara a una espada de dos filos (véase Apocalipsis 1:16; véase también Helamán 3:29). • El rostro del Salvador resplandece como el sol (véase Apocalipsis 1:16; véase también D. y C. 88:7).
La comprensión de las Escrituras Apocalipsis 2 Probado (vers. 2, 10)—Puesto a prueba (para ver si eran verdaderamente lo que decían ser).
La segunda muerte (vers. 11)—Ser excluido para siempre de la presencia del Señor.
Nicolaítas (vers. 6, 15)—Un grupo de personas que creían en ciertas enseñanzas falsas y que permitían, e incluso fomentaban, actos inmorales, pero actuaban, por lo visto, en secreto.
Retienes (vers. 13, 25)— Permaneces fiel.
Blasfemia (vers. 9)—Decir mentiras o hablar con irreverencia de las cosas sagradas.
Seduzca (vers. 20)—Haga caer en el mal camino, tiente. Vaso de alfarero (vers. 27)— Vaso de arcilla, de barro. La estrella de la mañana (vers. 28)—Se refiere a Jesucristo (véase Apocalipsis 22:16).
Apocalipsis 2—Cambios importantes en la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés de este capítulo, no traducido al español. La Traducción de José Smith de la Biblia en inglés de los pasajes de Apocalipsis 2:1, 8, 12 y 18, no traducidos al español, cambia la palabra ángel a siervo. (También la cambia en Apocalipsis 3.) En Apocalipsis 2:22 esa misma traducción cambia la palabra cama a infierno. También cambia Apocalipsis 2:26–27, aclarando que la “vara de hierro” con la que Jesús rige es la palabra de Dios (véase 1 Nefi 15:23–24) y que Él rige con verdad, justicia y equidad, y no con la dureza que parece denotar el versículo 27.
Apocalipsis 2–3 Consejos para siete ramas de la Iglesia
Apocalipsis 2–3 contiene consejos que Juan da a siete ramas de la Iglesia de su tiempo. Pero advertirás que Juan es tan sólo el mensajero; las palabras son el consejo del Señor. Al igual que los consejos que se nos dan en la actualidad por medio de los líderes de la Iglesia, el propósito del consejo que se da en Apocalipsis 2–3 es alentar a los a vivir de acuerdo con las enseñanzas de Cristo y recibir las bendiciones del Evangelio. No debe resultar muy difícil comprender por qué los consejos que se dan en esos capítulos se aplican a los
Apocalipsis 2:2, 9, 13, 19 (véase también Apocalipsis 3:1, 8, 15)—“Yo conozco tus obras” El Señor dice claramente a cada una de las ramas de la Iglesia que Él ve y conoce todas sus obras. El Señor podría decir lo mismo de nosotros, puesto que Él conoce nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones.
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Apocalipsis 2:7, 11, 17, 26 (véase también Apocalipsis 3:5, 12, 21)—“Al que venciere” o “el que venciere” Aun cuando las promesas del Señor a las ramas de la Iglesia se expresan con palabras distintas, todas ellas se refieren a la vida eterna y a la exaltación en el reino celestial. Es útil e interesante notar las diversas formas en las que se describe la exaltación en Apocalipsis 2–3.
• El “árbol de la vida” (Apocalipsis 2:7) se refiere a la vida eterna (véase Apocalipsis 22:2). • La “corona de vida” (Apocalipsis 2:10) y la promesa de regir (véase Apocalipsis 2:27) se refieren a la bendición que se recibe en el reino celestial de regir como reyes y sacerdotes para siempre (véase D. y C. 76:56). • La piedrecita blanca con un nombre nuevo escrito en ella (véase Apocalipsis 2:17) sólo se da a los que obtienen el reino celestial (véase D. y C. 130:10–11). • Los que sean vestidos de vestiduras blancas y cuyos nombres estén escritos en el libro de la vida (véase Apocalipsis 3:4–5) son los que son santificados y heredan el reino celestial (véase D. y C. 88:2). • Los que tienen escrito sobre ellos el nombre de Dios (véase Apocalipsis 3:12) son dioses, que es la bendición prometida a los que son exaltados (véase D. y C. 76:58). • Sentarse con Cristo en Su trono (véase Apocalipsis 3:21) es ser como Él es. Esta bendición sólo se da a los que heredan la exaltación en el más alto grado de gloria del reino celestial (véase D. y C. 132:20).
“ ‘La puerta a la cual Jesús está llamando no tiene [picaporte]’. “ ‘Ah, pero no es un error’, respondió el Sr. Hunt. ‘Es que ésta es la puerta al corazón humano. No se puede abrir sino desde adentro’. “Y así es. Jesús puede llegar y llamar, pero cada uno de nosotros decide si [va] a abrirle. El Espíritu no tiene el poder para compeler al hombre a que actúe. El hombre mismo debe tomar la iniciativa…” (El Milagro del Perdón, págs. 212–213).
El estudio de las Escrituras Al estudiar Apocalipsis 2–3, realiza las dos actividades siguientes (A y B). Organiza lo que leas El consejo del Señor a cada una de las siete ramas de la Iglesia que estaban en Asia sigue el siguiente modelo: Él repite una de las descripciones de sí mismo de Apocalipsis 1; dice a los de la rama lo que están haciendo, lo cual le complace; les dice de qué deben arrepentirse y les habla de las bendiciones que recibirán si son fieles. Haz en tu cuaderno una gráfica como la que aparece a continuación y complétala con la información que halles en Apocalipsis 2–3. Ciudad
Es significativo que esas promesas de exaltación se den después de que el Señor explica la forma en que las personas han pecado. El Señor es misericordioso, y, por tanto, los que han pecado pueden obtener la vida eterna si se arrepienten.
Desventurado (vers. 17)— Desgraciado, desdichado.
La llave de David (vers. 7)— El poder para regir.
Colirio (vers. 18)— Medicamento para los ojos.
El Amén (vers. 14)—Un término que se refiere a Cristo y que quiere decir “el verdadero”.
Reprendo y castigo (vers. 19)—Corrijo y disciplino.
Esmirna (véase Apocalipsis 2:8–11). Pérgamo (véase Apocalipsis 2:12–17). Tiatira (véase Apocalipsis 2:18–29).
Celoso (vers. 19)—Sincero y diligente, ferviente.
Sardis (véase Apocalipsis 3:1–6).
Apocalipsis 3:1—“…vives, y estás muerto” El élder Spencer W. Kimball, cuando era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “En la actualidad hay en esta Iglesia muchas personas que piensan que viven, pero están muertas en lo que toca a las cosas espirituales… Prestan servicio guiándose más por la letra que por el espíritu” (en “Conference Report”, abril de 1951, pág. 105). Apocalipsis 3:20—“Yo estoy a la puerta y llamo” El élder Spencer W. Kimball, cuando era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, contó el siguiente relato con respecto a Apocalipsis 3:20:
“El artista Holman Hunt se sintió inspirado para representar este conmovedor pasaje en un lienzo. Un día estaba mostrando su pintura de ‘Cristo llama a la puerta’ a un amigo, cuando éste de pronto exclamó: ‘Le falta un detalle a su cuadro’. “ ‘¿Cuál es?’ ”, preguntó el artista.
Bendiciones De qué Lo que prometidas debían hacían arrepentirse y que complacía al Señor
Éfeso (véase Apocalipsis 2:1–7).
Apocalipsis 3 Guárdalo (vers. 3, 11)— Consérvate fiel.
Descripción de Cristo
Filadelfia (véase Apocalipsis 3:7–13). Laodicea (véase Apocalipsis 3:14–22).
La aplicación de las Escrituras a tu vida 1. ¿Qué consejos que se dan a las siete ramas de la Iglesia que estaban en Asia consideras tú que se aplican más a la Iglesia en la actualidad? ¿Por qué? 2. ¿Qué promesas que el Señor hace a las siete iglesias (véase “La comprensión de las Escrituras” de Apocalipsis 2) te inspiran más a ti a procurar recibir la vida eterna? ¿Por qué?
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La comprensión de las Escrituras Apocalipsis 5
Apocalipsis 4
El León de la tribu de Judá, la raíz de David (vers. 5)—
“Las cosas que sucederán después de estas”
Jesucristo (véase Génesis 49:9; Isaías 11:10).
Apocalipsis 5:1, 5 (véase también Apocalipsis 1:4; 2:1; 8:2)—¿Qué significado tiene el número siete? El número siete aparece repetidamente a lo largo del libro del Apocalipsis. Por ejemplo, Juan escribe a las siete ramas de la Iglesia (véase Apocalipsis 2–3). Vio un libro que tenía siete sellos (véase Apocalipsis 5), siete trompetas anuncian los juicios que habrán de venir sobre la tierra (véase Apocalipsis 8–9; 11) y siete copas de ira se derraman sobre la tierra (véase Apocalipsis 16). La palabra hebrea del número siete, sheva, representa el concepto de plenitud o perfección y puede ser parte de los símbolos del relato que hace Juan de su visión. Sus escritos dirigidos a las siete iglesias pueden simbólicamente dirigirse a toda la Iglesia.
Apocalipsis 4 comienza con la visión de Juan de acontecimientos del futuro: “las cosas que sucederán después de estas”(vers. 1). Su relato de esta visión comprende el resto del libro del Apocalipsis aun cuando de vez en cuando menciona acaecimientos que ocurrieron antes que Juan viviera; esos acontecimientos se indican para enseñar más claramente lo que ocurrirá en el futuro. En Apocalipsis 4, Juan describe la visión que tuvo del trono de Dios. El profeta José Smith recibió la interpretación de algunos de los símbolos que se mencionan en este capítulo (véase D. y C. 77:1–5).
Apocalipsis 5:1–2, 5 (véase también Apocalipsis 6:1, 3, 5, 7, 9, 12)—Sellos En los tiempos antiguos, los documentos oficiales, los pergaminos y los registros se cerraban con un sello de cera que solía tener impresa la identificación de quien lo sellaba. Los documentos que se sellaban así sólo los podía abrir una persona que tuviese autoridad y en presencia de testigos. En este caso, “la voluntad, los misterios y las obras de Dios” (D. y C. 77:6) estaban registrados en el libro que Juan vio. Únicamente Cristo tenía autoridad y era digno de abrirlo al igual que lo que atañe a la vida eterna: “Él nos abrió la puerta hacia la exaltación” (“En un lejano cerro fue”, Himnos, Nº 194).
Apocalipsis 5–7 El libro sellado con siete sellos
Apocalipsis 6 Vengas nuestra sangre (vers. 10)—Exiges justicia para los mártires.
Est
“la volunt e libro contiene a las obras r d, los misterios y evelados d e Dios”
Tela de cilicio (vers. 12)—En el antiguo Israel, cuando las personas se arrepentían o deseaban mostrar que se habían arrepentido se vestían de ropa hecha del pelo o del cuero de cabra de color negro.
Apocalipsis 6:1, 3, 5, 7 (véase también Apocalipsis (D. y C . 77:6). 4:6–9)—Los cuatro seres vivientes Los cuatro seres vivientes se describen como los seres vivientes más elevados, o más poderosos, de su especie: el león entre los animales salvajes, el becerro entre los animales domesticados (o sea, los que usan los seres humanos), el águila entre las aves y el hombre entre todas las cosas vivientes. En Doctrina y Convenios 77:2–4 se proporciona un inspirado comentario con respecto a esos cuatro seres vivientes.
En la visión que tuvo, Juan vio el trono de Dios. También vio que Dios tenía un libro sellado con siete sellos (véase Apocalipsis 5:1). Jesucristo era el único digno de abrir ese libro, lo cual hizo, abriendo un sello a la vez. Al abrir Él cada uno de los sellos, Juan vio una visión de lo que contenía esa parte del libro. En Apocalipsis 6:1–11 se nos habla de la apertura del primero de los cinco sellos. La apertura del sexto sello comienza en Apocalipsis 6:12 y continúa a lo largo del capítulo 7. Doctrina y Convenios 77:6–7 nos enseña que los siete sellos simbolizan [cada uno] mil años de la historia; por eso, lo que Juan vio al abrirse cada uno de los sellos es símbolo de los acontecimientos que ocurrieron durante esos mil años de la historia: el primer sello representa los primeros mil años después de la Caída, el segundo sello representa los segundos mil años, y, así, sucesivamente.
Apocalipsis 6–7—Los símbolos de los seis sellos La revelación moderna nos enseña que cada uno de los sellos representa un período de mil años de la historia [temporal de la tierra] (véase la introducción de Apocalipsis 5–7, que aparece anteriormente).
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Cuando se abrió el primer sello, Juan vio a un hombre que llevaba una corona y que montaba un caballo blanco y conquistaba. El élder Bruce R. McConkie dijo que ese jinete representa a Enoc, que ayudó a los de su pueblo a conquistar a sus enemigos —incluso a Satanás— y estableció una ciudad de pureza y rectitud, lo cual simboliza el caballo blanco (véase Doctrinal New Testament Commentary, tomo III, págs. 476–478). La apertura del segundo sello revela la violencia, la muerte y la destrucción que tuvo lugar en la época de Noé y del Diluvio. La apertura del tercer sello representa la época en la que el pueblo de Dios sufrió por el hambre que había en la tierra. Abraham se fue de donde moraba por motivo del hambre, y, en la historia de la familia de Jacob (Israel), se describe también que hubo mucha hambre en la tierra. La apertura del cuarto sello nos recuerda que la época que transcurrió desde el año 1000 a. de J. C. hasta el nacimiento de Cristo fue un tiempo de guerras entre los del pueblo del convenio. Fue la época en la que fueron conquistados, llevados cautivos y esparcidos por todo el mundo por extranjeros. El quinto sello revela las persecuciones que padecían los santos fieles de la época de Juan, los cuales daban la vida por su testimonio.
Los acontecimientos que se describen cuando se abre el sexto sello son más detallados. Pertenecen a la dispensación de preparación para la segunda venida del Salvador. Apocalipsis 6:6—¿Qué significado tiene el precio del trigo y de la cebada? Una medida de trigo bastaba para alimentar a un hombre durante un día. Un denario era el salario correspondiente a un día de trabajo de aquella época. Eso indica que los alimentos eran costosos debido al hambre que había en la tierra. La cebada era más barata, pero era de más baja calidad y las personas la consumían únicamente en tiempos de hambre. La imagen del hombre que tenía una balanza en la mano, que se menciona en Apocalipsis 6:5, indica que el alimento se daba en cantidades precisas, lo que de nuevo denota que reinaba el hambre.
Apocalipsis 7 Tribulación (vers. 14)— Congojas, penas, tormentos o
aflicciones. Persecuciones o adversidad.
Apocalipsis 7:3–8—Los siervos de Dios sellados en la frente Era común en los tiempos de Juan que la gente que adoraba dioses falsos se marcara la frente (y a veces, las manos) con el nombre o símbolo de su Dios. Los que creían en las enseñanzas del Salvador no se hacían marcas. En Apocalipsis 3:12 y 22:1–5 aprendemos que a los justos se les da el nombre de Dios, lo cual indica que son semejantes a Dios y que “reciben su imagen en [sus] rostros” (Alma 5:14). El símbolo podría significar para nosotros que los pensamientos de ellos siempre están puestos en su Dios: que ellos “le recuerdan siempre” (véase D. y C. 20:77, 79).
En Doctrina y Convenios 77:9–11, se encuentran algunas explicaciones proféticas de los 144.000 sellados.
El estudio de las Escrituras Al estudiar Apocalipsis 5–7, realiza por lo menos tres de las cinco actividades (A–E). Explica una doctrina importante ¿Cuál es la respuesta a la pregunta que hace el ángel en Apocalipsis 5:2? ¿Cómo puede ser las dos cosas? 1. ¿Con qué nombres se llama a Jesús en Apocalipsis 5:5–6 que simbólicamente se contraponen el uno al otro? 2. Explica por qué cada uno de esos nombres representa a Jesús y por qué Él puede ser las dos cosas. Las alabanzas al Salvador 1. Describe lo que nos dice Apocalipsis 5 que hicieron las personas para alabar y honrar a Jesús. ¿Por qué crees que continúan honrándole en el cielo? 2. Nombra por lo menos dos formas en las que tú podrías honrar a Jesús aquí en la tierra. Menciona una que no se describa en Apocalipsis 5 y explica por qué consideras que esa acción tuya le honraría a Él. Receta un remedio 1. ¿Qué nombre tenía el jinete del caballo de la visión de Juan del cuarto sello? ¿Quién le seguía de cerca? 2. Basándote en lo que dice en 2 Nefi 9:6–14, describe cómo se puede vencer a esos dos. Protección espiritual en los últimos días
1. Los acontecimientos que Juan ve cuando se abre el sexto sello antes de la segunda venida de Cristo son particularmente importantes para los santos de hoy en día. Él describe la época como un tiempo de ira y se pregunta quién podrá sostenerse en pie (véase Apocalipsis 6:17). En Apocalipsis 7, ¿qué ve Juan que representa la forma en que los justos serán protegidos en un día de juicio? 2. Además de los 144.000 que reciben esa bendición, ¿cuántas personas más la reciben? (véase Apocalipsis 7:9). 3. Basándote en la descripción de Apocalipsis 7:13–17, ¿por qué fueron protegidas esas personas? ¿Por qué te gustaría encontrarte entre ellas? (Estudia también la explicación de “sellamiento” que se da en la sección “La comprensión de las Escrituras” de Apocalipsis 7:3–8.) 4. ¿Cuáles consideras tú que son dos de los símbolos o imágenes más impresionantes de Apocalipsis 7 que podrías emplear en un discurso referente a la protección espiritual en los últimos días? Explica cómo los utilizarías.
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Énfasis del libro del Apocalipsis
Primer sello
Primeros 1000 años
Enoc
Caballo blanco
Segundo sello
Segundos 1000 años
Guerras y el Diluvio
Caballo bermejo (rojo)
Tercer sello
Terceros 1000 años
Hambruna Caballo negro
Cuarto sello
Cuartos 1000 años
Imperios
Quinto sello
Quintos 1000 años
Mártires
Sexto sello
Sextos 1000 años
La Restauración y desastres naturales
Séptimo sello
Séptimos 1000 años
El Milenio
Tiempos antiguos
Resumen de los siete sellos
Acontecimientos anteriores a la Caída
5 versículos (Apocalipsis 12:7–12) Una gran batalla en el cielo
Primer sello Primeros 1000 años
11 versículos (Apocalipsis 6:1–11) Del primero al quinto sello
Segundo sello Segundos 1000 años
14 versículos (Apocalipsis 6:12–7:8) Sexto sello
Tercer sello Terceros 1000 años
Caballo amarillo
Últimos días
Juan
211 versículos (Apocalipsis 8–19) Desde el momento en que se Cuarto sello abre el séptimo sello hasta la Cuartos 1000 años Nacimiento segunda venida de Jesucristo de Jesús Quinto sello Quintos 1000 años 6 versículos (Apocalipsis 20:1–6) Sexto sello El Milenio Sextos 1000 años 9 versículos (Apocalipsis 20:7–15) Séptimo sello Últimas escenas Séptimos 1000 años La tierra llega a ser un reino celestial
33 versículos (Apocalipsis 21:1–22:6) La tierra es celestializada
Adaptado de Gerald N. Lund: “The Book of Revelation—Three Keys for Making It a Book of Revelation”, de A Symposium on the New Testament, 1980, pág. 120.
Apocalipsis 8–9
En Apocalipsis 8 leemos acerca de las oraciones de los santos, simbolizadas por el humo del incienso que sube al cielo. Por motivo de las oraciones de los santos que fueron justos en medio de grandes tribulaciones, seis ángeles —uno a la vez— vienen en juicio sobre los malvados del mundo. Apocalipsis 8 habla de los primeros cuatro ángeles y Apocalipsis 9 habla del quinto y del sexto ángel, cuyos juicios son aun más espectaculares y poderosos que los de los primeros cuatro. Apocalipsis 10 habla del séptimo ángel que viene a la tierra. Lo que ocurre cuando este séptimo ángel aparece es diferente de lo que ocurre cuando aparecen los primeros seis ángeles.
Los siete ángeles del séptimo sello
Dos aspectos parecen destacarse de un modo particular en Apocalipsis 9. Primero, leemos que los juicios del quinto ángel caen solamente sobre los que no tienen “el sello de Dios en sus frentes” (vers. 4), lo cual pone de relieve una vez más la protección espiritual —y muchas veces física— que brinda la obediencia a las ordenanzas del Evangelio. El segundo aspecto digno de mención es que, aun cuando el Señor manda esas destrucciones para llamar a las personas al arrepentimiento (véase D. y C. 43:20–25), después de que seis de los ángeles han “tocado la trompeta” de sus juicios, ni aun así los inicuos se convencen de que deben arrepentirse (véase Apocalipsis 9:20–21). Así como en los tiempos de Noé y en los últimos años de los nefitas del Libro de Mormón, las personas evidentemente se vuelven tan inicuas que el arrepentimiento para ellas es prácticamente imposible.
Apocalipsis 8 comienza cuando se abre el séptimo sello. Lo que Juan ve después de que se abre el séptimo sello se encuentra registrado en Apocalipsis 8–22. Tal como la gráfica que aparece a continuación nos hace comprender, el séptimo sello parece ser el punto central del libro del Apocalipsis.
En Apocalipsis 8–9, hay muchas imágenes simbólicas. Al igual que en los capítulos anteriores que has leído, puede ser que las imágenes que emplea Juan no sean lo que a él en realidad se le mostró, pero representan simbólicamente lo que vio. 180