EL RACIONALISMO EN LA ARQUITECTURA El inicio de la edad moderna y la ciencia experimental tiene un representante francés conocido con el nombre de René Descartes. Sus ideas estructuraron la corriente filosófica del racionalismo. La base de este conocimiento fue la razón durante los siglos XVII y XVIII en el continente europeo. Rechazó la prioridad de la idea de los sentidos como principio absoluto. La razón evitaba los márgenes de error que sí podían ocasionar los sentidos. Concretamente, Descartes defendió las ciencias exactas, por ejemplo las matemáticas, utilizando el método deductivo, como principal mecanismo para llegar al verdadero entendimiento. El racionalismo en la arquitectura La arquitectura fue influenciada por el racionalismo cartesiano. Conjugó los propósitos racionalizadores y funcionalistas de la Revolución Industrial. Depuró lo sobresaturado dejando lo esencial, práctico y funcional. En la arquitectura racionalista se elimina los adornos por la opción del uso del ladrillo, cemento y hormigón armado. Los volúmenes son perfeccionistas de geometría exigente, además de cubos y prismas cuadrangulares. Esta tendencia exige a las aristas en ocasiones con formas de curvas. La orientación racionalista se difundió en toda Europa entre 1925 y 1940. Los inmuebles en estas décadas tenían características propias de un nuevo estilo arquitectónico representados por los arquitectos de la época. Principios del racionalismo. Comprender el racionalismo de la arquitectura es comenzar a descifrar cuáles son los contenidos más importantes de sus principios: 1. La prioridad de la planificación urbanística sobre la proyección arquitectónica. 2. A mayor aprovechamiento del uso del suelo y de la concepción. 3. Racionalidad rigurosa de las formas arquitectónicas “efecto – causa”. 4. El diseño industrial respecto a las posiciones de los bienes relacionados con la vida cotidiana. 5. La arquitectura y el diseño industrial como condiciones. 6. Renuncia a la imitación de lo antiguo y un excesivo tecnicismo informador. Características principales del racionalismo. Para poder conocer la real influencia en las ideas arquitectónicas con el racionalismo señalaremos sus características de este modo: 1. Preponderancia de los conceptos de estructura y función. 2. Inclinación y gusto por el uso de las formas geométricas simples y con criterios ortogonales. 3. Empleo del color y del detalle constructivo en lugar de la decoración sobrepuesta y gratuita. 4. Concepción dinámica del espacio arquitectónico. 5. El uso de materiales de nuevo tipo como el acero, el hormigón y el vidrio.
6. Relación entre el interior y el exterior. 7. El uso del vidrio que nos conecta directamente con el entorno y la luz. 8. Concepción integradora del edificio en el entorno. 9. Ausencia de ornamentos. 10. Los materiales se presentan al desnudo y los muros son predominantes. Entre los máximos exponentes de esta innovación destacaron los arquitectos: Adolf Loos.- Considerado como precursor del racionalismo arquitectónico. Defensor de una arquitectura libre de todo ornamento, rompiendo con cualquier tipo de influencia historicista. Según Adolf Loos (1935) afirmaba lo siguiente: “…la Arquitectura es la madre de todas las Artes aplicadas y sólo ha de ser considerada en los Monumentos Conmemorativos y Cementerios. El resto de las tipologías arquitectónicas habrán de ser funcionales eliminando cualquier ornamento de las mismas”. (p.15). Walter Gropius.- Fundó La Escuela de la Bauhaus (1919) que tenía como principio establecido “la forma sigue a la función”. El edificio de la Bauhaus fue la primera manifestación de esta arquitectura racional. Manifestó en su vida: “…que el arquitecto debía ser a su vez artesano para conocer los materiales, dominar las teorías de las formas y del modelado”. (p.10). Acorde con el más puro Racionalismo, su obra se basa en el uso de los nuevos materiales y en optimizar el proceso constructivo para reducir costos y tiempo. Se caracteriza por el uso de estructuras metálicas finas; las fachadas de formas simples, lisas, líneas definidas y sin adornos superfluos; grandes superficies acristaladas con cubiertas planas y formas ortogonales. Todas estas características quedan reflejadas en el edificio que creó para la segunda sede de la Bauhaus, en Dessau. Ludwig mies Van Der Rohe.- Dirigió la escuela Bauhaus entre 1930 y 1933. Se caracteriza por la sencillez de los elementos estructurales, por la composición geométrica y por la ausencia total de elementos ornamentales. En sus edificios demostró el uso correcto de los materiales modernos, con volúmenes claros y paredes como cortinas en lugar de la pared tradicional. Sus trabajos fueron revolucionarios desde los comienzos cuando diseñó unos edificios de oficinas en Berlín en 1919. Emigró a los Estados Unidos donde construyó numerosos rascacielos que lucían como enormes cajas de vidrio en los que se puede ver la devoción del arquitecto por la pureza de las formas. Le Corbusier.- Aprendió a usar el concreto y enseguida comenzó a construir en serie. Diseñó ciudades para determinado número de habitantes. En estas construcciones plasmó los cinco puntos básicos del diseño que esboza en su teoría: cubierta con jardín y terraza, fachadas libres, planta libre, edificio sobre pilotes y ventanas longitudinales. Uno de sus trabajos más populares fueron unidades habitacionales en Marsella, Francia, para familias de clase obrera. Al final de su carrera, Le Corbusier modificó su racionalismo (Villa Saboya) y estuvo más cercano al organicismo como se puede apreciar en una de sus obras maestras: Notre Dame du Haut en Ronchamp.