El Ser Humano Emprendedor r2a5m

Universidad Católica Santa María Facultad de Ciencias Económicas y istrativas

Licenciado: Víctor Luna Alatrista Curso: Creatividad y Liderazgo Tema: Creatividad en los Emprendedores Alumnos: Juan Manuel Vásquez López Darwin Vargas Vildoso

Arequipa – Perú 2011

1. EL SER HUMANO EMPRENDEDOR

El ser humano está llamado por su naturaleza, a crecer y desarrollarse utilizando su creatividad, inteligencia y libertad para sobreponerse a los medios adversos y a las dificultades, para volver realidad sus sueños y ser feliz. En el mundo global y en la sociedad del conocimiento, además, el ser humano está llamado a ser proactivo y audaz ante la realidad cambiante; a desarrollar una mentalidad amplia que le permita dialogar con personas de culturas diferentes; a aprender y a desaprender constantemente; a tomar iniciativas y trabajar en equipo con otros; y a desarrollar la imaginación para innovar y dar valor agregado a los recursos naturales. El ser humano está llamado hoy, más que nunca, a ser Emprendedor.

EL EMPRENDEDOR El emprendedor es aquel que da sentido a su vida siendo el artífice de su historia y dueño de un destino labrado con sus manos y su trabajo intelectual. Es aquel que imagina un mundo mejor y se atreve con sus acciones cotidianas a construirlo para sí y para otros. Es aquel que al satisfacer sus necesidades vitales (alimento, salud, abrigo) y superiores (felicidad, trascendencia, pertenencia y reconocimiento) desarrolla su autonomía, su autoconfianza y su inteligencia (cognitiva, emocional, espiritual). El emprendedor es aquel que a través de su trabajo y de sus iniciativas empresariales, familiares, sociales, culturales, políticas y otras, genera riqueza y valor positivo para la sociedad y respeta la naturaleza. Es aquel que a través de la innovación dinamiza la economía e impulsa el desarrollo; con su actitud ética y su compromiso renueva la política; y con su responsabilidad social y ejemplo edifica una nueva sociedad. Por eso decimos que no es emprendedor el que roba, el que hace leyes para su beneficio, el que estafa, el que contamina, el que negocia con artefactos que causan daño o muertes.

LA EDUCACION EMPRENDEDORA El emprendedor requiere una formación que le ayude a:  desarrollar iniciativa, autoestima y autoconfianza, hay que brindarle un ambiente estimulante y de respeto;  ser capaz de trabajar solo y en la adversidad, hay que prepararlo en libertad y para la autonomía;  aprender del ensayo y del error, hay que permitirle que lo intente y que no tema el fracaso;  estar orientado al logro y al resultado, hay que capacitarlo para gerenciar y istrar;  estar preparado para afrontar situaciones nuevas, hay que fomentar la creatividad y la innovación;  aprender desde la experiencia, hay que motivar la acción y la reflexión;  ser líder, hay que prepararlo para el trabajo en equipo. El emprendedor requiere de una formación nueva que llamamos, Educación Emprendedora. Y el Estado debe asegurar que todos los peruanos y peruanas tengan a dicha educación, brindándola gratuitamente a los peruanos que no la puedan solventar. Esta educación debe nutrirse de los modelos de emprendedores y emprendedoras peruanos de éxito. Ha de ser una educación de calidad, que desarrolle las herramientas del conocimiento en los estudiantes para favorecer en ellos su autonomía, sus capacidades, sus talentos emprendedores y los valores comunes que el país necesita; una educación que eduque la voluntad, la libertad y la responsabilidad; una educación centrada en el aprendizaje y en la participación activa de los estudiantes más que en la enseñanza: una educación con una pedagogía que ayude a soñar, a inventar y a organizarse para hacer realidad los sueños y los ideales; una educación que incentive la pregunta, la búsqueda, la reflexión y la creación más que la respuesta o la repetición; una educación que no condene el error, sino que ayude a levantarse y a buscar el éxito a pesar del fracaso. Una Educación que permita el surgimiento del ser humano emprendedor, la formación de la comunidad emprendedora en cada escuela, y el desarrollo del Perú. El Estado debe destinar los recursos que sean necesarios para garantizar en todas las escuelas y colegios maestros profesionales y motivados, currícula adecuada a las exigencias de los nuevos tiempos, al Internet e infraestructura física y equipamiento necesarios para educar a los peruanos en un entorno tecnológico y global permanentemente. Reconocemos que la revolución de la educación emprendedora favorecerá a los peruanos en su misión de capturar el futuro.

EL EMPRENDEDOR EMPRESARIO El emprendedor que participa en la vida económica de la sociedad lo hace fundamentalmente creando riqueza, impulsando nuevos negocios, innovando en productos, servicios y procesos y generando nuevos puestos de trabajo. Así se hace dueño del fruto de su trabajo, propietario y protagonista de su bienestar, el de los suyos y el del país. Sin embargo, existe también el Emprendedor que crece personal y profesionalmente en el interior de una organización de la que no es dueño, pero que siente como si lo fuera1. Siente que su trabajo es una oportunidad de aprendizaje y realización personal. Se siente cómodo perteneciendo y trabajando para la organización, pero no se comporta como empleado, sino como socio, y se compromete con ella. El crecimiento económico del Perú en los últimos años no puede entenderse sin el aporte de miles de peruanos y peruanas, que con su propio esfuerzo y sacrificio generaron riqueza, empleo y mejores condiciones de vida en los difíciles años de la violencia terrorista, cuando el Estado fue jaqueado económicamente. Sin embargo, el emprendedor peruano no solo no ha sido reconocido y apoyado sino que incomprendido, muchas veces ha sido vapuleado y perseguido, acusado de aparecer al margen del sistema económico formal y de tener éxito sin permiso. Ahora reclama su derecho a no vivir nunca más como un ciudadano de segundo orden, y menos a seguir siendo considerado un que simplemente puede aportar tributos, algunas veces injustos.

2. UNA SOCIEDAD EMPRENDEDORA

El emprendedor, en la generación de autonomía, en la trascendencia a través de la propia obra y en la búsqueda de la realización del sueño, se encuentra y se suma, primero con sus seres más cercanos, luego con otros emprendedores. Así aparece la comunidad emprendedora, que los respalda, los soporta, les da el medio para aprender y crecer, les brinda modelos a seguir, imitar y superar. En esta comunidad se establece una red solidaria de crecimiento, que posteriormente pasa a relacionarse con otras similares, y finalmente a grupos más amplios

apareciendo la sociedad emprendedora. Al expandirse y transformarse el emprendedorismo en un fenómeno social, va generando valores comunitarios y democráticos de participación, responsabilidad, disciplina, solidaridad y cooperación, constituyéndose en germen de un colectivo capaz de mover montañas. La sociedad emprendedora surge porque los seres humanos somos seres sociales que no estamos solos ni nos hacemos solos, pues desde el nacimiento nos hacemos humanos con el aporte de otros seres humanos. Esta sociedad forma y está formada por emprendedores, que alcanzan su felicidad y su plena realización como seres humanos cuando logran ser ellos mismos con sus particularidades, señas propias y potencialidades. Cuando conquistan su libertad, pero también cuando logran su inserción social, cuando se ponen al servicio de otros seres humanos con todos sus dones, cuando sus emprendimientos hacer crecer a otros, cuando sus sueños individuales crecen con los sueños de otros, cuando ya no son solos sino que pertenecen a algún sitio o a alguna comunidad, cuando son reconocidos por las personas a quienes consideran y sienten importantes. El primordial círculo de socialización de la persona es su familia y su comunidad. De este circuito bebe sus tradiciones, aprende sus valores, aprecia sus costumbres, desarrolla su pertenencia esencial y alimenta sus esperanzas comunes. Ese espacio cercano es su zona de aprendizaje, donde toma conciencia de lo que puede y no puede hacer, de lo correcto y lo justo, lo peligroso y pernicioso, lo adecuado y mesurado, lo excesivo e invasivo. Es en este su circuito social esencial donde el ser humano descubre que es una persona con derechos y deberes, y donde se entiende la idea de bien individual y bien común. Por tanto queremos fomentarlo y preservar.

ROL SOCIAL DEL EMPRENDEDOR La creatividad, los talentos, las potencialidades y los dones del espíritu tienen su hábitat en cada ser humano. Este podrá y deberá maximizar sus capacidades y volar hasta las nubes, sin olvidar que nadie surge solo, pues en el esfuerzo y el éxito del emprendedor siempre está la semilla de la cooperación humana, del estímulo y del impacto social. El emprendedor tiene sueños y traza planes personales para alcanzarlos, pero sus sueños están nutridos de una sed insaciable de conectividad social, de querer hacer algo por la comunidad a la que pertenece, llevándole a articular su proyecto de vida personal con el bienestar común de dicha comunidad. La familia es la primera de las beneficiarias de ese sueño, pero le siguen el pueblo, el barrio, la comunidad, la patria y hasta el mundo global. Se es emprendedor también por el otro. He ahí su rol social. Toda sociedad actúa movida por acciones individuales interrelacionadas en el espacio y en el tiempo, con impacto en otras personas, de gran complejidad, generando costumbres, tradiciones, conocimientos y hasta mitos. Cuando esas

acciones conllevan la semilla del progreso y el bien común, entonces se contemporizan y despersonalizan, para acompañar a la sociedad en su evolución hacia estadios civilizatorios mayores. Tal como ocurre con el lenguaje, el pensamiento, las tradiciones y las costumbres que fluyen y evolucionan sin pertenecer a nadie en particular, generando una cultura propia. De ahí que las sociedades no se limitan a constituir una mera sumatoria de los individuos que la conforman.

EL EMPRENDEDOR Y LA CULTURA Cada grupo social al que pertenecemos nos marca con su cultura, y esta puede favorecer –u obstaculizar– las iniciativas empresariales, familiares, sociales, culturales, políticas y otras, de los individuos y de la sociedad en su conjunto. El emprendedor es producto de sus decisiones, pero también lo es de su época, de su ambiente y de su cultura. Ya sea que su prosperidad haya sido el producto del talento, creatividad, oportunidad, azar, esfuerzo personalísimo o que con justicia pueda decirse que en sus emprendimientos dicha persona se forjó a sí misma y por sí misma, no cabe duda de que su paso fue marcado a ritmo de referencias sociales y de otredad. El emprendedorismo es un fenómeno sociocultural por lo que hay pueblos más emprendedores que otros debido a que en ellos existen comportamientos que son valorados y contribuyen al éxito. Ello hace que muchos emprendedores aparezcan por la influencia del mismo medio en que viven. Hay en nuestro país evidencia de la existencia y el éxito de muchos emprendedores en diversos campos y a lo largo de toda su historia. La tarea pendiente es organizar y difundir a través de la educación –formal y no formal- esa vasta experiencia que permita generar y difundir una cultura emprendedora.

3. UNA ECONOMÍA EMPRENDEDORA Toda sociedad requiere organizar el uso de sus recursos para la producción, comercialización y distribución de los bienes y servicios que permita que todos y cada uno de sus puedan satisfacer sus necesidades básicas y las de sus familias, y lograr cada día una ampliación de sus capacidades y una mayor libertad real, que les permita llevar adelante el tipo de vida que anhelan y que es valorado en la sociedad. Dicha organización es la economía. Para lograr una sociedad emprendedora y ciudadanos emprendedores se requiere de una economía emprendedora, una economía inclusiva, que produzca y distribuya riqueza, que se organice desde la libertad y la confianza en los agentes económicos, y que se oriente solidariamente a la eliminación de la pobreza.

LA POBREZA En esta era global la pobreza sigue siendo un flagelo que subleva a unos, que preocupa genuinamente a muchos y que es utilizada como pretexto para la apropiación y el pillaje por otros, que son incapaces de combatirla o de generar su verdadero antídoto: la riqueza. La pobreza es el mal a vencer porque esclaviza, excluye, discrimina e inmoviliza. Debe ser erradicada. Ello solo será posible creando una economía emprendedora inclusiva. Entendemos por esta una economía libre que ite regulaciones para garantizar la competencia justa y la concurrencia en ella de los emprendedores de todo tamaño, especialmente de los peruanos, pequeños y en desarrollo. Una economía basada en un sistema productivo competitivo de amplio espectro hecho a la medida de los recursos de nuestro territorio, respetuosa del medio ambiente, y de las capacidades y necesidades de los emprendedores peruanos. Para ello la economía emprendedora inclusiva impulsará un vuelco del financiamiento público y privado en beneficio de la iniciativa del emprendedor, y fomentará la utilización de modernos esquemas de gestión de recursos, que ya existen pero que no se utilizan en su real potencial, como el sistema de fideicomisos y el sistema de asociaciones público – privadas, las cooperativas, los sistemas asociativos, evitando que se vuelvan elitistas y más bien promoviendo su práctica masiva entre los emprendedores. Buscará dar herramientas de competencia y gratuidad en trámites. La economía emprendedora inclusiva debe promover simultáneamente los TLCs con las potencias económicas y los países hermanos de América Latina, y un primer y fundamental TLC hacia adentro que favorezca la inclusión de millones de emprendedores del Perú en el mundo global. Esta revolución socioeconómica no solo apunta a sacar a la luz la enorme energía innovadora de millones de personas para que su creatividad se despliegue sin cortapisas en los mercados globales -tal como lo hacen las grandes corporaciones-, sino que también es la manera de diversificar la oferta exportable y superar los límites de una economía extractiva.

LA RIQUEZA Sin descuidar los problemas de la pobreza y la atención de los pobres, la economía emprendedora inclusiva se preocupa más en los modos de generar riqueza. Para ello se debe estudiar a las naciones que han avanzado más en la generación de riqueza, a las personas que nos han ayudado a salir de ella y han entregado desarrollo a sus comunidades con esfuerzos sociales, educativos, innovadores, empresariales, científicos y culturales. No podemos quedarnos en pensar solo que la pobreza es un mal que debemos erradicar, debemos ver cómo se la ha vencido en la historia de la humanidad, evaluar los éxitos de sociedades emprendedoras –tal vez evaluar alianzas estratégicas para la generación de

riqueza con algunos países de la región- y de seres humanos emprendedores que han mejorado su condición y la de su comunidad -especialmente a través de la implementación de empresas. Si nos detenemos a analizar las motivaciones, conductas e intereses de todos los emprendedores, y en particular los que son empresarios, encontraremos lo que llamamos el espíritu emprendedor: un deseo de mejorar su mundo y de hacerlo en libertad, en armonía con su naturaleza y en cooperación con los demás; trascender, ser útil, crear bienestar, innovar, servir a los demás. Ese es el verdadero motor de los emprendedores. No el lucro, o la ganancia. Esta es necesaria para que la empresa crezca, brinde más servicios y satisfaga las necesidades de más clientes. No es el objetivo de la empresa, ya que este es crear clientes, sin embargo, si esta pretende crecer – y los empresarios emprendedores no quieren quedarse chicos- es preciso obtener utilidades. Esto hay que fomentarlo porque genera riqueza, la que incrementa la libertad, las capacidades de los individuos y el desarrollo de la sociedad. Por eso reconocemos que el reciente y enorme desarrollo de algunas zonas pobres de nuestro país ha sido producto del esfuerzo de estos emprendedores que han creado en libertad, enfrentándose a muchas dificultades, incluso provocadas por un Estado marginador y expropiador. Los emprendedores empresarios solamente piden que les dejen hacer, porque saben de lo que son capaces. Están dispuestos a colaborar con el Estado, a pagar sus impuestos justos, pero exigen a cambio obtener las condiciones para crecer en sus emprendimientos y poder seguir aportando al desarrollo de sus comunidades. Entre otras cosas, el Estado debe brindarles oportunidades de capacitación, ayuda financiera o facilidades de crédito, mejora de seguridad para sus clientes, mejor infraestructura para el transporte de sus mercancías, apoyo en promoción del Estado en el exterior o de sus municipios a nivel local e información para aprovechar las oportunidades que ofrece la economía global. El tema de desarrollo empresarial no puede reducirse a una política de lucha contra la pobreza de segundo orden, detrás de la promoción de políticas de salud, de educación, de derechos humanos o de desarrollo local. Si bien son importantes, este tipo de políticas solo alivian los problemas momentáneamente; aquéllas generan mecanismos que permiten reducir la pobreza. Es importante tener esto en cuenta pues ambos tipos de políticas pugnan por los mismos recursos de la cooperación internacional y de los fondos de fomento.

LA CREATIVIDAD

La creatividad es la facultad de crear o la capacidad de creación. Consiste en encontrar métodos u objetos para realizar tareas de maneras nuevas o distintas, con la intención de satisfacer un propósito. La creatividad permite cumplir los deseos de forma más rápida, fácil, eficiente o económica. La generación de nuevas ideas y conceptos también se conoce como inventiva, pensamiento original, pensamiento divergente o imaginación constructiva. Se trata de conceptos que suponen el acto de inventar cualquier cosa nueva (es decir, utilizar el ingenio), la capacidad de encontrar soluciones originales y la voluntad de modificar el mundo. Desde diversas ramas y disciplinas, la ciencia se encarga de estudiar la creatividad, en búsqueda de objetivos y términos lógicos precisos. La inventiva puede considerarse desde un punto de vista técnico, como un proceso, como una característica de la personalidad o como un producto. La creatividad no es un privilegio de algunos. De hecho todos los seres humanos nacemos con esta potencialidad. Viene con el envase. Nuestros juegos infantiles son un ejemplo de esto. Cómo nos arreglamos para jugar e inventar entretenciones con todo tipo de objetos y sin reglas establecidas. Cuando somos niños absorbemos todo lo que se nos atraviesa por delante y estamos ansiosos por aprender y descubrir a cada instante lo maravilloso que es este mundo. Con el tiempo nos vamos “educando”. La formación escolar, los ritos familiares, los juegos electrónicos, la televisión, etc. contribuyen a encuadrarnos en la sociedad de cosas resueltas por otros y disminuyen nuestro afán de inventar y descubrir. Nos volvemos muy eficientes en esto de ser creativos. No es necesario para sobrevivir. Es menos costoso copiar, comprar, adaptarse y ser “masa”.

LA CREATIVIDAD COMO CARACTERISTICA DE LOS EMPRENDEDORES ARRANCAR SOBRE LO QUE YA EXISTE La imitación creativa Muchas veces "las grandes ideas empresariales" nacen de desarrollos ya existentes que permiten ser perfeccionados.

En la carrera por crear empresa no necesariamente habrás de arrancar desde el punto de partida como el resto del pelotón a tu alrededor, también se tendrá la posibilidad de partir con una ventaja y, si es así, se deberá aprovechar. Seguramente has escuchado que esta o aquella empresa empezó como una "copia" de otra ya establecida. Pues bien, este caso se presenta con frecuencia y muchas veces la que arranca sobre las bases de la establecida resulta más exitosa. ¿A qué se debe esto si sabemos que la innovación hace parte del éxito? La respuesta se encuentra en un concepto llamado "Imitación Creativa" . La creatividad da como resultado originales , lo original no puede ser una imitación. Sin embargo, esta es una estrategia muy usual que sí permite la creatividad y la innovación.

Requisitos para aplicar la imitación creativa    

Mercado en rápido crecimiento: la IC satisface la demanda existente no la crea. Productos o servicios exitosos: el imitador creativo aprovecha el éxito de otros innovadores. Enfoque en el cliente: el imitador creativo ve los productos desde la perspectiva del cliente. Liderazgo: como toda innovación, la IC exige la aspiración de dominar el mercado

¿QUÉ ES SER UN EMPRENDEDOR CREATIVO? Un emprendedor creativo es aquél que halla las oportunidades que otros no encuentran y que crea las propias aunque halle las existentes. Aprende cuando no puede, investiga cuando no sabe y cree que puede cuando no puede. Todos tenemos la misma capacidad para sorprender con nuestros actos creativos .Por ejemplo, usted y yo, no tenemos nada diferente a otras personas creativas, excepto que algunos tendremos menos entrenamiento que ellas. Pero nada nos impide empezar hoy a trabajar nuestro más importante músculo: el cerebro. Un problema es información útil. Primero, un emprendedor creativo considera a los problemas como situaciones normales en la vida de un hombre o mujer de negocios. Luego, entiende que un problema le brinda información útil para comprender y resolver situaciones conflictivas. Síntesis: natural y positivo para cualquier tipo de negocio. Un emprendedor creativo enfrenta un problema sabiendo que siempre existen alternativas. Resulta mucho más fácil encontrarlas

cuando iniciamos dicho camino con un ¡sí! en mente. ¿Cómo podremos ir tras soluciones si decimos que no hay salida alguna? Tormenta de ideas. Un emprendedor creativo se ejercita. Y sale sin paraguas Una de las técnicas creativas más populares es el Torbellino o Tormenta de ideas .Básicamente consiste en dejar que las ideas fluyan e ir anotándolas, sin evaluarlas en un primer momento. Luego, en una segunda etapa, se toma una a una y se evalúan ventajas y desventajas. Cuando surja el problema, ejercítese con papel y lápiz en mano y pregúntese qué haría Usted para resolverlo. Deje que fluyan y siga el procedimiento. Ideas llamadas…locas. Un emprendedor creativo sabe que no existen ideas locas, mejor dicho, las ideas que parecen locas, imposibles, extrañas y seguramente criticadas por los demás, son las que no deben dejar escribirse. ¡Anótelas! Semanalmente, tome su cuaderno y repase las ideas anotadas. Póngalas en contexto: el de su emprendimiento. Evalúe las ideas relacionadas con su negocio, con sus objetivos, con sus clientes. Luego, evalúe qué recursos se necesitan para implementarse.

¿Porque le interesa a su cliente que usted sea un emprendedor creativo? Los clientes compran propuestas que satisfagan sus necesidades y deseos, pero se ven atraídos exclusivamente por las que sobresalen del resto por algo. Hasta tal vez brindan lo mismo pero distinto. Hay algo, un estilo de servir al cliente, una forma de sorprenderlo, de dar a conocer sus servicios – por lo que pasa la creatividad que seduce a más de uno de nuestros clientes y a los que aún no lo son. Compran a emprendedores creativos que crean experiencias únicas para sus clientes. Usted encontrará las horas más fructíferas para liberar su creatividad y estudiar lo que fue recogiendo durante la semana. Cuando lo vea en su agenda… ¡hágalo!

LA PERSONALIDAD EMPRENDEDORA A usted le gusta imaginar nuevos productos y soñar sobre cómo podría ayudar a desarrollarlos. Tiene respuestas poderosas frente a la belleza y con frecuencia encuentra dicha belleza en cosas en las que otros no las encuentran, sea en el arte o en la naturaleza. Es consciente de cómo su comportamiento y decisiones se ven afectadas o influidas por lo que usted siente.

Se interesa por escuchar opiniones múltiples teniendo en cuenta que no las comparte. Como ser humano logra en el transcurso de su vida romper con lo tradicional y pensar diferente. Suele confiar en su reacción intuitiva inicial, que generalmente resulta ser la correcta. Las personas con frecuencia comentan sobre su habilidad para crear una atmósfera de alegría y buen humor. Cuando usted tiene éxito en su trabajo, por ejemplo, tiene la capacidad para determinar que no es cuestión de suerte sino que ha trabajado más fuerte y con más inteligencia que muchas otras personas que están a su lado. A usted no le preocupa la impresión que causa en otros cuando se expone en público a hablar de sus ideas y de lo que ha cultivado con su experiencia, por más logros o derrotas que haya afrontado. Es posible que no siempre esté feliz y alegre, pero no debe permitir que depresiones, molestias o ansiedad resulten determinantes a la hora de transmitir sus ideas.