VII Simposium-Taller “Producción y Aprovechamiento del Nopal en el Noreste de México”
IDENTIFICACIÓN Y CONTROL DE LAS PRINCIPALES ENFERMEDADES DEL NOPAL S. de Jesús Méndez-Gallegos, Daniel Talavera-Magaña y E. Javier GarcíaHerrera Profesores Investigadores. Colegio de Postgraduados, Campus San Luis Potosí. Iturbide 73, Salinas de Hgo. SLP. 78600. Tel/Fax: 01 496 96 30240. Correoe:
[email protected]. ANTECEDENTES Los nopales (Opuntia spp.) son plantas siempre verdes cuyas características morfológicas y fisiológicas, altamente especializadas, les confieren una notable capacidad de adaptación a los ambientes mas hostiles. Es en estos ambientes donde se multiplican y desarrollan fácilmente, proporcionando una productividad más alta que muchas de las plantas sometidas a cultivo. Nuestro país, es considerado, a nivel mundial, la región de origen y centro de dispersión primaria del nopal; debido a ello, es considerado el recurso natural más importante desde el punto de vista agroecológico, social y económico para los habitantes de las zonas áridas y semiáridas de nuestro país. El reciente suceso que a nivel mundial ha tenido el nopal debido a la alta demanda de sus coproductos y derivados ha ocasionado que la planta se vuelva a revalorizar. Por tal motivo, de ser considerada una planta rústica y de carácter espontáneo o silvestre, ha pasado a ser una planta domesticada, que en el giro de pocos años ha sido sometida a modernas técnicas de cultivo como irrigación, fertilización y abonado, mejoramiento genético, etc. Es por ello, que las plantaciones comerciales de nopal se han convertido, en algunas regiones, en un monocultivo propiamente dicho, lo que ha favorecido una alta incidencia de problemas fitosanitarios, que pueden llegar a causar daños económicamente significativos. Debido al proceso de “globalización” que ha sufrido la planta (actualmente se encuentra presente en más de 30 países) y al impacto socioeconómico que podría representar la masificación de su cultivo, nace la exigencia de conocer la sintomatología y características principales de aquellas enfermedades que frecuentemente pueden crear problemas importantes, sea de aquellas que se presentan en forma recurrente o sólo casualmente en las plantaciones de nopal, y con ello facilitar la detección oportuna, su monitoreo y la aplicación de medidas de control. ENFERMEDADES DE NOPAL Las enfermedades representan uno de los factores bióticos limitantes en el manejo agronómico de cualquier cultivo. En el caso particular del nopal, a pesar de la importancia social y económica que su cultivo y aprovechamiento representa en el medio rural, los trabajos de investigación científica a nivel nacional, con respecto a las enfermedades son reducidos, por lo que el conocimiento y la literatura que existe sobre el tema es escasa, lo cual ya era consignado por Canales desde 1983 y Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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reafirmado por Pimienta (1990), Osorio y Soto (1994); dicha tendencia ha permanecido invariable a través de estos años. Como consecuencia de lo anterior, se presenta una confusión entre la sintomatología y los agentes causales, lo cual dificulta su completa identificación y por ende su control. El nopal, al igual que cualquier otra especie, es afectado por problemas fitosanitarios variados (hongos, bacterias, virus, fitoplasmas y viroides, etc.) y complejos (asociaciones de dos o más agentes causales) que pueden ocasionar daños en todos los órganos tales como: sistema radical, tallo, cladodios y frutos. Como resultado de ello puedo ocasionar problemas de anclaje de la planta, impide la absorción, transformación y traslocación de los diferentes elementos nutritivos, así como una disminución del rendimiento y la calidad del fruto, entre otros aspectos, por lo que surge la necesidad de aplicar métodos apropiados de control que sean económicos y de nulo impacto ambiental. En diversas evaluaciones y diagnósticos llevados a cabo en diferentes regiones de nuestro país los resultados señalan, que la incidencia y severidad de algunas enfermedades puede llegar hasta un 90% lo cual causa una drástica reducción de la productividad, si no son manejadas adecuadamente, por lo que el método más apropiado y económico para evitar este nivel de daño, es prevenir la infección de plantas. Por lo general, la diseminación y transmisión de las enfermedades, comienza desde la mala selección del material de propagación, el empleo de herramientas de trabajo no desinfectadas, deficiencia de elementos nutritivos y además por ciertas condiciones adversas al crecimiento y desarrollo normal de las plantas, como por ejemplo, drenaje deficiente. La mayoría de las enfermedades en nopal se ven favorecidas por la presencia de humedad en el cladodio y sobre todo, por heridas causadas por insectos, roedores, aves así como de daños mecánicos que provoca el mismo hombre en su manejo. Algunas de las principales causas por las que las enfermedades han proliferado son: • • • •
El método de propagación y multiplicación del nopal. La poca diversidad genética de la cual se inició la expansión del cultivo. El nulo o deficiente manejo agronómico de los huertos. El desconocimiento de la sintomatología (confusión de daños, sinonimia y agentes causales) y de las estrategias de control.
En nuestro país, los daños ocasionados por enfermedades en el nopal, han sido mencionados desde 1958, por Lozano, quien señala que la pudrición negra (Fusarium sp), causa graves daños en las nopaleras de San Luis Potosí. Uno de los trabajos mas sobresalientes sobre este aspecto fue realizado por García (1967); en dicho trabajo, se consigna por primera la presencia del hinchamiento excesivo de cladodios, la presencia de mosaicos y la proliferación excesiva de yemas. El engrosamiento de cladodios fue retomado posteriormente por Pimienta (1974), Osorio (1989) y Osorio et al. (1997). 56 Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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En 1976 se publica el primer Catálogo de Enfermedades de las Plantas Mexicanas, en donde se detalla la presencia de enfermedades en nopal tales como: la roña (Aecidium spp), la mancha de la penca (Alternaria sp), la fumagina (Capnodium sp), la antracnosis (Colletrotrichum sp), la pudrición de las pencas (Gnomonia sp), la mancha radial de las pencas (Coniothyrium concentricum), la pudrición de la penca (Diplodia sp), la pudrición radical (Phytophtora sp) y la pudrición de la epidermis (Phoma sp) (Anónimo, 1976). Para el área de San Martín de las Pirámides, en el Estado de México, el principal problema fitosanitario fue el mal del oro (Alternaria sp y Ascochyta sp) (Chávez et al., 1981; Tenorio y Aragón, 1984). Sobre esta misma enfermedad, Sandoval y Osada (1988) al llevar a cabo pruebas de patogenicidad encontraron involucrados a Phoma sp y Alternaria sp. En el estado de Guanajuato, Mondragón y Acevedo (1992) registraron que la mayor incidencia de enfermedades en nopal tunero fueron el mal del oro (Alternaria spp y Hansfordia sp), la pudrición negra (Erwinia caratovora) y el engrosamiento de cladodios, con incidencias de 36.2, 14.7 y 3.5%. Hacia el norte del país, particularmente en la Sierra de Arteaga, Coah., Canales (1983) registró que el principal problema sanitario fue la pudrición negra y presume que el agente causal es Macrophomina sp. Osorio y Soto (1994) en un diagnóstico sobre las enfermedades de nopal en el sur de Zacatecas, observaron la presencia del engrosamiento de cladodios, la pudrición suave o bacteriana, la mancha negra y la mancha del oro, con incidencias de 50, 10, 3 y 7%, respectivamente. En relación a las pudriciones blandas causadas por bacterias (Erwinia spp y Pseudomanas viridiflaba) han sido ampliamente abordadas por (Fucikovsky, 1990; Fucikovsky y Luna 1990; Campos, 1996 y Gijón, 1996). De acuerdo con Montiel et al. (2004) también en la parte radical de la planta es posible encontrar hongos fitoparásitos causando daños, siendo potencialmente importantes los géneros Fusarium, Verticillium y Pythium. En el Cuadro 1, se puede resumir algunas de las enfermedades citadas, sus síntomas principales y los agentes causales involucrados. Principales Problemas Fitopatológicos del Nopal, en México Engrosamiento de Cladodios o Chatilla (agente causal desconocido) Esta enfermedad es considerada como uno de los principales problemas sanitarios en todas las zonas nopaleras del país, debido a su amplia distribución e incidencia. Aunque en este momento no existen estudios que demuestren su distribución actual se presume que tiene una presencia nacional, ya que puede dañar plantas silvestres y plantaciones cultivadas para fruta, verdura y forraje. Inicialmente, se supuso erróneamente que su agente causal era un virus, pero los diversos estudios realizados hasta el momento no han generado resultados concluyentes. Los síntomas de la enfermedad se manifiestan en una reducción del crecimiento de los brotes y de la planta en general, acompañado por una disminución en la producción. Estudios realizados a nivel laboratorio demostraron que tiene una alta capacidad infectiva dado que ha sido posible trasmitir los síntomas de plantas enfermas a plantas sanas. Asimismo, no ha sido posible la remisión de los síntomas con la 57 Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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aplicación de tetraciclinas (Pimienta, 1974; Osorio, 1989; Osorio et al., 1997, Gallegos y Méndez, 2000) (Figura 1).
Figura 1. Síntomas de la presencia del engrosamiento de cladodios. Cuadro 1. Algunas de las principales enfermedades del nopal en México. Síntoma Agente causal Pudriciones Armillaria mellea Macrophomina sp Sclerotinia sp Phytophthora sp Erwinia caratovora Pseudomas viridiflava Xanthomonas sp Gnomonia sp Gomosis Dothioerella sp Manchas Alternaria sp Cercospora Phoma sp Cytospora sp Gloesporium sp Pleospora sp Antracnosis Colletotrichum sp Fumagina Capnodium sp Chamusco Mycrosphaerella sp Marchitez Fusarium sp Roñas Phyllosticta opuntiae Royas Aecidium sp Agallas Agrobacterium tumefaciens Mosaicos Virus X de las cactáceas Proliferación de yemas Virus Engrosamientos Fitoplasma
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Pudriciones blandas Los agentes causales pueden ser diferentes bacterias pertenecientes a especies y subespecies del género Erwinia, particularmente importantes son: E. caratovora subsp caratovora, E. cacticida, E. caratovora subsp atroseptica, aunque también se señalan a E. chrisanthemi, E. betavasculorum y Pseudomas viridiflava. Se ha observado que el daño puede iniciarse en el ápice o en la parte basal de la penca (esto es mas evidente en plantaciones recién establecidas). El daño se caracteriza por presentar inicialmente el tejido blando y acuoso, tornándose posteriormente en una mancha café circular con un margen húmedo, al cual se torna negra. En un estado avanzado de daño se presentan exudados amarillo-rojizos; cuando el daño comprende el 40% del cladodio puede haber ocasionar su caída. La pudrición afecta el parénquima y la cutícula, pero los haces vasculares permanecen intactos y una característica importante es la presencia de olores desagradables. En algunas regiones nopaleras del país se han reportado incidencias que pueden llegar hasta el 70%. El patógeno puede permanecer en estado latente en los órganos de almacenamiento (tallos), en los residuos de la misma planta y en las pupas de varios insectos barrenadores. Su infección puede llevarse a cabo a través de aberturas o heridas naturales, insectos y probablemente por o directo de la raíz. Otra fuente de inoculación puede ser causada por los exudados de la lesión que mediante la acción del viento, roedores, aves e insectos (Otitidae, Ephrididae y Sirphidae) pueden transportar el inoculo. Pueden mantenerse en actividad en un amplio rango de temperaturas que pueden oscilar entre los 5 y 36 °C (Hernández, 1999).
Figura 2. Cladodios con la pudrición blanda característica, iniciando por la parte apical y basal. Mancha Negra (Pseudocercospora sp) En esta enfermedad se detectaron dos síntomas diversos. El primero de ellos inicia con la decoloración de la cutícula cambiando a un color claro con puntos pequeños de color olivo. Posteriormente las manchas se tornan café-obscuro y su diámetro de incrementa a 3-4 cm, presentando además un margen amarillo y la parte central se hunde. Luego la parte afectada se deseca y permaneciendo visible el tejido leñoso que en muchas ocasiones se desprende dejando orificios que atraviesan la penca. Se ha detectado otro síntoma, aunque menos frecuente, que se caracteriza por manchas indefinidas que pueden invadir el cladodio total o parcialmente. Su incidencia más alta se ha observado en aquellos cladodios sombreados y ante la presencia de alta humedad relativa. Se presume que Colletrotricum gloesporoides puede estar asociado a la mancha negra en un estadio avanzado de la enfermedad (Quezada, 2005). 59 Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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Figura 3. Mancha negra con síntoma inicial de daño. Con este mismo nombre, pero con diferente agente causal, en este caso el hongo, (Macrophomina spp) Canales (1983) observó que en 11 de los huertos evaluados en la Sierra de Arteaga, Coah., todos ellos presentaron daños que oscilaron de fuertes a severos, en escalas que van de 13 a 50 pencas dañadas por planta. De acuerdo con este mismo autor, la infección se manifiesta inicialmente presentando una pequeña mancha clorótica, la epidermis no muestra ningún cambio, pero el tejido interno, aproximadamente a 5mm de profundidad, toma una apariencia color verde obscuro, posteriormente penetra mas profundamente en todo el tejido que abarca el diámetro de la lesión y se torna negruzca posteriormente. En estado avanzado aparece bajo la epidermis una podredumbre blanda, semi-acuosa de color negro, los tejidos dañados se obscurecen, presentando una consistencia esponjosa y se observan hifas negras del hongo entremezclados con el parénquima. En todas las partes dañadas puede verse como efecto final la desintegración o la desaparición de los tejidos parenquimatosos y medulares, quedando las haces vasculares separadas en simples hebras de color blanco. En este tipo de lesiones no es necesario que las lesiones sean muy numerosas para producir la caída de la penca, pues basta con que alguna de ellas se establezca en la sutura que une a éstas para ocasionar el desprendimiento. Cuando se rompe el ciclo biológico del hongo, las lesiones se secan dejando una perforación a través de la penca de 2.5 a 6 cm de diámetro, cicatrizando la parte dañada. Mal del Oro (Alternaria sp, Phoma sp, Hansfordia sp, Ascochyta sp) La sintomatología inicial de esta enfermedad se caracteriza por un cambio paulatino en la coloración verde obscuro al verde y posteriormente al amarillo dorado. El principal efecto de la presencia de esta enfermedad radica en que impide llevar a cabo en forma eficiente el proceso de fotosíntesis en las pencas afectadas al ser cubiertas por la capa producida por el hongo, lo cual se puede traducir en una disminución de la productividad o bien en la muerte de la planta si ésta es severamente afectada (Pimienta, 1990; Osorio y Soto, 1994, Gallegos y Méndez 2000).
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Figura 4. Plantas con síntomas severos del mal del oro. Estrategia de Manejo de las Enfermedades del Nopal Invariablemente antes de llevar a cabo la aplicación de cualquier medida de control es necesario realizar un diagnóstico que contemple: •
Identificación de síntomas. Cuando no se tiene un adecuado conocimiento de los posibles microorganismos y patologías, y el no saber distinguir claramente la sintomatología que producen distintos hongos, bacterias o virus en las plantas, nos lleva a aplicar medidas de control inapropiadas. Es por ello, que dentro de un manejo integrado, el correcto diagnóstico del agente causal del problema, sea clave. Es importante tener en cuenta las siguientes sugerencias: examinar cuidadosamente las plantas dañadas, si hay zonas muertas, cambios de color, presencia de malformaciones, detención de crecimiento, dispersión de la enfermedad, etc. y, de ser el caso, recurrir a un laboratorio especializado.
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Descartar otro tipo de daños. En este caso es indispensable reconocer si se presenta una deficiente o excesiva nutrición, zonas compactas de suelo, presencia de encharcamientos, daños por heladas y granizos.
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El patrón de la sintomatología. Es importante observar las partes de la planta afectada, si el daño es localizado, si existen manchones, la distribución de la enfermedad, etc.
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Historia clínica del problema. En este punto es necesario llevar una bitácora o diario de cuando se presentaron los primeros síntomas, monitorear el avance o retroceso, cuando finalizó, etc.).
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Evaluación de la incidencia. Determinar el porcentaje de infestación o grado de afectación de las pencas, número de plantas dañadas, ciclo de vida del patógeno, etc.
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Selección de las medidas de control más adecuadas. Este aspecto debe incluir medidas tendientes a reducir el inóculo o evitar condiciones adecuadas para el desarrollo de la enfermedad, mediante la aplicación de medios físicos, mecánicos, biológicos y químicos, de ser el caso. Es necesario tomar en cuenta que durante los últimos años se ha incorporado a la producción 61 Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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agrícola el concepto de calidad e inocuidad alimentaria. Así entre otros, el término de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Buenas Prácticas de Manejo (BPM) como protocolos de producción, se han difundido. Estos métodos consisten en considerar un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas que se aplican a lo largo de todo el proceso productivo y que no sólo se preocupan de la calidad de los productos, sino también la protección del medio ambiente y la seguridad de los trabajadores. Con base en los antecedentes mencionados se propone, sobre todo a nivel de prevención, una estrategia del manejo de enfermedades integral. En la estrategia para la protección del cultivo del nopal se deben de dar prioridad a los métodos naturales, culturales, biológicos, genéticos y biotecnológicos para minimizar el impacto sobre la salud humana y el medio ambiente. Al igual que para los insectos que dañan el nopal, en este caso tampoco existen productos químicos específicos para enfrentar con éxito las enfermedades asociadas al nopal, por lo que su control debe contemplar una estrategia integral de prevención, que debe implicar cultivares resistentes, sistemas de poda adecuados, nutrición optima, eliminación de plantas enfermas y un programa de capacitación de productores constante, entre otros aspectos. En cuanto a los cultivares resistentes, en condiciones de campo, se han detectado plantas de nopal que escapan (resistencia) al daño de ciertos patógenos o presentan una severidad menor (tolerancia), por lo cual se puede considerar como punto esencial al momento de seleccionar el cultivar a establecer. Es por ello, que una estrategia de manejo integral, debe necesariamente comenzar desde el momento de la selección rigurosa del material de propagación. Hay que considerar que algunas enfermedades, como el engrosamiento de cladodios, se transmite a través del material de siembra, por lo que se recomienda evitar la movilización de planta enferma hacia zonas libres de la enfermedad. El corte y el adecuado sellado y cicatrización de la herida impide que los agentes causales tengan las condiciones adecuadas para su desarrollo. Un aspecto de vital importancia lo representa el desinfectar la herramienta de corte al pasar de una planta a otra, a fin de evitar la dispersión de la enfermedad. Es necesario también considerar que la mejor acción de control de las enfermedades es detección anticipada, por lo que la eliminación y quema de los cladodios o plantas con síntomas de daños, la destrucción de residuos (la acumulación de residuos en el suelo o en los bordes de las plantaciones mantiene a insectos y patógenos entre un ciclo y otro del cultivo, y con el tiempo permite el incremento de las poblaciones de insectos o representa el inóculo potencial de los patógenos) son prácticas comunes que se deben aplicar. Lo anterior, se logra mediante la revisión continua de las plantas mediante recorridos y monitoreos periódicos, de tal manera que una pronta intervención, en esta relación dinámica, pueda interrumpir el desarrollo de patógenos. 62 Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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La aplicación adecuada de las prácticas culturales recomendadas, pueden coadyuvar a disminuir la incidencia y severidad de las principales enfermedades, tales como las que se sugieren a continuación: •
Llevar a cabo los diferentes tipos de poda recomendados, ya que la arquitectura y estructura de la planta están directamente relacionados con el daño por enfermedades. Aquellos residuos provenientes de las podas, sobre todo de la poda sanitaria, deben destruirse sino se corre el riesgo de dejar la fuente de infección en la misma plantación.
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La limpieza de la unidad productiva ayuda a eliminar los sitios de refugio los insectos fitófagos, muchos de los cuales son vectores y transmisores enfermedades. Aunque no se cuenta con información precisa, se observado que ciertas malezas representan verdaderos “reservorios” insectos vectores de patógenos.
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La fertilización balanceada de la planta puede ayudarla a soportar mejor los niveles de infestación de las enfermedades y de recuperarse más rápidamente al daño. Por ejemplo se reconoce que el potasio y el cloro influyen en la resistencia de la planta a enfermedades y su función está directamente relacionada con la presencia de nitrógeno. Este elemento es sumamente importante para estimular el rápido crecimiento de la planta; sin embargo, puede llegar a presentarse una acumulación de nitrógeno y ser mas susceptible a patógenos al aumentar los niveles de azucares.
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El concepto base de una gestión ecológica es que antes de llegar a la lucha química, se tienen que explotar todos los factores naturales de contención de una enfermedad. La defensa mediante la intervención química se configura como un medio extremo, por lo que en la selección de los productos fitosanitarios a utilizar se recomienda seleccionar aquellos con una mayor selectividad, menos toxicidad y menos persistencia, pero indudablemente un aspecto de vital importancia es generar los valores de los umbrales de daños económicos. Aunado a lo anterior, no existe información relativa a dosis, periodo y frecuencia de aplicación.
de de ha de
En relación al control químico de enfermedades existe muy poca información al respecto, lo cual puede ser ocasionado entre otras causas a: •
Al poco interés que existe por la planta en los países donde se genera la investigación relacionada a estos aspectos y por ende las grandes empresas dedicadas a la formulación de agentes de control no cuentan con productos específicos para ser empleados en esta planta.
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A las características morfológicas y fisiológicas del nopal que impiden el uso de productos químicos. 63 Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México. Octubre 24 y 25, 2008
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Al incremento en los costos de producción, por las erogaciones de adquisición de equipo y del producto así como de su aplicación.
Desarrollo de una cultura “bio” o “verde” en el que el productor tiene cierta renuencia por la aplicación de productos químicos que pudieran contaminar agua, suelo y los productos de la planta. Si la aplicación de algún producto agroquímico es considerada vital, se recomienda combinar los diversos métodos de control arriba señalados y llevar a cabo las medidas sugeridas para un manejo seguro de los productos químicos, tales como: identificación de la enfermedad, época de aparición, información climática, selección del plaguicida y sus propiedades (solubilidad, persistencia, volatilidad, etc.) fechas de aplicación, dosis aplicadas, método de aplicación empleado, así como la rigurosa calibración y limpieza del equipo de aplicación. Recientemente, ya se encuentran en el mercado varios productos “bio” u orgánicos usados en hortalizas, los cuales representan una alternativa mas segura en el manejo de enfermedades. Morales y Hernández (2002) señalan que para el control de enfermedades causadas por hongos y bacterias, los productores de nopal para verdura asperjan: Benlate (300g/ 200 l de agua), Cobre (500 g/200 l de agua), Captán (500 g/200 l de agua), Aliette (300 g/200 l de agua), Ridomil Bravo (300 g/200 l de agua), entre otros. Asimismo, los productores de Milpa Alta en el Distrito Federal han venido probando con éxito la aplicación de Mycotrol. En general se puede concluir que no existe la información suficiente para hacer recomendaciones que soporten el control de enfermedades, por lo que es necesario el apoyo decidido de los centros de investigación e instituciones de educación superior para llevar a cabo actividades tendientes a: Realizar investigación sobre los agentes causales de las enfermedades y la sintomatología que presenta y elaborar un manual sobre el combate integral de las enfermedades. Determinar los niveles de daño y umbral económico de las principales enfermedades, para cada una de las zonas productoras. Implementar un programa de selección de cultivares resistentes o bien dirigir programas de mejoramiento para generar genotipos que escapen al daño de las principales enfermedades. Generar y mejorar las técnicas de control de enfermedades. Capacitar productores con la diagnosis y sintomatología de las principales enfermedades con el fin de evitar la confusión y la sinonimia, así como de la estrategia integrada de control a desarrollar.
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