ESCUELA NORMAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA DE CALKINÍ ENSAYO DE LA “PROMOCIÓN Y MEJORA DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR”
Asesora de la asignatura: ADDA LIZBETH CÁMARA HUCHIN
Alumna: CINTHYA DEL CARMEN CHAN CANO
CALKINÍ, CAMPECHE, 25 DE JUNIO DEL 2015
SEXTO SEMESTRE
Resumen Convivencia es la acción de convivir, de ser capaces de vivir en compañía de otro u otros que nos expresen emociones positivas y que nos ayuden a mejorar la interacción que se tiene con el medio social. En su acepción más amplia, se trata de un concepto vinculado a la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio. Por ejemplo: “El gobierno debe garantizar la convivencia de los diversos grupos étnicos sin que se produzcan estallidos de violencia”, “Llevamos tres meses de convivencia”. El ser humano es un ser social; ninguna persona vive absolutamente aislada del resto, ya que la interacción con otros individuos es imprescindible para el bienestar y la salud, sin embargo, la convivencia no siempre resulta fácil, dado que pueden interferir negativamente ciertas diferencias sociales, culturales o económicas, entre otras muchas posibilidades. Es por ello que se hablara sobre cómo la convivencia puede ser en ocasiones un problema y una solución de conflictos en las escuelas primarias.
Palabras claves Aprendizaje; Trabajo colaborativo; Convivencia escolar; Espacio escolar; Actitudes y valores; Respeto hacia los demás; Factores; Estrategias; Causas y consecuencias; Mejora de convivencia
Introducción La idea es que existe mucha información sobre convivencia escolar, no se quede solo en eso, en información que pueda ser implementada dentro de los establecimientos con el objetivo o meta de generar cambios en términos convivenciales que involucren a los alumnos, docentes, directivos y padres de familia, que estos tomen real importancia y compromiso sobre no solo la enseñanza de los alumnos y alumnas sino también de su crecimiento integral, para que el día de mañana, tengamos personas que sepan trabajar colaborativamente, que sean críticos, reflexivos y analíticos sobre sus prácticas y sobre las contingencias a nivel nacional e internacional. Por lo mismo debemos instaurar una mirada a partir de la empatía en todos los alumnos y de la comunidad educativa. Las aulas hoy en día son el reflejo de la sociedad en la que vivimos. Los retos, las ilusiones, los acuerdos y los conflictos son el día a día. Sin embargo, la convivencia basada en valores de igualdad, respeto y solidaridad hacen de la escuela un magnífico espacio para aprender y crecer. La mediación de conflictos basada en la educación entre iguales es una cuestión básica, al igual que la educación para la paz a la hora de resolver los mismos. Los subtemas que se encuentran en este documento nos sitúan dentro de una serie de investigaciones, que nos permitirán comprender como debe ser una convivencia dentro de las aulas escolares, pero también se tienen que notar los factores que influyen con mayor frecuencia en ella para buscar estrategias que ayuden a los alumnos a mejorarla; pero de igual manera, debe buscarse la forma de cómo implementar estas estrategias y esto ya sería que el maestro adecue su clase para que se practique con ellas. La convivencia escolar es un tema que preocupa a docentes, centros educativos, alumnado, familias, sociedad en general y desde hace cierto tiempo, los medios de comunicación hacen especial énfasis en esta cuestión, sobre todo dando relevancia a los casos más graves de acoso escolar y mostrando las situaciones más conflictivas.
Sin duda alguna la mejor manera de aprender a convivir con los demás es dialogando, es un caso fundamental que el docente debe dar a conocer de manera clara en el aula, ya que el maestro es una persona que acompaña y escucha comprensivamente a los estudiantes para que estos vayan recorriendo y descubriendo nuevos conocimientos para su formación educativa. La comunidad escolar tiende a intentar esconder las emociones, negarlas, puesto que su expresión es considerada un elemento negativo o peligroso para la misma (Murciano, 2006).
Convivencia escolar
Se cree que la convivencia no es sinónimo de conflictividad, sino de crecimiento y enriquecimiento personal y social para con los demás, es decir, que es un apoyo que debe de tenerse con el resto de los integrantes de un contexto, ya que ayudan a valorar lo que se tiene y se aprende a no tener conflictos. El contexto educativo desde un punto de vista sistémico, está condicionado por la interacción del colegio, la familia y la sociedad. Cuando surgen los problemas, se intenta buscar las causas y los culpables lo que conduce a que cada uno de estos sistemas se defienda a sí mismo y tienda a descargar la culpa sobre el otro. La convivencia escolar corresponde a un proceso de interrelación entre los diferentes de un establecimiento educacional. No se limita solo a la relación entre las personas, sino que incluye la forma de interacción de los distintos estamentos que conforman una comunidad educativa. (MINEDUC, 2004) La convivencia es un elemento fundamental en el proceso de aprendizaje. En primer lugar, porque supone hablar del entorno social, cultural y afectivo en el que vivimos y en segundo lugar, porque aprender a convivir es fundamental para el desarrollo individual y social de cada persona. (Mestres, CONVIVENCIA ESCOLAR, 2007)
Esto indica que la convivencia es como proceso de aprendizaje, no es un aspecto aislado de la interacción cotidiana de los seres humanos, crea normas que rigen su comportamiento para una sana convivencia en sociedad. En lo que respecta a la convivencia pueden mencionarse dos conceptos que son factores que influyen en ella es por eso que un clima de convivencia, por una parte, es una condición necesaria para que la labor docente pueda realizarse y el clima escolar es necesario para realizar ciertas tareas educativas, pero demás convivir es un aspecto esencial que deben aprender o mejor dicho ir aprendiendo los alumnos en las escuelas primarias.
Educar para la convivencia
En primer lugar, coincido en que la mejora de la convivencia escolar empieza por la responsabilidad compartida de todos los de la comunidad educativa, implicados directa o indirectamente en la educación: familia, profesorado, instituciones, agentes sociales, etc. Resulta evidente que evitar la violencia y fomentar la convivencia requiere el respaldo y la colaboración de la familia y de las instituciones. Otro aspecto relevante es la necesidad que las acciones preventivas superen las acciones disciplinarias en caso de acoso escolar, conflictos o disrupción en el aula. Las acciones correctivas no son suficientes por sí mismas si no se acompañan de acciones formativas. La educación para la convivencia requiere un planteamiento continuo que tenga en cuenta las múltiples variables; en un proyecto quiere que se abarque todos los aspectos de la convivencia que exigen fomentar la información, la participación, la comunicación y la colaboración. La educación para la convivencia debe iniciarse desde las primeras etapas (infantil y primaria). Si se fomenta la construcción diaria de la responsabilidad, mediante la implicación, la complicidad y la confianza del alumnado, se consigue una pauta educativa imprescindible para la educación para la convivencia. La educación para la convivencia pasa por crear personas que sean capaces de escucharse y respetarse mutuamente, sin recurrir a la violencia, por eso hay que educar a los jóvenes de forma simultánea en el campo cognitivo, emocional y moral.
Problemas que afectan a la convivencia
Aunque el interés por la convivencia escolar es un fenómeno de actualidad, ésta ha formado siempre parte del currículum escolar a través de lo que se han venido a denominar currículum oculto. De hecho, la violencia escolar constituye, desde hace ya varios años, uno de los principales problemas que afectan al profesorado hasta el punto de constituir una de las causas más importantes del llamado malestar docente, caracterizado por algunas dolencias psicológicas tales como fatiga, estrés y depresión. La conducta violenta en la escuela es un tipo de comportamiento que presenta las características propias de todo comportamiento violento, aunque con la particularidad de que los actores son niños o adolescentes y de que tiene lugar en escuelas e institutos, por tanto, un alumno violento en la escuela es aquel cuya manera de comportarse supone el incumplimiento de las normas escolares y sociales que rigen la interacción en el aula o centro educativo, con la expresión de diversas conductas de castigo para los demás, que suponen agresiones manifiestas, relacionales, reactivas o proactivas, y que obedecen a distintas razones: Obtener poder y dominación frente a otros compañeros. Desafiar a la autoridad y oponerse a los controles sociales establecidos y que ellos interpretan como opresores.
Experimentar conductas nuevas y de riesgo.
Sin desdeñar la importancia y el enorme peso que tiene el tema de la violencia escolar, puede resultar igualmente enriquecedor destacar otros aspectos que ayuden a examinar la convivencia en los centros desde una perspectiva un poco más amplia y permitan mostrar la realidad en toda su complejidad.
Factores positivos y negativos para una buena convivencia
Como parte de la comunidad escolar, sabemos que existen factores fundamentales en el proceso enseñanza-aprendizaje que permiten una sana convivencia y resultados que reflejen la calidad; otro de los elementos importantes es la concepción del conflicto dentro de la educación es la forma por la que se percibe, en este, debemos considerar la educación como bidireccional, ya que es
un sistema en función del aprendizaje en el que interactúan distintos grupos de personas, los alumnos, profesores, apoderados, entorno social, a raíz de esto, al surgir un desajuste o una tensión este sistema puede dejar der funcional e influye en uno o más actores de este proceso, por lo que es fundamental saber identificar y resolver los conflictos en el momento preciso y con la herramienta adecuada Factores positivos para una buena convivencia: El respeto: debemos aceptar la dignidad de las personas con las que nos comunicamos, esto nos lleva a no discriminarla ni tener prejuicios hacia ella y si tiene una opinión diferente a la nuestra, lo que se debe hacer es hacer uso del respeto y valorar lo que dice y no llegar a la discusión por ello. La afabilidad: se toma como una actitud positiva en nuestra relación con los demás es decir en ambiente de cordialidad que facilitará nuestras relaciones con los demás pero si nuestra actitud es recelosa o indiferente, difícilmente nos llevará a una convivencia satisfactoria. La inteligencia: Para tratar con inteligencia con los demás, es importante saber escuchar e intentar conocer a la otra persona y, en caso contrario, saber callar en determinados momentos. Una persona socialmente inteligente sabe estar y comportarse con personas muy diversas, aunque haya tenido quizá menos formación en la infancia. La educación: Es una de las bases de una buena convivencia, y la podemos considerar como un resumen de los puntos anteriores. Factores negativos para convivir: Los prejuicios: actitud negativa ante los demás dificultando enormemente la relación. El prejuicio va en contra del respeto que cada persona merece. La intransigencia: Convivir con los demás supone un esfuerzo en conseguir puntos de acuerdo. Para ello, todas las partes deben ceder a menudo en sus posturas. Cuando alguien nunca está dispuesto a ceder, la convivencia no es posible.
La falta de comunicación: la falta de comunicación provoca situaciones difíciles en todos los ámbitos de nuestra vida, que podrían ser solventadas con una simple conversación. Vandalismo y daños materiales: la espectacularidad y expresividad de estas conductas explica en parte su capacidad para reclamar la atención de la opinión pública, al tiempo que se convierten en demostraciones de fuerza de los actores. En términos ideologizados cumplen también una función reivindicativa, amedrentadora y subversiva. Estos factores se ven reflejado en las acciones de los alumnos con frecuencia, pero, debemos tomar en cuenta que el respeto y la solidaridad son dos valores imprescindibles para que la convivencia armoniosa sea posible. Por supuesto, existen distintos niveles o tipos de convivencia: la convivencia con la familia en el seno de un hogar es muy diferente a la convivencia con otros seres humanos en el marco de una comunidad, ya que la intimidad de ambos casos es incomparable. Ramírez & Justicia (2006) Para elaborar cuestionarios que nos ayuden a observar problemas de convivencia, se proponen las siguientes categorías: Desinterés académico: hace referencia a aquellos comportamientos del alumno, normalmente observados en clase, que van encaminados a no realizar las tareas académicas propuestas por el profesor. Conducta disruptiva: la disrupción es “la música de fondo dela mayoría de nuestras aulas”. Cuando se habla de disrupción se hace referencia a un conjunto de comportamientos que deterioran o interrumpen el proceso de enseñanza y aprendizaje del aula.
Estrategias para mejorar la convivencia
Es una estrategia socializadora, que consiste en la elaboración en grupo de un trabajo bajo la dirección de un docente, con el propósito de desarrollar una habilidad en particular, adquirir alguna destreza y/o profundizar e investigar sobre un contenido en particular. Los docentes en el aula tenemos que buscar diversas estrategias que nos permitan mejorar la calidad en el aprendizaje, en ser personas
de bien, en convivir en un ambiente a veces hasta hostil, en comportarse y en la toma de decisiones de nuestros alumnos para construir el hombre del mañana en un mundo mejor. Para ello (Gutiérrez, 2013) menciona las siguientes estrategias Para mejorar la enseñanza-aprendizaje: Investigación individual y grupal. Lecturas individuales, grupales, en seguidillas y silenciosas Comprensión lectora y escrituras espontaneas Organizar el horario y tiempo de estudio en el hogar. Análisis, resúmenes, toma de notas entre otros. Para ser buenas personas: Dinámicas grupales de autoestima. Talleres sobre valores. Aplicación de los valores en el aula y el hogar. Talleres con padres y representantes. Tratarlos con respeto, amor y confianza. Valorarlos y respetarlos ante sus fortalezas y debilidades. Para una buena convivencia en el aula y el hogar: Convivencias grupales dirigidas por especialistas en el área. Dinámicas
grupales
que
fomenten
el
amor,
respeto,
solidaridad
y
compañerismo. Ser constantes en las técnicas sobre autoestima y valores. Aplicar en el aula lo conocido en talleres, convivencias y dinámicas.
Importancia de los valores para promover la convivencia
Los valores constituyen un proyecto compartido que da sentido y orienta la formación de actitudes en la escuela. La escuela espera de sus actores una serie de comportamientos adecuados a los valores que inspiran el proyecto educativo. Para ello deben incorporarse normas. La meta máxima será que éstas sean aceptadas por todos los actores como reglas básicas del funcionamiento
institucional, que se comprenda que son necesarios para organizar la vida colectiva. Si esto se logra, se logró la interiorización de las normas. Los siguiente valores influyen en la fomento de la convivencia, esto lo indica Luna Respeto. Por la capacidad de ver y escuchar a los demás, sin que medien juicios de valor que califiquen su forma de ser o de pensar. Legitimarlo como persona, como igual en un plano de la dignidad humana. Igualdad. Por la consideración de que todas las personas nacen y crecen con los mismos derechos, sin importar su condición social, económica, étnica, religiosa, política, etcétera. Equidad. Porque no se puede tratar por igual a los desiguales. Bajo el principio de la igualdad, la equidad reconoce la necesidad de dar un trato adicional o diferenciado a quien así lo requiera. Justicia. Porque la disposición para proporcionar a cada quien lo que se merece, de acuerdo con reglas previamente establecidas, siempre que no atenten contra la dignidad humana, implica indagar lo suficiente antes de tomar decisiones. Cooperación. Por la disposición para participar en acciones que tienen como finalidad la obtención de un fin personal y/o colectivo. Solidaridad. Por el apoyo hacia los demás cuando éstos tengan una necesidad particular o cuando se encuentren en situaciones de desgracia. Tolerancia. Por la disposición y capacidad para respetar la forma de ser y de pensar de los demás, incluso que éstas sean diametralmente opuestas a las nuestras, siempre que no se atente contra la dignidad humana. Ser tolerante no es sinónimo de permisividad en exceso, ni tampoco dejar que el otro haga lo que quiera o deje de hacer lo que le corresponda. Reciprocidad. Por corresponder hacia los demás, de la misma forma en la que hemos sido beneficiados con su apoyo. A convivir se aprende, no es algo que venga inscrito. La convivencia constituye la esencia de las relaciones sociales. El ser humano, por su naturaleza necesita de otros: es, se hace y construye en la relación con demás, tanto, que su existencia
depende de la relación con sus semejantes. De allí la importancia capital de aprender a convivir. Este aprendizaje se logra en la casa, en el espacio familiar, en el barrio y también en el establecimiento educacional. La escuela es un lugar excepcional para aprender a convivir porque la misión principal de la institución escolar, además de enseñar contenidos, es enseñar a ser ciudadanos, respetar a los otros como iguales en dignidad y derechos, a reconocer, valorar y aceptar las diferencias, a ser solidario, tolerante.
Conclusión Se debe dejar atrás la noción que el establecimiento educacional es solo para la entrega de conocimientos y que deben trabajar solo las competencias cognitivas de los alumnos, ya que se deben formar personas integras, además dejar de creer que la educación involucra solo a docentes y alumnos. En realidad un establecimiento educacional involucra a todos sus , por lo mismo debemos hacer partícipe a toda la comunidad educativa y no solo para lograr las metas u objetivos propuestos en términos académicos, sino también para intentar tener o fortalecer una buena convivencia educativa, que ya no se fomente el individualismo si no el trabajo colaborativo. Debido a que vivimos en sociedad y día a día estamos en constante relación con seres humanos distintos los unos a los otros, por lo mismo es que se deben crear instancias o espacios de reflexión, análisis y crítica que vayan dirigidos a tener una buena comunicación y convivencia. Nuestras primeras instancias de socialización es en nuestros hogares, por ende se le atribuye real énfasis a esto, debido a que se traen los primeros cimientos sobre lo que significa escuchar, respetar, compartir. Es decir la herencia cultural entregada por nuestros padres, los valores y principios, por lo que en el caso de que no se haya conseguido lo anteriormente mencionado, es el establecimiento el encargado de suplir estas carencias o falencias que traen consigo los alumnos.
El preocuparse por uno mismo por sobre el resto y la violencia tanto verbal como física y todo está relacionado con la nula aceptación a las diversidades, la escasa inclusión ya que se tiende más a la segregación y a la poca o nula empatía, por lo que no son hechos aislados. Hechos que ocurren en la cotidianidad y son los establecimientos educacionales los que deben hacerse cargo de generar espacios donde prime la aceptación, respeto, igualdad de condiciones y oportunidades, la diversidad. Todos estos son valores que están insertos en una buena convivencia escolar, puesto que no solo se relaciona con establecer vínculos interpersonales que en el presente les servirá dentro del establecimiento, en el futuro les servirá para poder trabajar en equipo, solucionar conflictos de manera de llegar a mediaciones y desenvolverse dentro de la sociedad. También el poder tener una buena o sana convivencia índice positivamente en el proceso de enseñanza aprendizaje de los alumnos, ya que se generan ambientes propicios para esto, que tengan como base fundamental el respeto y la comunicación entre pares y de la comunidad.
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