Ensayo Historia De La Locura 6r5a4s

PUCE Facultad de Psicología Fundamentos históricos y epistemológicos de la Psicología Andrea Brito Primer nivel 3 Profesora: Ruth Gordillo Diciembre 9, 2014 Características del loco en aspecto social y religioso desde el siglo XV al XVIII

Este tema es importante desde la perspectiva teórica porque dentro del aspecto social y religioso se manifiestan determinantes que definirán al sujeto como loco en la época clásica y revelaran la importancia de comprender las características que presenta el autor; además en el ámbito de la Psicología tener presente las características que se intentará plantear es fundamental, ya que de ahí parte los rasgos que más adelante servirán para determinar el estado mental desde la Psicología; finalmente, es importante, en términos generales, “La locura ya no es la rareza familiar del mundo; es solamente un espectáculo muy conocido para el espectador extraño”. (Foucault, 1967, pág. 24). La tesis que se va desarrollar en este ensayo entiende el enfoque del aspecto social y religioso que existía en la época clásica, determina cuáles son los motivos para comprobar el estado mental de una persona, este enfoque es el punto de partida para la formulación de la constitución del sujeto alineado. Esta tesis tendrá como argumentos centrales, primero, la notoriedad que se presenta a partir del siglo XV en el ámbito social gobernado por lo religioso, que crítica el comportamiento de individuos que no estaban sujetos a la razón; segundo, apreciar la visión que obtuvo la época clásica de la locura, que fue todo lo que estaba fuera de la norma social y religiosa que se manifestaba con funcionamientos impropios de la razón; tercero, explicar sobre

la clase de las "locuras 1

anormales", los tres órdenes principales que están integrados por las alucinaciones, las extravagancias y los delirios (Foucault, 1967, pág. 28). La notoriedad que se presenta a partir del siglo XV en el ámbito social gobernado por lo religioso, crítica el comportamiento de individuos que no estaban sujetos a la razón; en aquella época se decía que la locura era un castigo divino al igual que sucedió con la lepra y las enfermedades venéreas, sin dejar de lado el internamiento que la iglesia lo asignaba como un acto de bondad, pensaban que así lograrían la salvación para el individuo, por ello decían que esta era una forma de exclusión social pero era una reintegración social (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 8); además la iglesia consideraba que la falta de moral era una de las causas que atribuían a la sinrazón, es decir que presentaba un comportamiento totalmente contario a la actitud de una persona centrada en aquella época. La locura que fue “ignorada desde hacía siglos, o al menos mal conocida,

la

época

clásica

habría

empezado

a

aprehenderla

oscuramente como desorganización de la familia, desorden social, peligro para el Estado”. (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 68) En esta época aparecen las casas de internamiento, pero al ser ignorados los síntomas que presentaba el individuo era confundido con ciertos disturbios que no encajaban en la sociedad, al ser ignorados confundían a los locos con criminales; sin embargo, los encargados de emitir los criterios de la razón del sujeto era la familia y es precisamente ellos quienes exigen el internamiento del individuo. (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 77) La visión que obtuvo la época clásica sobre la locura fue todo lo que estaba fuera de la norma social y religiosa que se manifestaba con funcionamientos impropios de la razón. Para empezar se debe definir a 2

la sin razón y no es más que “la oposición profunda, que se remonta a una época de entendimiento y que enajena al uno por relación al otro, haciéndoles ajeno uno al otro” (Foucault, Historia de la locura en la época clásica II, 1967, pág. 34); en otras palabras el sujeto considerado loco se oponía a cumplir normas que le eran impuestas, tanto la sociedad como la iglesia, sin mostrar actitudes ligadas a la razón. En esta época surgen los llamado hechiceros que van en contra de las creencias de la Iglesia y como una posible permanente de un desorden social. (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 71)

A finales del siglo XVIII se ite a la magia, alquimia como

prácticas de profanación, la iglesia lo relaciona directamente con la sinrazón y la enfermedad mental (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 72); desde el punto de vista religioso los hechiceros eran oponentes a las normas que implantaban y causaban disturbios,

eran considerados herejes;

por lo tanto no estaban en

relación directa con su propio juicio. Foucault presenta que “aparte de la clase de las "locuras anormales", los tres órdenes principales están integrados por las alucinaciones, las extravagancias y los delirios”. (Foucault, 1967, pág. 28) Es decir, que los va clasificando en diferentes grupos que han sido analizados según las características que presenta el individuo; pero para llegar a clasificarlos primero intenta definir a la locura como una forma de expresar la sinrazón; a partir del siglo XVIII, se habla sobre la locura que “ es la razón más una extrema capa negativa; es lo que hay más próximo de la razón y más irreductible; es la razón afectada por un índice totalmente imborrable: la Sinrazón” (Foucault, Historia de la locura en la época clásica II, 1967, pág. 18); a partir de este concepto da una definición a cada categorización.

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“Las alucinaciones son "enfermedades cuyo síntoma principal es una imaginación depravada y errónea" (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 28). Las alucinaciones perturban a la imaginación, conjuntamente Foucault añade que eran consideradas como errores del alma causados por el vicio de los órganos situados fuera del cerebro, lo que seduce la imaginación. Sin embargo, en las experiencias que se registran en los siglos XVII y XVIII, le atribuyen a otro tipo de experiencia que es la del internamiento. A raíz de esta práctica, los médicos de esta época verifican que en la locura siempre han existido alucinaciones. (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 99).

“Las extravagancias deben comprenderse como depravación del gusto o de la voluntad” (Foucault, 1967, pág. 28). A este tipo de locuras se lo puede apreciar en la literatura del siglo XVII, que es reflejado en el teatro, donde a los actores les es quitada la razón para introducirse en el papel que están representando. Es así que Foucault menciona que “a través de esta extravagancia el teatro desarrolla su verdad, que es la de ser ilusión. Eso es, en estricto sentido, la locura” (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 37). “El delirio, como una depravación de la facultad de juzgar” (Foucault, Historia de la locura en la época clásica II, 1967, pág. 28). En la época clásica se le atribuye al delirio como el resultado de una falta de comprensión y de una exageración en el uso de los afectos; se entiende que es la confusión mental del individuo y se lo identifica por las permanentes alucinaciones que presenta el individuo, además de presentar una actitud incoherente; es por este motivo que el sujeto no encajaba en el ambiente social y mucho menos en lo religioso. En los siglos XVIII se reconoce en la literatura la presencia de la locura, a través 4

de novelas que causan controversia sobre el origen, porque existe la duda de si son producto de la imaginación o guardan relación con la realidad, pero que sin importar el lector se ve envuelto en la invención fabulosa proveniente del delirio. (Foucault, Historia de la locura en la época clásica I, 1967, pág. 35)

En síntesis, cada argumento trabajó temas como la sociedad y la iglesia que consideraba la inmoralidad como una enfermedad mental; además de cómo en algún momento de esta época confundían las características entre individuos que ocasionaban disturbios, pero eran considerados como actitudes propias de la sinrazón, sin dejar de lado a los hechiceros que eran considerados herejes por realizar actos de profanación; así mismo, ya identificadas las características de las grupos que se clasificó adicionalmente de las ˈlocuras normalesˈ, se aprecia que “el delirio se distingue de la alucinación en que debe buscarse su origen tan sólo en el cerebro, no en los diversos órganos del sistema nervioso” (Foucault, Historia de la locura en la época clásica II, 1967, pág. 29).

Bibliografía Foucault, M. (1967). Historia de la locura en la época clásica I. México: Fondo de Cultura Económica. Foucault, M. (1967). Historia de la locura en la época clásica II. Mexico: Fondo de Cultura Económica.

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