1
La Salada: Metamorfosis de un Lugar. La salada que ahora es una feria, por los años 30 no era así, en ese lugar se encontraba una laguna de agua barrosa y salitrosa ubicada en la zona sur del partido de en la zona sur del partido de La Matanza. Medía 200 metros de largo por 20 de ancho aproximadamente. Se le atribuían propiedades curativas, especialmente a su fondo barroso, con el cual muchas personas untaban su cuerpo en busca de sus beneficios. Al comenzar la década del cuarenta, los porteños encontraron en ese sitio, una forma de mitigar las jornadas de calor húmedo, típicas de Buenos Aires. Era una cita elegida para los días sábados, domingos y feriados que, mediante el transporte en tren, colectivos, camiones y a veces, en autos particulares, facilitaba el arribo de entusiastas concurre, No se disponía de piletas particulares. Se solían visitar otros sitios como el Balneario Municipal en la Costanera Sur, los balnearios de Vicente López y Olivos en la zona Norte, o los de Quilmes y Punta Lara, en la zona Sur. La popularidad de la laguna La Salada motivó la creación del “Parque Balneario La Salada”, con la construcción de 3 grandes piletas alimentadas con agua salada, extraída por bombas aspirantes, y de baños, vestuarios y duchas. La pileta de menor tamaño y profundidad, era exclusiva para niños. Los grupos familiares disfrutaban de la sombra de los numerosos árboles existentes, así como de un buen asado cocinado en los fogones y degustado sobre las mesas de material por allí dispersa. Disfrutar de la sombra de esos árboles o de los baños en las piletas, ya sea por placer o por sus propiedades curativas para enfermedades reumáticas, era una situación aprovechada también por visitantes provenientes del interior del país. Este balneario fue clausurado en el año 1961 por la existencia de contaminación bacteriana de las cañerías. Las inolvidables piletas del Parque Balneario La Salada, fueron las más populares de la zona Sur de Buenos Aires. Este balneario considerado como un paraíso para el descanso y esparcimiento de la clase obrera que no podía realizar los largos viajes hasta la costa atlántica, le ofrecía un lugar para toda la familia con actividades para todos en un ambiente cálido y fraternal de esta manera disfrutaban de un lugar que no era lejos de sus hogares. Después de su cierre en año1961 esta zona comenzó a poblarse con construcciones muy precarias mayormente con casa de chapas y cartón, usualmente eran arrasadas por tormentas y temporales que rebalsaban el cauce del riachuelo que por ahí pasa. El crecimiento demográfico que tuvo la zona fue como el de prácticamente todo el conurbano bonaerense con gran cantidad de familias que migraron hacia las afueras de capital federal buscando lugar donde asentarse y vivir por la cantidad de terrenos baldíos a bajo costos o fiscales que fueron tomados. Mayormente las familias que poblaron este lugar son de procedencia boliviana, peruana, y paraguaya los que comenzaron con la formación del barrio que prácticamente no contaban con ningún tipo de servicios, ni luz eléctrica y agua [Escriba aquí]
2
potable lo cual dificultaba establecerse allí, y el único medio de trasporte era el ferrocarril. Estas familias trabajadoras comenzaron con el desarrollo de lugar y su urbanización lo cual comenzó el cambio de esta zona prácticamente rural situada a 5 kilómetros de lo que es hoy puente de La Noria uno de los s más importantes que tiene a capital federal. Estas personas que emigraron de su país natal en busca de trabajo y bienestar para sus familias encontraron un lugar que les permitía un crecimiento social al poder trabajar en capital y darles educación gratuita a sus hijos y servicios de salud que en su país de origen era costoso. En su gran mayoría los trabajos que ellos encontraban eran en la construcción, en la faena de frigoríficos ubicados en los márgenes de la cuidad o también en grandes talleres textiles ubicados en buenos aires. Así recuerda el diario clarín a la salada en su artículo de clarín digital “Claro que, en el sur del Gran Buenos Aires, las piletas de Ezeiza no tenían la exclusividad. También estaba lo que la gente denominaba simplemente La Salada. Aquellos eran predios con un ambiente muy familiar, rodeados de eucaliptos, paraísos y sauces y equipados con mesas y parrillas, para los que se animaban a preparar el asado a las brasas, desafiando las altas temperaturas. Así, en esa zona que mezclaba parte del partido de La Matanza con el de Lomas de Zamora, aparecían piletas que convocaban multitudes: Villa Albertina, Ocean, Punta Mogotes, El Puente o Danubio Azul. Pero sin dudas, la más popular era la del Parque Balneario La Salada, que estaba cerca de la estación del tren, en los alrededores de Puente La Noria. Tenía un gran lago de unos 200 metros de largo por 15 de ancho, lleno de un agua salada, a la que algunos atribuían propiedades curativas, en especial para el reuma. El lugar contaba con baños, vestuarios y duchas y los fines de semana rebosaban de gente ansiosa por escapar, aunque fuera por unas horas, del calor del cemento porteño. El grueso de la gente llegaba en pequeños camiones, camionetas o colectivos. Para muchos, el auto recién fue posible en la década del 60. Por lo general, después de las 18 y hasta la caída total del sol, se dejaba a un lado la lonita que se ponía en el piso para tomar sol y la jornada se cerraba con un baile con ritmos que incluían desde pasodobles hasta buenas cumbias, como para que nadie se sintiera excluido por la edad. La salada como lugar de encuentro y descanso y que de repente tuvo un ocaso rotundo cuando fue clausurada, y cambio de repente todo el lugar que creció desde lo social a un punto que hoy podemos encontrar una zona comercial de gran magnitud. En las siguientes entrevistas podemos notar de qué manera se fue desarrollando el lugar y como cambio desde su comienzo hasta la llegada de emigrantes en su mayoría de países limítrofes en un crecimiento y desarrollo urbanístico. El cambio que fue viviendo en su fisonomía causado por un cambio en las construcciones y mejoras que trajo con ella prosperidad a la zona la creación de asfaltos para su , luminarias y todo un conjunto de medidas que tomaron los vecinos. Esto contrajo consigo un avance económico en el lugar para aquellas personas que tenían emprendimientos y lo cual se puede ver hoy en día.”1 1
Clarín digital del 12/09/2015 portal de noticias.
[Escriba aquí]
3
Rosa Mamani vecina del lugar de 78 años de edad me cuenta como era la salada en aquel entonces: -Rosa cuando yo llegue con mi esposo en 1965 con apenas 25 años y con mis 2 hijos esto era muy distinto estaba muy descampado no avía calles en el barrio apenas se marcaban algunas huellas de algún vehículo que pasaba o de los carros de los vecinos del fondo, la única calle que estaba era la que llevaba a los piletones después de este lado del rio no teníamos luz y así estuvimos mucho tiempo con faroles a kerosene y cocinas a leñas y muchas casas contaban con fogones nada más, que los utilizaban para cocinar como para calefacción en invierno. Recién pusieron el tendido de cables después del 69 pero para algunas casas de acá no más las casitas del fondo del barrio seguían a oscuras.
-¿Y cómo eran las construcciones por esos años Rosa? : -Y en su mayoría eran ranchitos la gente construía con lo que podía maderas, chapas los materiales eran caros avía muy pocas casas que estaban hechas de material. De acá de casa como a 50 metros vivía Don Lorenzo él era paraguayo y albañil y me acuerdo que todas las tardes volvía de su trabajo y traía bolsitas con materiales y las amontonaba en su ranchito para que el fin de semana se ponía a levantar su casita o en ocasiones llegaba y se ponía a pegar ladrillos y si lo agarraba la noche prendía el farol y hasta que no terminaba el material no se iba a dormir y eso que se levantaba muy temprano para ir a trabajar. Él tenía su mujer que en el fondo de la casa con los chicos tenían huerta y los chicos salían a vender lo que cosechaban. Tenía 2 varones y una nena que siempre jugaban con los míos por que también iban al colegio junto. -¿Y usted y su esposo trabajaban? -si mi marido trabajaba en mataderos de limpieza en un frigorífico, pero muchas veces no alcanzaba y yo hacía algunas changuitas de limpieza en casas de capital o mis hijos salían a vender verdura que acá mismo se cosechaba. En aquel tiempo todo servía para ayudar a la casa. -¿Cómo se trasladaban a sus trabajos? - Era difícil viajar, no había mucho en que moverse mucha gente caminaba hasta la noria para poder llegar a sus trabajos en ocasiones estaba un vecino del fondo que tenía tambo por allá a donde ahora es el olimpo, que tenía un carro grande de esos de cuatro ruedas que tiraba por dos caballos y lo cargaba con la gente que venía de la noria para este lado y le daban unas monedas por alcanzarlos la mayoría de los colectivos pasaban por el puente de la noria y otros salían de ahí. Los días de mal tiempo era peor se complicaba mucho salir porque esto era todo barro y hasta los carros se empantanaban. Recién por el año 1976 hicieron un mejorado que comunicaba la noria con el olimpo y pusieron un servicio de colectivos que ayudo mucho a la gente. Parte de ese camino costeaba el arroyo y hacia una curva y se metía hacia adentro donde se avía poblado más el barrio. -¿Y cómo cambio tanto esto? [Escriba aquí]
4
- Mira a fines de los 80 todavía era bastante descampado pero ya se veía un progreso en el barrio y fueron llegando más paisanos de Bolivia y se fueron asentando acá como lo hicimos nosotros pero muchos de ellos ya no trabajaban de albañiles u otros rubros en su mayoría trabajaban en el mercado central y conseguían muchas mercaderías que compraban y lo re vendían el gobierno de Menen traían mucho de afuera, mucho importado y lo empezaron a vender acá, hasta que después del dos mil empiezan a traer más familiares y comenzaron con talleres de costura de ropa manejados por familias eso en el caso de los paisanos mientras que los paraguayos confeccionaban calzado y así comenzaron con esto . ¿Ahora estas jubiladas o seguís trabajando? Yo no tengo jubilación vivo de lo que alquilo unas piezas en el fondo y el galpón que hizo mi marido ahora se lo alquilo a mi sobrino que tiene un taller de costura de ropa es una entrada que tengo ya que nunca pude trabajar en blanco o tener aportes y es difícil mis hijos me ayudan en lo que pueden, pero es difícil.| | ¿Ellos de que trabajan? Acá en la feria en los galpones uno tiene puesto en punta mogotes y el otro esta en ocean encontraron un trabajo acá con la ropa que hace mi sobrino que el también tiene negocio en la calle avellaneda es mucho trabajo, pero es lo que aprendieron a hacer. Trabajar en los talleres es muy sacrificado son muchas horas y después ir a vender es sacrificio, pero ellos están bien, mis nietos no les falta nada, pero son muchas horas que están lejos y no los ven. Rosa nos conto de esta manera cual fue su historia de su familia en este lugar como fue su llegada y de que manera se fue desarrollando todo el avance económico que tiene la salada “La Salada es un complejo ferial-comercial en el conurbano sur de Buenos Aires, a la vera del Riachuelo, en el partido de Lomas de Zamora, cercano al puente de La Noria. Se desarrolla dos veces por semana, generalmente de madrugada, y ya lleva más de quince años de actividad. Más allá de su función comercial, La Salada despliega todos los fenómenos de urbanidad que un centro metropolitano implica: eventos religiosos, reuniones sociales, mecanismos políticos, asistencia de salud, entre otros. Además de constituirse, en parte, por fuera del sistema “legal” del Estado, negocia constantemente con sus distintas agencias. Aunque inicialmente se gestó con escasísimos recursos, opera en sincronía con centros mundiales de comercio no-hegemónico. La historia de La Salada se remonta a principios del siglo pasado, cuando el Riachuelo no contaminado ofrecía baños curativos a vacacionantes ocasionales, justo antes de que el primer peronismo, con sus políticas de promoción de centros vacacionales y de ocio popular, lo transformara en un balneario recreativo. Mucho tiempo después el establecimiento de industrias contaminantes en la cuenca del Matanza despoblaría la zona nuevamente, preparando el terreno para su actual ocupación.”2 2
Juan Pablo Scarfi. Nació en Buenos Aires en 1979. Es Licenciado en Ciencias Políticas y Magister en Historia por la Universidad Torcuato Di Tella su trabajo (La salada)
[Escriba aquí]
5
La Salada comenzó en 1991 con un puñado de ciudadanos de nacionalidad boliviana que se Instalaron a vender ropas importadas y comida en terrenos abandonados en la localidad de Ingeniero Budge, que en tiempos de Perón estaban acondicionados como balnearios. Como vieron que el negocio era redituable reunieron a sus familias, y cuando llegaron a las 430 personas armaron Urkupiña SA, que, al sumar nuevos socios, se dividió en Cooperativa Ocean y Punta Mogotes SA. Las ferias nacieron en 1999 y desde la devaluación reemplazaron los electrodomésticos y chucherías importadas que vestían sus caballetes por ropa, calzado, compacts y videos. Como la experiencia se llevó a cabo en los terrenos rellenados cercanos a la laguna Salada, éste es el nombre genérico con que se conoce a las tres ferias organizadas que funcionan allí: Punta Mogote, Ocean y Urkupiña y una cuarta, la feria "de la ribera", que creció como un yuyo salvaje de puestos instalados a través de mil metros junto a la margen misma del Riachuelo. Todas funcionan de noche, y convierten a sus 50.000 visitantes diarios en ciudadanos de una espectral ciudad nocturna. Durante toda la noche, el movimiento no lo protagonizan sólo clientes; los puestos van cambiando de manos porque "cuando a uno se le acaba la mercadería, se va y se coloca otro en su lugar, sean las diez o las dos de la mañana". Miles de personas transitan por la feria con enormes bolsas de basura en las que cargan sus compras o bien con sacos de tela que se alquilan o venden en la entrada, ya que quien va a La Salada "viene a comprar mucho, No un par de cosas", explicó Beatriz, una chica de 27 años que lleva siete comprando en la feria. Esta feria es conocida por ser una de las mayores ferias ilegales de América Latina debido a los productos de imitación de marcas que se pueden encontrar. "Nosotros no tenemos nada que ocultar y no podemos echar a la gente que tiene puestos con productos de imitación, pero somos legales y pagamos nuestros impuestos como todos los negocios". Este fenómeno de crecimiento comercial arroja cifras que a muchos les gustaría escuchar todos los días, un estudio hecho desde Europa dice que la feria está dando alrededor de los 9 millones de dólares semanales, los cuales los dejan alrededor de 100 mil visitantes por día de feria. La salada se convirtió en un lugar económico de comercio para todo el país en los 27 años que tiene desde su creación paso de ser un campo a un centro de ventas que acoge a clientes de todo el país los cuales son traídos en micros llamados tours de compras los cuales están organizados de todas partes del país. Que llevan infinidad de mercaderías de todo tipo desde ropa, calzado, ropa de blanco, cd y hasta artículos de limpieza. En esta feria se puede encontrar prácticamente de todo y también marcas falsas lo cual lleva el nombré de lo trucho o directamente la “feria de lo trucho”. es por eso que en este último tiempo tuvo muchos problemas legales, demandas allanamientos y hasta muertos. El 80 por ciento de la gente que trabaja en la salada son extranjeros los cuales en el caso de las familias Bolivia tienen talleres textiles de costura. Ellos confeccionan sus prendas toda la semana para venderlas los días de feria estos mismos comerciantes también tienen otros puntos de venta ferias o locales muchos de ellos [Escriba aquí]
6
ubicados en once, o la calle avellaneda en flores y también en pequeñas ferias o galpones llamados las” saladitas “distribuidas por todo el conurbano. Sin la llegada de estos inmigrantes la salada se uniese podido transformar en esto que es hoy podemos decir que el crecimiento demográfico y estructural se dio por el comercio que ellos generaron o solo paso por el trabajo diario de ellos. sin embargo, la salada se convirtió en el previo ferial más grande de la argentina lo cual es considerado un centro económico muy importante para la zona con ingresos millonarios por cada día de trabajo. Gente de todo el país llega cada noche de trabajo a buscar mercaderías que en sus provincias es imposible conseguir o que lo pagan a costos altísimos lo cual le sale más barato poder viajar a buenos aires que comprarla en su lugar de origen. Empresas de transportes y dueños de micros de gran porte realizan viajes de compras para gente que quiera buscar mercaderías en la salada una empresa como bus el pampa organiza dos viajes por mes a la feria con un costo de 700 pesos por pasajero los cuales le ofrecen el traslado y la espera en el lugar y vuelve a lugar de partida una vez que termine la feria. Ellos realizan los viajes desde chivilcoy provincia de buenos aires con un tiempo aproximado de 7 horas para realizar las compras. Mario Corcichi de 56 años chofer y dueño del micro nos cuenta como se realizan estos viajes. ¿ya tienen pasajeros fijos para cada viaje? Si usualmente siempre es la misma gente que viaja en su mayoría son comerciantes o gente que se dedica a las ventas de ropa a ellos le sirve comprar en la feria para hacer una diferencia en sus ganancias y a mí y a mis compañeros nos sirve porque trabajamos tranquilos con los pasajeros de siempre ya los conocemos y hay gente que nos pide que la bajemos en distintos lugares del camino para que se les haga más fácil volver a sus casas. Con algunos ya tenemos un trato de amistad, uno se va conociendo con los pasajeros y se va haciendo una confianza hay gente que es desconfiada y viaja con mucho efectivo encima y muchas veces baja en la feria y me dejan sus cosas de valor para que se las cuide ellos son en muchos casos vecinos míos en chivilcoy ¿Se suma gente nueva a los viajes? Si siempre tenemos alguna cara nueva o gente que no conoce y quiere chismear a ver de qué se trata pero en su mayoría siempre son los mismos tengo pasajeros que me conocen bien y hace años que trabajan con nosotros que hasta regalos me hacen.
‘¿Nunca tuviste problemas con los pasajeros? [Escriba aquí]
7
No muy raro alguno no más que se retrasa o se pierde en la feria en alguna ocasión alguien que lo punguean o le robaron algo o alguna persona que viaje con algún menor y se descomponga por algo que comió. ¿Sabes de muchos hechos de inseguridad en la feria? Si siempre se escucha de algo oportunistas hay en todos lados es común esto roban cuando ven la oportunidad gente que se descuida por que no está acostumbrada a este movimiento pero como en todos lados. Como también la gente se olvida las cosas una vez un pasajero se olvidó 2 bolsas llenas de mercadería el decía que eran como 10mil pesos y volvimos y las bolsas seguían hay donde las dejo eran bolsas de residuos y quizás la gente pensó que era basura por eso no las agarro. ¿Hace cuánto haces estos viajes? Y ya hacen 5 años que 2 veces por semana vengo y la verdad no me puedo quejar esto creció mucho la gente cada vez se anima más a venir a comprar acá.
Martín Di Peco es el autor de un trabajo llamado la salada y la política y da un punto de vista muy particular al respecto “3El éxito original de las piletas se basaba en las propiedades curativas de sus aguas Termales, ya que se creía que, por su alto porcentaje de salinidad, eran curadoras de Reuma, artritis y dolores musculares. Sin embargo, en 1961 los balnearios fueron Clausurados por orden del Ministerio de Salud, porque las aguas de las piletas y los Grifos poseían alta contaminación microbiana. Posteriormente, se culparía del hecho a las serias inundaciones sufridas en la zona y a la presencia de numerosos criaderos de Cerdos. Los terrenos quedaron, entonces, abandonados por varias décadas, antes de que la Comunidad boliviana fundara la primera feria de ropa y comidas típicas “Urkupiña” (Primero cooperativa y luego sociedad anónima), allá por el año 1991. Los nombres Actuales de las ferias: “Punta Mogote”, “de la Ribera” y “Ocean” son herencia de aquel Uso como balnearios. En estos terrenos, hoy día se encuentran las construcciones Sobrevivientes de los antiguos balnearios de agua salada que le dieron nombre al lugar. Piletones, canchas de paddle, vestuarios, restaurantes, kioscos y hasta un mini zoológico se dejan invadir por el pasto pampeano en la margen izquierda del riachuelo, y por los
3
Martin di Peco la salada y la política universidad de Lanús
[Escriba aquí]
8
Galpones, puestos y micros de larga distancia que llegan dos veces por semana, en la Margen derecha. Actualmente, La Salada se encuentra enclavada en un suburbio que desde hace Varias décadas presenta desfasajes en su sincronía institucional, esto es, entre la Presencia de las instituciones en las diversas obras emprendidas (o no) en el área. La Ausencia de agua potable en la mayoría de los barrios que la rodean contrasta con el Despliegue de obras de infraestructura antiguas y presentes de gran escala: desde la Construcción de los balnearios masivos, obra pública peronista, al relleno del meandro Del Riachuelo, obra privada (denunciada por antirreglamentaria) encarada por Empresarios de la feria para aprovechar la ribera y extender la feria. Obras no Identificadas como privadas o municipales se superponen con la actual nivelación del Terreno de un gran predio, de alrededor de 20 hectáreas, que actualmente es utilizado Como estacionamiento, contiguo a La Salada, cruzando el Riachuelo. Allí se planea Construir un nuevo edificio para albergar otra feria, pero estos terrenos pertenecen al Partido de La Matanza (y ya no a Lomas de Zamora: la rectificación del arroyo Riachuelo-Matanza es línea divisoria entre ambos partidos), y están regidos por un Municipio que viene retrasando la consumación de dicho edificio. La feria se desarrolla del lado de Lomas de Zamora. El Riachuelo la separa de La Matanza, donde aún no se han demolido los Antiguos piletones, si bien hay muchos proyectos para extender allí la feria.” La feria de la salada es un lugar donde muchas familias encuentran un empleo que quizás en otro lado no es posible. Pero aquí pueden llevar un ingreso a sus hogares y en otros casos es un lugar que les permite avanzar con sus metas personales este es el caso de Tatiana González una joven mama de 24 años que trabaja junto su esposo en un tallar de aparado de calzado y los días de feria vende sus mercaderías, pero si bien este trabajo es sacrificado ella se hace un tiempo para estudiar la carrera de asistente social en la universidad. Tatiana nos cuenta como es trabajar en la feria y poder estudiar una carrera al mismo tiempo. ¿Tatiana hace cuanto tiempo trabajas en la feria? Ya hace seis años que trabajo en la feria vendiendo, pero antes de eso trabajaba en el taller con mi marido confeccionando calzado para un patrón que teníamos, trabajábamos desde las seis de la mañana hasta las 5 de la tarde o hasta que terminábamos la tarea del día. eran muchas horas, pero nos serbia yo era muy joven y ni siquiera el secundario tenia a si que no podía aspirar a otro trabajo mejor al poco tiempo quede embarazada de mi primer hijo a si que tenia que seguir en el taller con mi marido yo tenia 17 años y ya iba a ser mama por eso seguí trabajando [Escriba aquí]
9
hasta que el embarazo me lo permitiera y después que nació mi bebe me di cuenta que yo necesitaba algo mejor a si que me puse a estudiar en el secundario para adultos ya tenia 18 años y podía ir con mi bebe tenia la posibilidad de hacerlo y en caso que lloviera se lo dejaba a mi mama ella lo cuidaba hasta que volviera y así comencé a estudiar. En ese entonces teníamos el taller en casa de mi mama en el barrio de Dorrego la matanza y trabajábamos los tres allí mi marido, mi mama, y yo. ¿Y como llegaste a la feria? Es mismo año que era el 2012 mi esposo tubo un accidente con el coche y el seguro le paga el siniestro y con ese dinero compramos materia prima y .comensamos a fabricar para nosotros el avía llamado a un primo para que venda pero el no le intereso el trabajo entonces le dije que no se haga problema que si el cuidaba al bebe yo iría a vender y que esa plata extra me la de a mi para mis estudios el dijo que íbamos a probar y así fue que ya pasaron seis años que vendo los lunes y jueves y mi marido se armo su taller acá en la salada en una casita que alquilamos el se queda con los chicos y yo vendo con mi hermano que me ayuda. ¿Cómo es vivir en el barrio la salada? Y cuando recién nos mudamos no fue fácil es muy distinto al barrio tranquilo al que vivíamos antes pero ahora nos acostumbramos acá son casi todos emigrantes Tenes muy pocos argentinos son muchas las familias bolivianas y paraguayas que hay en el barrio y está muy dividido, pero conviven todos yo soy hija de paraguayos y mi marido nieto a aborigen, pero después son muy pocos que no nacieron en otro país. los días de feria esto es un mundo de gente no se puede caminar hay gente que no puede salir de sus casas por que tienen vehículos cruzados en las puertas mi vecino tiene su taxi con el que trabaja en capital y los días de feria lo tiene que dejar como a diez cuadras en la casa de un familiar por que al otro día no puede salir. ¿Es muy inseguro el barrio o cuando esta la feria es peor? En ocasiones se pone difícil por que hay muchos que quieren pisar fuerte, pero con la gente del barrio no se meten. El problema grabe que teneos es la droga están los chicos los carreros que se encargan de llevar la mercadería a cada puesto que andan en el aire y se pelean entre ellos para agarrar los clientes es un tema y si no estas atento te pasan por encima con los carros es complicado por que los pasillos son muy angostos. Siempre escuchas de algún robo o tiroteo, pero a mi nunca me paso nada alguno que anda robando pero en la feria hay seguridad y se cuidan de andar por adentro se que afuera en los puestos de la calle es más difícil trabajar con ese tema de los robos. Sobre la feria de la salada se an escrito infinidad de artículos desde periodísticos hasta históricos tienen películas filmadas en el lugar y hasta libros Como podemos encontrar en el libro del escritor Andrea sosa Alfonso que le da otra mirada a la salada como la feria textil ilegal mas grande de latino América. [Escriba aquí]
10
Este fragmento, retrata la feria textil ilegal más grande de América Latina, ubicada en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Sus páginas atraviesan las historias de las familias migrantes que la integran. “Esta publicación, Sangre Salada es un texto que, con la ambición de la crónica literaria, pero sin perder el rigor de la investigación periodística, hace foco en el juego contradictorio entre la miseria y la abundancia y visibiliza las reglas propias de un universo cagado de matices y de primeras personas que creció próspero como el negocio. El trabajo a destajo, la ambición y el sometimiento a las redes ilegales bajo la tutela de las fuerzas policiales, se vuelve una crónica indispensable acerca de la vida y la muerte. En 1989 Gonzalo Rojas Paz no usaba smoking para las fiestas ni era dueño de ese porte elegante con el que pasaría a la historia. Sus enemigos –ya los tenía en aquel entonces– decían que como egresado de la academia policial boliviana podía ser tanto un líder preparado, como alguien capaz de aprovecharse de sus paisanos. Cada lunes, unos quinientos inmigrantes se reunían al costado del Autopista Riccheri, en el Puente 12. Por la tarde se improvisaba una feria de comidas típicas, cerveza y algunos productos contrabandeados desde Bolivia y Brasil. Gonzalo era la cara visible de los feriantes. Se había ganado el lugar después de impedir un operativo de la policía bonaerense. Hasta sus detractores recuerdan que se desabrochó los botones de su camisa, se paró frente al cordón de infantería y abrió los brazos en cruz para intentar detenerlos. –¡Es una injusticia! –dicen que gritó–. ¡Pasarán sobre mi cadáver! Unos minutos después, cuando la policía avanzó sobre él, un grupo de cholitas lo rescató a fuerza de rasguñar y morder a los agentes. Edwin –al que todavía le faltaban veinte años para pesar 150 kilos y ser el buda de la abundancia– estaba allí para comprar Mentisán, una crema boliviana que calma casi todos los dolores. –Gonzalo se convirtió en una especie de héroe –dirá Edwin años más tarde–, porque sabía hablar bien y defendía a los paisanos. Pero también era terrible: como la gente lo amaba, les pedía plata prestada o mercadería para revender, y nunca devolvía nada. Algunos lunes, la policía cobraba su diezmo y los dejaba trabajar. Otros, sin motivo aparente, los puestos de comida eran rociados con querosén, y los bombones y cigarrillos importados terminaban en el baúl de los patrulleros. Gonzalo intentó buscar una salida. Se ofreció a negociar con el intendente de La Matanza, Héctor Cozzi. Le llevaron una propuesta para que todo se volviera previsible: pagar una coima fija y garantizar que no los molestaran. Cozzi los recibió en su despacho, escuchó los discursos y dijo que le parecía bien. Casi al final, Gonzalo pidió la palabra por última vez. [Escriba aquí]
11
–Nos gustaría –propuso– que todo quedase por escrito, para que no haya lugar a equívocos. El intendente lo miró como si le hablase en un idioma extraño. –Aquí por fin haremos que el trabajo de mis paisanos sea respetado –dijo Gonzalo. Había pasado un mes de la pelea con el intendente. El lugar donde se levantaría Urkupiña, la primera de las ferias que luego formaron La Salada, era una especie de camping a pocos metros del Riachuelo, en Ingeniero Budge. Había tres predios separados, cada uno con piletas de agua salada, y alrededor otras más pequeñas. El dueño de una de ellas le había ofrecido a Gonzalo alquilar el lugar para armar la feria. Con los años, la escena se convertiría en mito fundacional y las palabras de Gonzalo sonarían como las de un profeta. En el recuerdo habrá viento, eucaliptos y olor a pasto recién cortado. Gonzalo extenderá la mano para señalar el paisaje, como quien imagina los contornos del futuro. Nadie desmentirá el relato que será repetido por los únicos dos testigos presentes en el lugar. El primero era Quique Antequera, un comerciante textil que había perdido todo con la hiperinflación. Quique sabía –gracias a sus amigos bolivianos– que era más rentable viajar en avión hasta Santa Cruz de la Sierra y traer camisas de contrabando que fabricarlas. La otra era Mary Sarabia, la esposa de Gonzalo. Ella todavía no ostentaba ningún tipo de poder, pero pronto se convertiría en la dama de hierro de La Salada.4” Este es otro punto de vista de lo que el colectivo social y lo que se piensa de la salada para algunos es un lugar donde encuentran el trabajo y sustento que les permite mantenerse y sobrevivir para otros un lugar de delito en venta de artículos de dudosa procedencia o ilegal. para otros su hogar donde se formaron sus familias y criaron sus hijos. grupos de inmigrante que llegaron y se asentaron en estas tierras que les dio la posibilidad de un crecimiento y desarrollo tanto de lo económico como de lo urbanístico.
Hipótesis: ¿Los cambios producidos en la salada se hubiesen podido dar sin los inmigrantes que desarrollan comercio allí? ¿La llegada de extranjeros favoreció el crecimiento o solo en lo comercial?
4
Andrea sosa Alfonso trabajo sangre salada editorial marea del 2011
[Escriba aquí]