(Pág. 19) 1. Bulimia nerviosa/vomiting y comportamientos autolesivos: Dos caras de la misma moneda Las compulsiones basadas en el placer son una forma de trastorno que ha crecido como una epidemia en los últimos años (…) Trabajando con pacientes asociados a diferentes trastornos alimentarios, especialmente vomiting, binge eating y bulimia nerviosa, se observa que el hecho de hartarse, vomitar y lesionarse aparecen en primer lugar como los comportamientos compensatorios de un sufrimiento psicológico y luego, a través de la repetición en el tiempo, se transforma en una auténtica compulsión, placentera e infrenable. En otras palabras, en la mayoría de los casos el efecto sedativo frente al dolor psíquico causado por la práctica del comportamiento patológico se transforma, en unos meses, en una forma de ritual placentero. (pag. 20) Ese ritual desempeña un papel anestésico y de compensación respecto a otros sufrimientos no superados.
(Pag 21) 1.1. Compulsiones basadas en el placer o sedativos del dolor Matthew Selekman en su larga experiencia en comportamientos autolesivos, ha observado que en casi el 70% de los casos aparece también un trastorno alimentario, sobre todo la bulimia nerviosa con vómito autoinducido. Giorgio Nardone y su grupo de investigadores, en su estudio de veinte años sobre trastornos alimentarios, destacan el mismo dato desde la perspectiva inversa, esto es, en casi el 70% de los casos con patología de vomiting aparecen también las compulsiones autolesivas. (pag. 22) Por tanto, de los datos epidemiológicos y las experiencias de investigación y aplicación clínica de los autores se deduce que comer y vomitar se halla asociado en la mayoría de los casos a la compulsividad autolesiva, y viceversa. (pag. 25) La patólogica caracterizada por la búsqueda voluntaria de atracones seguidos de vómitos autoinducidos asociados con actos autolesivos comienza con un trastorno alimentario (anorexia o bulimia), que se transforma en un deseo irrefrenable de comer/vomitar, al que se añade luego la compulsión a practicar actos autolesivos. Todo ello está basado en los efectos de placer irresistible que acompañan a los efectos sedantes y que se desarrollan a través del ejercicio reiterado de tales prácticas disfuncionales.
(pag.41) 2. Soluciones adaptadas al problema. Por Giorgio Nardone
(pag. 65) Para eliminar la sintomatología anestésica habrá que reducir o suprimir la fuente del dolor que la hace necesaria. A diferencia del placer que se basa en sí mismo, el dolor está provocado por algo distinto a uno mismo, y por tanto es necesario identificar su origen para poder intervenir. Las posibles fuentes de dolor insoportable son múltiples: una pérdida, como un luto o un abandono; un abuso sufrido, como un acto de violencia, una violación o maltratos repetidos y prolongados en el tiempo; un profundo sentimiento de culpabilidad; un hecho trágico. (pag. 69) Los pacientes pueden ser clasificados en: quienes declaran inmediatamente lo que les ha ocurrido demostrando estar angustiados y ser víctimas; quienes pese a explicar lo que les ha ocurrido, hablan de ello con ostensible distanciamiento, como si no les hubiera afectado; y finalmente quienes ocultan, disimulan o han apartado totalmente el hecho, y que a menudo se muestran transgresores y provocadores, cínicos y duros frente a la vida.