CLAMIDIA HISTORIA La clamidia es algo común y fácilmente tratable, y es una infección de transmisión sexual (ITS). En el RU, la cantidad de diagnósticos nuevos se ha incrementado sin parar desde mediados de la década de 1990, y ahora se ha convertido en la ITS que se diagnóstica más frecuentemente. Entre 2004 y 2005, la cantidad de casos confirmados de clamidia subió un 5 por ciento, de 104.733 a 109.958 casos. Las mujeres sexualmente activas y menores de 25 años tienen una probabilidad de 1 entre 10 de contraer clamidia, y los hombres de 20 a 30 años tienen más riesgo de contagiarse. Como la clamidia a veces no presenta síntomas, tanto en la mujer como el hombre, a menudo no se diagnostica salvo que haya complicaciones. Sin embargo, la infección puede tratarse cuando se ha diagnosticado. ETIMOLOGIA La Clamidiasis es una infección de transmisión sexual (ITS) o enfermedad de transmisión sexual (ETS) de origen bacteriano dada su modalidad de transmisión, que es una de las más extendidas en los países industrializados, conjuntamente con la infección por herpes y la infección por virus del papiloma humano (VPH).,1 es causada por la colonización, al nivel de los órganos genitales de varones y mujeres, de la bacteriaintracelular gram-negativa Chlamydia trachomatis (la misma que es también causante del cuadro clínico denominado tracoma). Su importancia radica en la magnitud de la diseminación de esta enfermedad, las características peculiares de su presentación clínica y las complicaciones que pueden surgir a causa de una falta de diagnóstico o tratamiento o de ambos. De allí que se requiere de exámenes de laboratorio especiales para realizar el correspondiente diagnóstico de la enfermedad. LOS SÍNTOMAS Y SIGNOS En la mujer, la clamidia genital a menudo no causa síntomas. Sin embargo, algunas mujeres tienen “síntomas no específicos” como: cistitis, cambios de secreción vaginal y leve dolor en la parte inferior abdominal. Si no se hace un tratamiento, la infección por clamidia puede causar: dolor pélvico, coitos con dolor o, a veces, hemorragias entre los periodos. La infección por clamidia también puede extenderse al útero y causar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La EIP es una de las causas principales de esterilidad, embarazo ectópico y aborto espontáneo. Los hombres con clamidia normalmente tienen una secreción de la uretra por el pene. También puede haber una inflamación de los tubos que van de la vejiga a la punta del pene o de los testículos al pene. Este malestar puede desaparecer, pero la infección puede seguir contagiándose a la pareja sexual. En casos poco frecuentes, la clamidia también puede causar una enfermedad rara que afecta a los ojos y las articulaciones, denominada síndrome de Reiter. Aproximadamente, la mitad de los hombres con síntomas de clamidia tienen trastornos de esterilidad.
Las mujeres con síntomas podrían notar los siguientes:
secreción vaginal anormal;
sensación de ardor al orinar.
Los síntomas en los hombres pueden ser los siguientes:
secreción del pene;
sensación de ardor al orinar;
dolor e inflamación de uno o ambos testículos (aunque esto es menos común).
Los hombres y las mujeres también pueden infectarse por clamidia en el recto, ya sea mediante las relaciones sexuales anales receptivas o la propagación desde otra parte infectada (como la vagina). Aunque por lo general estas infecciones no causan síntomas, pueden provocar:
dolor en el recto;
secreciones;
sangrado
SIGNOS Y SÍNTOMAS Entre 1 a 3 semanas después de la relación sexual sin protección pueden aparecer los síntomas. En el varón: pueden presentar secreción por la uretra (conducto que lleva la orina al exterior del cuerpo, ver Anatomía Masculina), sensación de ardor para orinar, picazón a nivel de la salida de la orina en el pene. Aunque no es muy frecuente, puede presentar dolor e inflamación a nivel del epidídimo (conducto que lleva a los espermatozoides desde los testículos, ver Anatomía Masculina) y a nivel testicular. Rara vez causa infertilidad. En la mujer: la afectación en la mujer es en el cuello uterino y la uretra. Puede presentar flujo vaginal, conocido en muchos lugares como descensos, y también una sensación de ardor al orinar. En mujeres sin síntomas iniciales, la clamidia puede ir del cuello uterino hacia las trompas de Falopio (los conductos que conducen los óvulos desde los ovarios hasta el útero, ver Anatomía Femenina) y causar Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP). El EIP puede conllevar a dolor pélvico crónico, infertilidad y a embarazos ectópicos (fuera del útero) que podría ser de consecuencias muy graves. Otras mujeres presentarán dolor a nivel pélvico, fiebre, dolor durante las relaciones sexuales y/o sangrado entre los períodos menstruales. Incluso puede afectarse el recto a partir de la infección del cuello uterino.
COMPLICACIONES EN HOMBRES Orquiepididimitis Estenosis uretral Infertilidad Cáncer de ano o pene Demencia
EN MUJERES Cáncer cervical Parto prematuro Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) Abortos Dolor pélvico crónico Infertilidad •
Esterilidad
•
Embarazo ectópico
• Infecciones postparto •
Mortalidad materna
EN NIÑOS BAJO PESO AL NACER MORTALÑIDAD PARINETA MAL FORMACIONES CONGENITAS DAÑO OCULAR
PULMONAR MUERTE PERINATAL
FACTORES PREDERTERMINANTES Edad. Las y los jóvenes corren mayor riesgo cuando la iniciación sexual se da en la adolescencia temprana o antes. En las mujeres jóvenes la mucosa vaginal y el tejido cervical es inmaduro, lo que las vuelve más vulnerables a las ITS. • Estado inmunológico. El estado inmunológico del huésped y la virulencia del agente infeccioso afectan la transmisión de las ITS. Las ITS aumentan el riesgo de transmisión de VIH, pero también el VIH facilita la transmisión de las ITS y agrava las complicaciones de las mismas, ya que debilita el sistema inmunológico. • Tipo de relación sexual. Las ITS pueden entrar al organismo con mucha mayor facilidad a través de las mucosas de la vagina, recto o boca que por la piel. Dado que en las mujeres la superficie mucosa de la vagina que se pone en o con el agente infeccioso es más grande, ellas pueden infectarse más fácilmente. Los hombres y mujeres que tienen coito anal, debido a la exposición de la mucosa rectal también tienen más posibilidades de infectarse. • Durante el coito, la pareja receptora (hombre o mujer) por lo general se encuentra más expuesta a las secreciones genitales en cuanto a cantidad y duración de la exposición. La falta de lubricación, así como una mayor vascularización de la zona, pueden facilitar lesiones o el ingreso de infecciones; como sucede durante los cambios en el cuello uterino durante el ciclo menstrual, el uso de hormonas o ante la presencia de hemorroides en el recto u otra patología anorrectal. • Circuncisión. Estudios recientes sobre prevención del VIH han demostrado una eficacia del 68% cuando la pareja sexual se encuentra circuncidada. El tener prepucio, es considerado como riesgo en la adquisición de las ITS. FACTORES CODUCTUALES •
Tener relaciones sexuales bajo el efecto del alcohol u otras drogas
•
Tener varias parejas sexuales simultáneas.
•
Cambiar frecuentemente de parejas sexuales.
• Mantener o sexual con parejas “casuales”, trabajadoras y/o trabajadores sexuales o sus clientes sin protección. • Compartir juguetes sexuales sin limpieza adecuada previa, que se utilicen en vagina, ano/recto o boca. •
Tener relaciones sexuales con penetración y sin protección.
• Haber tenido una ITS durante el último año, ya que se corre el riesgo de volver a contraer la infección si no se modifica la conducta sexual. •
Tener relaciones sexuales bajo coerción o violencia
FACTORES SOCIALES Diferencias de poder. En una relación sexual cuando existen jerarquías, poder económico, diferencias de edad o aspectos culturales que establecen discriminación hacia un grupo de la población se dan diferencias de poder que ponen en desventaja a una de las partes. En muchas culturas, las mujeres toman pocas decisiones sobre sus prácticas sexuales, lo que les impide protegerse mediante el uso de condones. Un hombre o mujer que es penetrado bajo coerción, que es menor de edad o cuando ofrece un servicio sexual tiene menores posibilidades de negociación y mayores posibilidades de ser infectado. • Contextos de mayor riesgo. Existen grupos de personas especialmente vulnerables a las ITS porque se encuentran en situaciones que dificultan la prevención de las mismas, como son la privación de la libertad, índices altos de violencia sexual o social o de estigma y discriminación, menor a información o servicios de salud sexual adecuados o situaciones donde los usos y costumbres dificultan la negociación de prácticas sexuales protegidas. Estos grupos incluyen: •
Hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
•
Mujeres transgénero.
•
Trabajadoras y trabajadores sexuales y sus clientes.
•
Hombres o mujeres que tienen múltiples parejas sexuales simultáneas.
• Hombres o mujeres alejados de sus parejas sexuales habituales: conductores de largas distancias o soldados. •
Personas privadas de la libertad.
•
Mujeres y hombres que viven violencia sexual.
•
Jóvenes sin información y servicios adecuados.
•
Poblaciones indígenas o marginadas.
•
Población migrante.
•
Mujeres embarazadas.
COMPLICACIONES Si una persona no recibe tratamiento para la clamidia, se pueden presentar complicaciones. Con frecuencia, las mujeres desarrollan una enfermedad pélvica inflamatoria (EPI). La EPI puede producir esterilidad (imposibilidad para quedar embarazada), dolor pélvico crónico, embarazos en las trompas (extrauterinos) y el contagio continuo de la enfermedad. En los hombres, la clamidia sin tratar puede causar infecciones uretrales y complicaciones, tales como hinchazón y dolor en los testículos. La infección por clamidia durante el embarazo puede producir ruptura prematura de membranas, parto prematuro y posibles embarazos en las trompas (extrauterinos) en un pequeño porcentaje de las mujeres. Además, la clamidia puede producir infecciones conjuntivales (del ojo) y neumónicas (de pulmones) en los recién nacidos. Las personas con infección por clamidia tienen mayores posibilidades de contraer otras infecciones, tales como la gonorrea o el VIH. CLAMIDIA PREVENCIÓN DE CLAMIDIA
La manera más segura de prevenir una infección por clamidia es abstenerse de tener actividades sexuales. A falta de eso, el paciente. Usar condones. Usar un condón masculino de látex o un condón femenino de poliuretano en cada o sexual. Los condones se utiliza correctamente durante cada encuentro sexual reducen pero no eliminan el riesgo de infección Limite el número de parejas sexuales. Tener múltiples parejas sexuales que el paciente usted pone en un alto riesgo de contraer clamidia y otras enfermedades de transmisión sexual Hacerse exámenes regulares para enfermedades de transmisión sexual. Si el paciente es sexualmente activo, especialmente si tiene múltiples parejas, debe acudirá a un especialista médico y someterse a unos test de frecuencia así como a revisiones periódicas para detectar la clamidia y otras enfermedades de transmisión sexual Evitar las duchas vaginales. Las mujeres no deben usar duchas vaginales, ya que disminuye el número de buenas bacterias en la vagina, que pueden aumentar el riesgo de infección
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO PARA LA INFECCIÓN POR CLAMIDIA? La infección por clamidia puede ser fácilmente tratada y curada con antibióticos. Los tratamientos usados más frecuentemente son una dosis única del medicamento azitromicina o una semana de tratamiento con doxiciclina (dos veces al día). Las personas VIH positivas que tienen la infección por clamidia deben recibir el mismo tratamiento que las personas que son VIH negativas. Todas las parejas sexuales deben ser evaluadas, hacerse las pruebas y recibir tratamiento. Las personas con infección por clamidia deben abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que ellas y sus parejas sexuales hayan terminado el tratamiento, de lo contrario podrían volverse a infectar. Las mujeres cuyas parejas sexuales no han recibido el tratamiento adecuado corren un alto riesgo de volverse a infectar. Tener infecciones múltiples aumenta el riesgo de que la mujer tenga graves complicaciones que afecten su salud reproductiva, como la infertilidad. Las mujeres deben considerar hacerse otra prueba tres o cuatro meses después de finalizar el tratamiento. Esto es de especial importancia cuando la mujer no sabe si su pareja sexual ha recibido tratamiento. Cuál es el tratamiento para la clamidia? La clamidia se trata con antibióticos. El tratamiento antibiótico recomendado es la doxiciclina, dos dosis diarias durante siete días o la azitromicina en una única dosis. Se pueden utilizar otros medicamentos alternativos, pero no son tan eficaces como la azitromicina y la doxiciclina. Las
personas en tratamiento para la clamidia no deben tener relaciones sexuales durante siete días después de una terapia de dosis única (azitromicina) o hasta haber completado los siete días de antibióticos (doxiciclina). Los pacientes pueden ser infectados nuevamente si sus compañeros sexuales no reciben tratamiento. ¿Cómo puede prevenirse la Infección por clamidia? La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es abstenerse del o sexual o tener una relación estable, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho pruebas y se sabe que no está infectada. Los condones de látex en los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la clamidia. Los CDC recomiendan que todas las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos y las mujeres de más edad con factores de riesgo de infecciones clamidiales (quienes tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales), así como todas las mujeres embarazadas se hagan anualmente pruebas para detectar esta enfermedad. El médico debería siempre hacer una evaluación de riesgos de enfermedades sexuales, la cual podría indicar la necesidad de realizar pruebas de detección con mayor frecuencia en ciertas mujeres. Cualquier síntoma en el área genital como por ejemplo una llaga poco usual, flujo con olor, sensación de ardor al orinar o sangrado entre ciclos menstruales, podría significar que la mujer tiene una infección por una ETS. Si la mujer tiene alguno de estos síntomas, debe dejar de tener relaciones sexuales y consultar con un médico de inmediato. El tratamiento temprano de las enfermedades de transmisión sexual puede prevenir la EIP. Las mujeres a las que se les informó que tienen una enfermedad de transmisión sexual y están recibiendo tratamiento deben comunicárselo a todas sus parejas sexuales recientes (con las que tuvieron relaciones sexuales en los últimos 60 días), para que consulten con un médico y se hagan las pruebas para saber si tienen una ETS. No se debe reiniciar la actividad sexual hasta que todas las parejas sexuales hayan sido examinadas y, en caso de ser necesario, hayan recibido tratamiento. Qué se puede hacer para prevenir la diseminación de la clamidia? * Limite la cantidad de compañeros sexuales. * Utilice condón masculino o femenino. * Si usted piensa que puede estar infectado o haber estado expuesto, evite todo o sexual y acuda a una clínica de enfermedades sexuales transmisibles (EST), a un hospital o visite a su médico. Lleve a sus compañeros sexuales con usted cuando reciba tratamiento o notifíqueles inmediatamente para que puedan ser examinados y tratados. ¿Cómo se diagnostica la Infección por clamidia? Existen pruebas de laboratorio para diagnosticar la infección por clamidia. En algunas pruebas se analiza la orina y en otras se requiere que la muestra sea obtenida de zonas como el pene o el cuello uterino. Se realizan pruebas de las secreciones obtenidas en las secreciones del pene y del cuello uterino de las mujeres. Si las personas realizan sexo anal se puede obtener una muestra del recto y analizarlas. También hay pruebas de orina que pueden detectar la presencia de clamidia en la persona. Las muestras pueden ser cultivadas en células (llamados cultivos celulares) y ser sometidas a otras pruebas más sofisticadas como el examen de ADN o búsqueda de anticuerpos con unas pruebas llamadas anticuerpo fluorescente o monoclonales.
INTERVENCIÓN. DE ENFERMERIA : La intervención se realiza mediante acciones dependientes e independientes que realiza el personal de enfermería. Acciones de enfermería dependientes. Las acciones que se han de realizar son: 1. Nistatina: 1 tableta vaginal 2 veces al día durante 10 días. 2. Nistatina en crema: 2 veces al día aplicada en la vulva. 3. Clotrimazol: 1 tableta vaginal cada 12 h durante 7 a 10 días. 4. Clotrimazol en crema: 2 veces al día en la vulva. 5. Óvulos de sábila cada 12 h durante 10 días. 6. Alcalinizar el medio vaginal con bicarbonato o biborato de sodio a 2 %. 7. Tratamiento a la pareja con nistatina o clotrimasol en crema, por vía tópica y local. Acciones de enfermería independientes. Debe orientar para realizar el exudado vaginal: 1. No tener relaciones sexuales 24 h antes del examen. 2. No tener tratamiento vaginal 7 días antes del examen. 3. No manipulación vaginal previa, 48 h antes del examen, no aseo de la vulva profundo. 4. Brindar educación sanitaria encaminada a utilizar condón en la relación sexual. 5. Orientar correcto aseo de los genitales. 6. Colocación correcta de apósito en la vulva. 7. No aseo con agua estancada. 8. Evitar baños de inmersión. 9. Controlar enfermedades asociadas que puedan favorecer la aparición de la vulvitis micótica.
Sífilis La sífilis es una infección de transmisión sexual crónica producida por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum, subespecie pallidum (pronunciado pál lidum).
Etiología Este microorganismo es una bacteria móvil espiroforme (con forma de hilo en espiral), perteneciente al orden Spirochaetales, familia Spirochaetaceae. Su diámetro es de 0,1 a 0,2 micrómetros y su longitud entre 5 y 15 micrómetros. Puestas una detrás de otra, entre 70 y 200 espiroquetas medirían alrededor de un milímetro. Esta bacteria se multiplica por división simple con división transversal. Al contrario de otras bacterias de su familia, solo se puede cultivar in vitro durante un breve período, con un máximo de supervivencia de 7 días a 35 °C, en medio particularmente enriquecido y en presencia de CO2 por sus particulares exigencias nutritivas y metabólicas. En nitrógeno líquido se mantiene su vitalidad, y prolifera de manera excelente en testículos de conejo. En sangre conservada en hemoteca para transfusiones la bacteria sobrevive entre 24 y 48 horas.
Transmisión La sífilis se contagia principalmente por o sexual, 11 por o de la piel con la ligera secreción que generan los chancros o por o con los clavos sifilíticos de la persona enferma: al realizar sexo oral sin preservativo (ya sea que los chancros estén en la boca, en el pene o en la vulva), al besar una boca con chancros (que son indoloros), por inoculación accidental (por compartir jeringas), o puede ser transmitida de la madre al hijo a través de la placenta (sífilis congénita) o a través del canal de parto (sífilis connatal). En este caso, el bebé puede morir pronto o desarrollar sordera, ceguera, disturbios mentales, parálisis o deformidades.
Chancro (primera etapa de la sífilis) desarrollado en el sitio de contagio Es prácticamente imposible que se transmita por una transfusión de sangre, porque la sangre se analiza antes de transfundirse, y porque el treponema pálido no se puede mantener vivo más de 24 a 48 horas en la sangre conservada en hemoteca. En comunidades que viven bajo pobres condiciones higiénicas, la sífilis endémica puede transmitirse por o no sexual. Pero no se transmite por el asiento en sanitarios, actividades cotidianas, tinas de baño o compartir utensilios o ropa.12 Es importante notar que el sujeto en la fase precoz de la enfermedad resulta altamente contagiante (la úlcera venérea pulula de treponemas), pero se sostiene que después de cuatro años el individuo infectado no puede difundir más el microorganismo mediante relaciones sexuales. En las relaciones entre hombre y mujer es más fácil que se contagie el hombre. El período donde más personas se contagian es entre los 20 y los 25 años de edad. El recontagio es muy común en varones homosexuales.13 En los años ochenta y noventa en Europa hubo una relativa disminución de los casos de sífilis, relacionados con el temor al contagio por VIH, que conllevó al uso generalizado del preservativo (que representa una eficiente barrera contra el contagio, tanto del VIH como del Treponema pállidum.
Según datos de la OMS, en el mundo existen 12 millones de nuevos casos de sífilis:
África subsahariana: 4 000 000
Sur de Asia y Asia Pacífico: 4 000 000
Latinoamérica y el Caribe: 3 000 000
Norte de África y Oriente Medio: 370 000
Europa Occidental: 140 000
Europa Oriental y Asia Central: 100 000
Norteamérica: 100 000
Australia y Nueva Zelanda: 10 000
¿Qué es la sífilis? La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada por una bacteria. La sífilis puede causar complicaciones a largo plazo o la muerte si no se trata de manera adecuada.
¿Qué tan frecuente es la sífilis? Los CDC calculan que 55,400 personas en los Estados Unidos contraen nuevas infecciones de sífilis al año. En el 2012, hubo 49,903 nuevos casos de sífilis reportados, en comparación con unos 48,298 nuevos diagnósticos de infección por el VIH en el 2011 y 334,826 casos de gonorrea en el 2012. De los nuevos
casos de sífilis, 15,667 casos fueron de sífilis primaria y secundaria, las fases más tempranas y más infecciosas de esta enfermedad. En el 2012, 75% de sífilis primaria y secundaria se presentaron en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. También hubo 322 informes de niños con sífilis congénita en el 2012.
¿Cómo se contrae la sífilis? La sífilis pasa de una persona a otra a través del o directo con una úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto. También pueden salir en los labios y en la boca. La sífilis puede ser transmitida durante relaciones sexuales vaginales, anales o durante el sexo oral. Las mujeres embarazadas con esta enfermedad pueden pasársela a sus futuros bebés. ¿Cuánto tardan en aparecer los síntomas después de la infección? El tiempo promedio entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma es de 21 días, pero puede variar de 10 a 90 días.
Ejemplo de una úlcera de sífilis primaria. Ejemplos de una erupción secundaria en las palmas de las manos (arriba) y un generalizada en el cuerpo (abajo).
¿Cuáles son los síntomas en los adultos? Fase primaria: La aparición de una sola úlcera marca la primera fase (primaria) de los síntomas de la sífilis, pero es posible que aparezcan múltiples úlceras. La úlcera aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. Por lo general, la úlcera es firme, redonda y no causa dolor. Debido a que la úlcera no causa dolor es posible que pase por desapercibida. La úlcera dura entre 3 y 6 semanas y se cura por más que la persona no reciba tratamiento. No obstante, si la persona infectada no recibe tratamiento adecuado la infección progresa a la fase secundaria. Fase secundaria: Las erupciones de la piel o las úlceras en la boca, vagina o ano (también llamadas lesiones en las membranas mucosas) caracterizan la fase secundaria de los síntomas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una erupción en la piel en una o más áreas del cuerpo. Las erupciones de la piel asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer desde el momento en que comienza a curarse la úlcera primaria hasta varias semanas después de que se haya curado. Por lo general, la erupción no produce picazón. Esta erupción puede tomar el aspecto de puntos duros, de color rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. No obstante, puede verse diferente en otras partes del cuerpo y puede parecerse a otras erupciones causadas por otras enfermedades. Las lesiones grandes, elevadas, grises o blancas pueden presentarse en áreas húmedas y cálidas como la boca, axila o región de la ingle. Algunas veces, las erupciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves
que pasan desapercibidas. Otros síntomas de sífilis secundaria incluyen fiebre, inflamación de las glándulas linfáticas, dolor de garganta, pérdida parcial del cabello, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolor muscular y fatiga. Los síntomas de esta fase de la sífilis desaparecerán con o sin tratamiento. Sin el tratamiento adecuado, la infección progresará a una fase latente y posiblemente a las fases más avanzadas de la enfermedad. Fases latente y avanzada: La fase latente (oculta) de la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada puede continuar teniendo sífilis en su organismo, aunque no tenga ni signos ni síntomas. Esta fase latente puede durar años. Aproximadamente el 15% de las personas que no han recibido tratamiento para el sífilis presentan la fase avanzada de esta enfermedad, la cual puede aparecer entre los 10 y 30 años después de haber comenzado la infección. Los síntomas de la fase avanzada de sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. En esta fase avanzada la sífilis puede dañar órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Esta enfermedad puede causar la muerte. ¿Qué efectos tiene la sífilis en la mujer embarazada y en su bebé? Una mujer embarazada y con sífilis puede pasarle la enfermedad a su futuro bebé. Los bebés nacidos con sífilis pueden presentar muchos problemas de salud. Esto podría causar bajo peso al nacer, parto prematuro o hasta muerte fetal (un bebé que nace muerto). Para proteger a sus bebés, las mujeres embarazadas deben hacerse la prueba de sífilis con regularidad durante el embarazo y el parto, y deben recibir tratamiento de inmediato si el resultado es positivo. Un bebé infectado puede que nazca sin los signos o síntomas de la enfermedad. Sin embargo, si no es sometido a tratamiento de inmediato, el bebé puede presentar graves problemas al cabo de unas cuantas semanas. Los bebés sin tratar pueden tener muchos problemas de salud (como cataratas, sordera o convulsiones) y pueden morir.
¿Cómo se diagnostica la sífilis? Un análisis de sangre es la manera más común para determinar si una persona tiene sífilis. Poco después de la infección, el cuerpo produce anticuerpos contra la sífilis que pueden ser detectados mediante una prueba de sangre segura, precisa y económica. Algunos médicos pueden diagnosticar la sífilis mediante el análisis de una muestra líquida de una úlcera sifilítica en un microscopio especial llamado microscopio de campo oscuro. Si las bacterias de la sífilis están presentes en la úlcera, se observarán en el microscopio. Nota especial: Dado que la sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y provocar la muerte de su bebé, toda mujer embarazada debe recibir atención prenatal y debe hacerse un análisis de sangre para detectar la sífilis durante el embarazo y el parto.
¿Cuál es la relación entre la sífilis y el VIH? Las úlceras orales, anales, vaginales o en el pene facilitan el contagio y la transmisión de la infección por el VIH . Una persona tiene entre 2 y 5 veces más probabilidad de contraer el VIH si la exposición ocurre cuando las úlceras sifilíticas están presentes.
¿Cómo se trata la sífilis?
Ningún remedio casero ni de venta sin receta médica cura la sífilis, sin embargo, esta afección es fácil de curar con los antibióticos adecuados que recete un médico. El tratamiento matará la bacteria que causa la sífilis y evitará daños en el futuro, pero no remediará los daños ya ocasionados. Las personas que recibieron tratamiento contra la sífilis deben abstenerse de tener o sexual con parejas nuevas hasta que las úlceras sifilíticas se hayan curado por completo. Las personas que tengan sífilis deben avisarles inmediatamente a sus parejas sexuales para que se sometan a pruebas y reciban tratamiento si es necesario.
¿Quién debería hacerse la prueba de sífilis? Los proveedores deben hacerle la prueba de manera habitual a las siguientes personas:
Mujeres embarazadas
Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
Personas infectadas por el VIH
Personas cuya pareja sexual tuvo un resultado positivo a la prueba de sífilis
¿Reaparecerá o "volverá" la sífilis? Las pruebas de seguimiento se recomiendan para asegurarse de que el tratamiento haya sido eficaz. El hecho de que una persona haya tenido sífilis una vez no la protege de tenerla de nuevo. Aun cuando se haya seguido el tratamiento de manera adecuada y haya sido eficaz, las personas pueden volver a infectarse. Solamente las pruebas de laboratorio pueden confirmar si una persona tiene sífilis. Dado que las úlceras sifilíticas pueden estar ocultas en la vagina, el ano, el prepucio o la boca, es posible que no sea evidente que una pareja sexual tenga sífilis. A menos que una persona sepa que su pareja sexual ha sido evaluada y tratada, puede estar en riesgo de contraer sífilis otra vez de una pareja que no haya recibido tratamiento.
¿Cómo se puede prevenir la sífilis? El uso constante y correcto de condones de látex puede reducir el riesgo de sífilis cuando la úlcera o el sitio de posible exposición están cubierto, aunque es mejor abstenerse de tener relaciones sexuales cuando una úlcera esté presente en el área genital, anal u oral. El o con una úlcera fuera del área cubierta por el condón de látex puede aún causar infección. La manera más segura de evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, incluida la sífilis, es abstenerse del o sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas y que se sabe que no tiene ninguna infección. La transmisión de una ETS, incluida la sífilis, no puede prevenirse con lavarse los genitales, orinar o darse una ducha vaginal después de la relación sexual. Cualquier secreción, úlcera o erupción en la piel, en particular en el área de la ingle, debe ser señal para dejar de tener relaciones sexuales y ver a un médico de inmediato. Abstenerse de consumir alcohol y drogas puede también ayudar a evitar la transmisión de la sífilis, ya que estas actividades pueden llevar a una conducta sexual peligrosa. Es importante que las parejas sexuales hablen entre ellas sobre si tienen el VIH o si en el pasado han tenido otras ETS, de manera que puedan tomar acciones preventivas.
Síntomas de la sífilis A menudo la sífilis no presenta síntomas o sus síntomas son tan leves que las personas no los notan. También existen distintas etapas de la sífilis, las que se pueden superponer. Estas etapas pueden estar separadas por fases latentes o periodos en los que no se presentan síntomas. En cada etapa los síntomas varían, pero los síntomas de la sífilis no siempre se presentan en el mismo orden. o Primera etapa: Aparece una llaga no dolorosa o una úlcera abierta y húmeda denominada chancro. Puede tener uno o varios chancros. Los chancros normalmente aparecen unas tres semanas después del contagio, pero pueden tardar hasta 90 días. Si no se los trata, perduran entre tres y seis semanas. Los chancros pueden aparecer en los genitales, la vagina, el cuello del útero, los labios, la boca, los senos o el ano. En esta primera etapa también pueden aparecer ganglios inflamados. o Segunda etapa: A menudo aparecen otros síntomas entre las tres y seis semanas posteriores a la aparición de los chancros. Los síntomas de esta segunda etapa pueden aparecer y desaparecer durante hasta dos años. Incluyen erupciones corporales que duran entre dos y seis semanas, y se presentan generalmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Entre los síntomas también encontramos fiebre leve, fatiga, dolor de garganta, pérdida de pelo, pérdida de peso, inflamación de los ganglios, dolor de cabeza y dolores musculares. o Tercera etapa: Una de cada tres personas que tienen sífilis no tratada sufre lesiones graves en el sistema nervioso, el corazón, el cerebro u otros órganos. La sífilis no tratada puede incluso llevar a la muerte. Esto puede ocurrir entre uno y veinte años después del inicio de la infección.
Como evitar la sífilis
Puedes hacer mucho para evitar contagiarte de sífilis. o Abstente de las relaciones sexuales vaginales y anales y del sexo oral. o Si decides tener relaciones sexuales anales o vaginales, utiliza un condón femenino o de látex cada vez que lo hagas. o El contagio de la sífilis a través del sexo oral es poco frecuente, pero puedes reducir aún más las probabilidades de contagio utilizando condones o barreras de látex o plástico.
Como evitar propagar la sífilis
Si tienes sífilis, existen varias maneras de evitar propagarla a otras personas. Puedes hacer lo siguiente: o Comunica a tu pareja que tienes la infección. o No mantengas relaciones sexuales hasta que completes el tratamiento. o Asegúrate de que tu pareja se haga el análisis y se trate antes de mantener relaciones sexuales nuevamente.
o Una vez curado y que comiences a mantener relaciones sexuales de nuevo, utiliza condones femeninos o de látex cada vez que haya penetración anal o vaginal. o Utiliza un condón, una barrera de látex Sheer Glyde, una barrera de látex bucal o un trozo de envoltorio plástico para practicar sexo oral.
Virus del papiloma humano El virus del papiloma humano (VPH o HPV del inglés humano papiloma virus) son grupos diversos de virus ADN pertenecientes a la familia de los Papillomaviridae y representa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, y se conocen más de 100 tipos virales que en relación a su patogenia oncológica, se clasifican en tipos de alto y de bajo riesgo oncológico. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera que los tipos de VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 son carcinógenos para los humanos ―tipos de alto riesgo oncológico― y que otros tipos, incluidos el VPH 6 y el VPH 11, son posibles carcinógenos para los humanos ―tipos de bajo riesgo oncológico―.
Como todos los virus de esta familia, los VPH solo establecen infecciones productivas en el epitelio estratificado de la piel y mucosas de humanos, así como de una variedad de animales. La mayoría de los VPH descritos no causan ningún síntoma en la mayor parte de la gente. Algunos tipos de VPH pueden causar verrugas o condilomas, mientras otros pueden generar infecciones subclínicas, que pueden (en una minoría de casos) dar lugar a cáncer cervical, de vulva, vagina y ano en mujeres, o cáncer de ano y pene en hombres. La mayor parte de la gente infectada por VPH desconoce que lo está. Todos los VPH se transmiten por o piel a piel. Entre treinta y cuarenta tipos de VPH se transmiten normalmente por o sexual e infectan la región anogenital. Algunos tipos de VPH transmitidos por o sexual pueden producir verrugas genitales. La infección persistente con algunos tipos de VPH transmitidos sexualmente denominados de «alto riesgo» (diferentes de los que causan verrugas) puede evolucionar y producir lesiones precancerosas y cáncer invasivo. La infección con VPH es la causa principal de casi todos los casos de cáncer cervical, aunque en la mayor parte de las infecciones con este tipo de virus no se produce ninguna patología. En el año 2008, el médico alemán Harald zur Hausen (1936-) recibió el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de VPH como una causa de cáncer cervical. La mayor parte de las infecciones con VPH en mujeres jóvenes son temporales, y tienen poca importancia a largo plazo. El 70 % de las infecciones desaparecen en 1 año y el 90 % en 2 años. Sin embargo, cuando la infección persiste ―entre el 5 y el 10 por ciento de las mujeres infectadas― existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero (el cérvix), que puede progresar a cáncer cervical invasivo. Este proceso normalmente lleva entre 15 y 20 años, dando muchas oportunidades a la detección y el tratamiento de las lesiones precancerosas, a menudo con altas tasas de curación. En los países con recursos financieros suficientes se utiliza el test cervical papanicolaou (pap) para detectar células anormales que podrían degenerar en cancerosas. Un examen cervical (inspección visual) también puede detectar verrugas y otros crecimientos anormales, que aparecen como manchas blancas en la piel cuando se lavan con ácido acético. Las células anormales y cancerosas pueden eliminarse con un procedimiento simple, normalmente con un asa cauterizante o ―más frecuentemente en el mundo desarrollado― por congelación (crioterapia). Recientemente se han desarrollado tests de ADN para detectar VPH, más sensibles que el test pap y la inspección visual. Se están desarrollando también tests de bajo coste, adecuados para centros con pocos recursos, lo que permitirá realizar tests de manera sistemática en lugares donde ahora no es posible en África, Asia y Latinoamérica. Los test pap han reducido la incidencia y los fallecimientos por cáncer cervical en el mundo desarrollado, pero aun así hubo 11 000 casos y 3900 fallecimientos en Estados Unidos en el año 2008. El cáncer cervical presenta una elevada mortalidad en áreas pobres en recursos; a nivel mundial, se producen 490.000 casos y 270.000 fallecimientos. Sobre todo debido a que el test pap es difícil de mantener en centros con pocos recursos, entre el 80 y el 85 % de los fallecimientos por cáncer cervical tienen lugar en los países en desarrollo. Las vacunas VPH, Cervarix y Gardasil, que previenen la infección con los tipos de VPH que causan el 70 % del cáncer cervical (tipos 16 y 18), pueden conducir a reducciones mayores.
Causas y formas de transmisión del VPH El virus del papiloma humano pertenece a una familia de virus llamada Papilomaviridae, cuyo único género es el papiloma virus; se trata de virus de ácido (ADN) de doble cadena, que infectan de forma preferencial a las células de la piel y el epitelio de las mucosas (genitales, ano, boca o vías respiratorias).
De los 100 tipos de papiloma virus conocidos, unos sesenta tipos producen verrugas en áreas tales como las manos o los pies, y se transmiten persona a persona por o directo con estas lesiones. Los otros tipos de virus, alrededor de cuarenta serotipos, se transmiten sexualmente, presentando afinidad por las membranas mucosas del cuerpo, como las capas húmedas alrededor de las zonas anal y genital. En resumen, la infección por el papiloma virus puede transmitirse por o con la piel de genitales externos infectados, las membranas mucosas o fluidos corporales, y a través del coito y del sexo oral. Entre los factores que aumentan el riesgo de infectarse con una enfermedad de transmisión sexual como el papiloma virus encontramos:
Tener múltiples parejas sexuales. Tener alto riesgo social por mantener relaciones con parejas promiscuas. Mantener o sexual sin protección o sin utilizar condones. Sin embargo, hay que aclarar que el papiloma virus puede infectar la piel que normalmente no está cubierta por el condón, por lo que el uso del mismo no protege al cien por cien. Además, muchas personas son portadores asintomáticos, por lo que la pareja sexual no puede darse cuenta del riesgo de propagación del virus. Tener un sistema inmunológico deprimido.
VPH en la mujer: síntomas y enfermedades asociadas El VPH puede no manifestar síntomas y, en muchas personas, no llega a causar problemas de salud, sino que el virus es eliminado por el sistema inmune del organismo. Sin embargo, cuando la infección por VPH no se cura, y dependiendo del tipo de virus involucrado (tal y como explicamos en el apartado anterior), puede provocar desde verrugas genitales, hasta enfermedades graves, como diversos tipos de cáncer. A continuación se describen los síntomas y la evolución de estas patologías en ambos sexos. En las mujeres, el papiloma virus puede provocar la aparición de verrugas genitales, que pueden ser de diversos tamaños –planas o elevadas–, y que el médico puede observar a simple vista. Si no se sigue ningún tratamiento, con el tiempo estas verrugas pueden desaparecer, permanecer inalterables, o crecer y multiplicarse.
Cáncer de cérvix o de cuello uterino La evolución del cáncer de cuello de útero supone el desarrollo progresivo de varias etapas. Primero las células epiteliales del cuello uterino presentan ciertas anormalidades histológicas conocidas como neoplasia intraepitelial cervical (NIC) o, lo que es lo mismo, displasia leve; luego ocurre la displasia moderada; en tercer lugar, ocurre la displasia severa o carcinoma in situ y, finalmente, un cáncer invasor.
Varios estudios epidemiológicos han demostrado que aproximadamente el 85% de las displasias severas presentan el ADN del papiloma virus, y el 100% de los cánceres invasores de cérvix presentan el virus. Fases de la Infección
Infección latente: el papiloma virus se encuentra infectando las células o tejidos, los cuales son aún aparentemente normales y el paciente carece de manifestaciones clínicas; aun así el virus está presente y solo puede ser detectado mediante técnicas de biología molecular como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Infección subclínica: el papiloma virus ha causado pequeños cambios microscópicos en las células epiteliales del cuello uterino o cérvix; esto se conoce como cambios coilocíticos o displasia, que se pueden evidenciar en las citologías de rutina o en una biopsia del tejido afectado. En esta fase de la infección la presencia del virus se puede detectar también macroscópicamente en un examen ginecológico de rutina mediante el empleo de una solución con yodo o con ácido acético; si se observan cambios de coloración es altamente probable la presencia de una lesión pre maligna. Infección clínica: caracterizada por la presencia de tumores malignos; el virus es capaz de multiplicarse rápidamente, pudiendo causar infección de otros tejidos vecinos.
Cáncer de vulva El cáncer de vulva es una entidad poco frecuente, que constituye el 4% de cáncer ginecológico. Se caracteriza por la formación de células tumorales en los tejidos de la vulva, generalmente en los labios mayores. La infección por papiloma virus y la edad avanzada aumentan el riesgo de sufrir esta enfermedad. Entre los signos y síntomas del cáncer de vulva destaca la presencia de una lesión tipo nódulo o úlcera, prurito o escozor, irritación, sangrado, e hipersensibilidad en el área vulvar; así mismo pueden presentarse síntomas más característicos de las infecciones urinarias bajas, como la disuria
Cáncer de vagina El principal tipo histológico de cáncer de vagina que está relacionado con la infección persistente por el papiloma virus es el carcinoma de células escamosas; se ha reportado que el virus es el responsable del 70% de los casos. Este tipo de cáncer es más frecuente en mujeres hispanoamericanas, de raza negra, y en mayores de 60 años.Al inicio de la enfermedad las pacientes se encuentran asintomáticas, pero a medida que avanza suele presentarse sangrado vaginal intermenstrual, especialmente tras el coito. El síntoma más frecuente que presentan las pacientes con cáncer de vagina es, pues, el sangrado, que puede aparecer tras el coito, entre reglas, antes de la pubertad, o después de la menopausia. Otros síntomas, que se manifiestan también en otro tipo de patologías, por lo que no son tan específicos, son: dificultad o dolor para orinar, y dolor durante el coito o en la región pélvica.
VPH en el hombre: síntomas y enfermedades asociadas Aunque la mayoría de los hombres infectados con el virus del papiloma no presenta síntomas, el VPH también puede causar verrugas genitales en los hombres, al igual que en las mujeres. Las verrugas pueden ser únicas o múltiples y tener diversas formas: de coliflor, con relieve o planas, y suelen aparecer alrededor del ano, en el pene, en la piel que cubre los testículos (escroto), en la región inguinal, en los glúteos, o en los muslos. Las lesiones pueden aparecer en un tiempo que va desde semanas a meses después del o sexual con la persona infectada.
Es importante que los hombres entiendan cómo reducir los riesgos de infección por este virus, ya que puede aumentar el riesgo de contraer cáncer genital, aunque esto no sea lo más frecuente.
Cáncer anal y cáncer de pene Se han descrito en la literatura cerca de treinta serotipos de papilomavirus asociados al cáncer anal y cáncer de pene, aunque son patologías poco frecuentes en hombres inmunocompetentes. La Sociedad Americana del Cáncer estima que para el año 2012 alrededor de 1.570 hombres en los Estados Unidos serán diagnosticadas de cáncer de pene y unos 2.250 hombres podrían ser diagnosticados de cáncer anal. El riesgo de padecer cáncer anal es aproximadamente 17 veces mayor en los hombres homosexuales y bisexuales sexualmente activos, que en los hombres que tienen relaciones sexuales sólo con mujeres. Así mismo, los hombres con infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) también están en mayor riesgo de contraer este tipo de cáncer. Los otros serotipos de papilomavirus rara vez causan cáncer en los hombres, produciendo únicamente verrugas genitales, cuyo diagnostico debe ser realizado por el médico especialista (urólogo), que debe comprobar visualmente el área genital del hombre, y posteriormente aplicar una solución de vinagre o ácido acético para ayudar a identificar la presencia del virus, pero la prueba no es 100% fiable, ya que a veces piel normal es erróneamente identificada como una verruga. No está claro si los hombres que están infectados con papiloma virus en el pene son más propensos a tener cambios precancerosos o cancerosos que los hombres que no están infectados. Esta suposición surge por el poder de transformación oncogénica del virus, que induce cambios en las células.
Papiloma virus y cáncer oro faríngeo Se estima que alrededor del 7% de los adultos en Estados Unidos tienen infección oral con papiloma virus, siendo el serotipo más frecuente en este caso el VPH 16, el mismo tipo que produce un porcentaje significativo de cáncer de cuello uterino. Estudios recientes pronostican que para el año 2020, habrá más casos de hombres con cáncer en la boca en relación con infección por papiloma virus, que casos de mujeres con cáncer de cuello uterino. Hace escasos diez años se pensaba que el tabaco y el alcohol eran la causa principal de la mayoría de los casos de cáncer oro faríngeo (un tipo de cáncer en la boca, que afecta sobre todo a la base de la lengua y la parte posterior de la boca, incluyendo las amígdalas). En un esfuerzo por comprender mejor el papel de la infección oral por papiloma virus y cómo afecta al riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello, el investigador norteamericano Dr. Gillison y su grupo, analizaron muestras de enjuague bucal de un grupo de personas con edades comprendidas entre los 14 y los 69 años durante el período 2009-2010. Entre los hallazgos principales encontraron que el 10,1% de los hombres y el 3,6% de las mujeres tenían evidencia de infección oral por papiloma virus; que la infección oral por papiloma virus 16 fue aproximadamente tres veces más común en hombres que en mujeres; que la infección oral es menos común en personas sin antecedentes de o sexual; y que las personas con mayor número de parejas sexuales tendían a tener el mayor riesgo de infección oral por el virus.
Diagnóstico de la infección por VPH El diagnóstico de la infección por VPH (virus del papiloma humano) se realiza con las siguientes pruebas:
Examen macroscópico: comprende la observación directa de las verrugas genitales; se puede utilizar ácido acético, que tiñe de blanco las lesiones. Así mismo, se observa mediante colposcopia del cuello uterino y la vagina, previamente teñida con yodo o ácido acético. Examen microscópico: observación de células sospechosas con cambios coilocíticos en citologías de cuello uterino y vagina en mujeres, usando la tinción de Papanicolaou. Se pueden tomar biopsias de lesiones sospechosas, o incluso de vegetaciones o verrugas genitales, tanto de hombres como de mujeres, y enviar las muestras a una sección de anatomía patológica para su análisis. Detección directa del material genético del virus por técnicas de biología molecular, que amplifican el ADN del virus y permiten la identificación de los distintos serotipos.
Tratamiento de la infección por VPH El tratamiento de la infección por VPH (virus del papiloma humano) puede variar dependiendo de varios factores, entre los que se encuentra el tipo de lesión (verrugas, lesiones precancerosas o cancerosas), la localización anatómica de las lesiones, así como el número de lesiones.
Tratamiento de las verrugas El tratamiento de las verrugas originadas por VPH incluye:
Aplicación tópica de pedofilia al 0.5% directamente sobre la verruga, que puede ser aplicada por el mismo paciente dos veces al día durante tres días consecutivos seguido de cuatro días de reposo, pudiendo repetir el ciclo hasta en cuatro oportunidades. Aplicación tópica de Imiquimod al 5% (Aldara en crema sobre mono-dosis). Este fármaco inmunomodulador actúa activando las células del sistema inmunológico que atacan y destruyen al virus. Previo lavado con agua y jabón de la zona, el Imiquimod puede ser aplicado por el mismo paciente, una vez al día antes de dormir, tres veces por semana, por un período máximo de 16 semanas. Transcurridas entre seis y diez horas de acción, el medicamento debe ser retirado de la zona con abundante agua y jabón. Este tratamiento está contraindicado en el embarazo. Puede presentar ligero enrojecimiento de la zona y prurito, posible indicación de la actividad del sistema inmune. Aplicación de ácido tricloroacético al 80-90%: esta sustancia es un ácido muy fuerte que solo debe ser aplicado de forma tópica con un aplicador en la zona de la lesión por un médico especialista, repitiendo el tratamiento una vez a la semana hasta eliminar la lesión. Otras formas de eliminación de las verrugas que deben ser realizadas por médicos especialistas son la crioterapia con nitrógeno líquido, y la eliminación quirúrgica por electrocoagulación o mediante el uso de láser.
Tratamiento de lesiones precancerosas de cuello uterino Sí una mujer con una lesión precancerosa por papiloma virus recibe el tratamiento adecuado a tiempo tiene una alta tasa de curación y supervivencia. El abordaje terapéutico de estas lesiones consiste en:
Crioterapia: se congela el tejido usando una sonda metálica que ha sido enfriada con óxido nitroso o dióxido de carbono que circula dentro de la sonda. Tiene una efectividad que va del 85 al 95%, y solo se emplea en el caso de lesiones pequeñas de aproximadamente 20 milímetros o menos y que no se extienden dentro del canal del cuello uterino.
Escisión electro-quirúrgica por asa: consiste en la eliminación del área afectada con un asa caliente como el bisturí, y requiere el uso de anestesia local. Tiene una efectividad del 95% para la eliminación de la lesión. Conización en frío con bisturí: consiste en eliminar el tejido afectado con forma de cono del cuello uterino, utilizando para ello el bisturí. Aunque ya no es el tratamiento de elección para lesiones pre-cancerosas, todavía puede utilizarse en casos de lesiones que no pueden tratarse de otra forma, o cuando se sospecha de cáncer. Tiene una efectividad del 94%, requiere el uso de anestesia, y tiene como principal complicación el sangrado de la zona, así como el riesgo de estenosis (estrechez) del canal del cuello uterino.
Tratamiento de lesiones cancerosas por papiloma virus En el caso de que a una persona se le haya diagnosticado algún tipo de cáncer asociado a la infección por papiloma virus, la conducta de los médicos especialistas dependerá de la localización de la lesión y del grado de extensión de la neoplasia. El tratamiento puede incluir procedimientos quirúrgicos, quimioterapia y radioterapia, entre otros.
Micro inmunoterapia para tratar el VPH La Micro inmunoterapia es poco conocida entre los médicos sin embargo se está aplicando en el mundo desde hace aproximadamente unos 35 años con buenos resultados. Nace en 1967 cuando el Dr. Maurice Jenaer descubrió que cuando se istraban los ácidos Nucleicos (ADN y ARN) en proporciones altamente diluidas a pacientes con cáncer conseguían estimular su sistema inmunológico y el paciente mejoraba. Desde entonces se han realizado varias investigaciones y estudios que han hecho posible el desarrollo de un sistema terapéutico que se emplea en el tratamiento efectivo de cualquier enfermedad, simplemente cooperando con el sistema inmune. El Dr. Diego Jacques, médico especializado en ginecología y obstetricia, medicina homeopática y medicina prenatal, ha demostrado, a través de una investigación, que el uso de dosis muy bajas de moléculas que son producidas por el sistema inmune como las interleukinas desde la 1 a la 17, así como interferón alfa, anti-HLA DR, y junto con otras sustancias como ciclosporina A, fragmentos ARN y ADN en dosis muy diluidas, contribuye a la mejora de la efectividad de la respuesta inmunitaria del organismo frente a la infección por VPH; a esta fórmula se le ha denominado 2L®PAPI.
Prevención de la infección por VPH: vacuna contra VPH Para prevenir la infección por el VPH (virus del papiloma humano), además de limitar los factores de riesgo, como evitar la promiscuidad y las relaciones sexuales sin protección, los especialistas recomiendan la istración de la vacuna contra el VPH. La primera vacuna desarrollada y comercializada para prevenir el cáncer de cuello uterino, las lesiones genitales precancerosas y las verrugas debidas al papiloma virus, está disponible desde el año 2006 bajo el nombre de Gardasil, que consiste en una suspensión inyectable de las proteínas L1 purificadas de cuatro serotipos del virus: 6, 11, 16 y 18. Gardasil se istra a pacientes mujeres, con edades comprendidas entre 9 y 26 años, en tres dosis, dejando pasar dos meses entre la primera y la segunda dosis, y cuatro meses entre la segunda y la tercera. La vacuna se istra en forma de inyección intramuscular (inyección en un músculo), preferentemente en el brazo o el muslo.
La segunda vacuna está disponible desde el año 2009 y se llama Cervarix. Contiene una suspensión de la principal proteína antigénica que proviene de la cápside de los tipos oncogénicos 16 y 18, es ta es la proteína L1. Cervarix es una vacuna indicada para la prevención de las enfermedades causadas por los virus oncogénicos 16 y 18: cáncer de cuello uterino, neoplasia cervical intraepitelial (NIC) 1 y 2, así como el adenocarcinoma in situ. Su uso está aprobado en mujeres con edades de 9 a 26 años. La inmunización con Cervarix se realiza mediante la aplicación de tres dosis de la vacuna por vía intramuscular en la región deltoidea del brazo a los 0, 1, y 6 meses. En el pasado año 2011, el comité norteamericano de vacunas y el Centro de Enfermedades Infecciosas de Atlanta (CDC-Atlanta) recomendaron la aplicación de la vacuna Gardasil frente al papilomavirus a pacientes varones con edades comprendidas entre los 11 y 21 años, extendiéndose la edad de vacunación hasta los 26 años en el caso de homosexuales y hombres con el sistema inmunológico deprimido.
Recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría para la aplicación de la vacuna contra el VPH A continuación se detallan las recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría referentes a la istración de las vacunas contra el papiloma virus, actualizado en marzo de 2012:
Niñas entre los 11 y los 12 años deben ser inmunizadas de rutina con 3 dosis, istradas intramuscularmente a los 0, 1 a 2 meses, y 6 meses. Las vacunas se pueden istrar a partir de los 9 años, a discreción del médico tratante. Niñas y mujeres entre los 13 y los 26 años de edad, que no han sido inmunizadas previamente, o que no han completado el esquema completo de vacunación, deberían completar las dosis. Niños entre los 11 y 12 años deberían inmunizarse de rutina con 3 dosis de Gardasil, istradas intramuscularmente a los 0, 1 a 2, y 6 meses. La vacuna se puede istrar a partir de los 9 años, a discreción del médico tratante. Todos los niños y hombres entre los 13 y 21 años de edad, que no hayan sido inmunizados previamente o que no han completado el esquema completo de vacunación, deberían recibir la vacuna Gardasil. Hombres entre los 22 y los 26 años de edad que no han sido inmunizados previamente o que no han completado las dosis pueden recibir la vacuna Gardasil. Modelos de costo-beneficio justifican recomendaciones más fuertes en este grupo etario. Se deben realizar esfuerzos especiales para inmunizar a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, hasta la edad de 26 años, que no han sido inmunizados previamente o que no han completado las dosis. La actividad sexual previa no es una contraindicación para la inmunización contra VPH o para completar el esquema de dosis. Pacientes infectados con 1 serotipo de VPH todavía podrían obtener beneficio de protección contra alguno de los otros serotipos presentes en la vacuna. Pruebas para identificar exposición previa al VPH no son recomendables. Personas infectadas con VIH de ambos sexos, desde los 9 hasta los 26 años de edad, que no han sido inmunizados previamente o que no han completado el esquema completo de vacunación, deben recibir o completar sus esquemas con Gardasil. Las vacunas contra el VPH se pueden istrar concomitantemente con las demás vacunas del esquema de vacunación recomendado para cada país. La vacuna contra el VPH se puede istrar en estas circunstancias especiales: a) Cuando un (a) paciente se encuentra inmunocomprometido (con defensas de su organismo bajas), ya sea por medicamentos o enfermedad. b) Cuando una paciente se encuentra dando lactancia.
La vacuna contra el VPH no se recomienda durante el embarazo. El médico debe informarse acerca de la posibilidad de embarazo en mujeres sexualmente activas, pero no se requiere una prueba de embarazo antes de iniciar el esquema de inmunización. Si una paciente que inició el esquema de vacunación se queda embarazada, las dosis subsiguientes deben posponerse hasta el término del embarazo. Es recomendado que las mujeres que se quedan embarazadas durante la aplicación del esquema sean reportadas a los registros que se han desarrollado para obtener los datos del resultado de la vacunación. Debido a que la vacuna contra el VPH no previene la infección de todos los serotipos de alto riesgo, las recomendaciones del cribado para cáncer cervical (por ejemplo la prueba de Papanicolaou) deben continuar en mujeres que han recibido la vacuna contra el VPH. La istración de la vacuna contra el VPH no debe modificar las recomendaciones actuales para el uso de métodos de barrera para la prevención de la infección por VPH y demás enfermedades de transmisión sexual. Como tampoco debe modificar las discusiones sobre las decisiones saludables de actividad sexual, incluyendo el uso de condón y la abstinencia. La inmunización contra VPH de niños desde los nueve años de edad y mayores debería cubrirse por todos los seguros de salud públicos y privados. Contraindicaciones: la vacuna Gardasil no debe aplicarse a personas con historia de hipersensibilidad inmediata a la levadura o a mujeres embarazadas. Precauciones: la inmunización debería retrasarse en personas con enfermedad moderada o aguda. Dado que el síncope puede ocurrir en adolescentes después de istrarles la inyección y se ha reportado tras la vacunación contra VPH, él o la paciente que recibe la vacuna debería sentarse o permanecer acostado durante 15 minutos después de la istración de la dosis. Fuente: American Academy of Pediatrics. HPV Vaccine Recommendations. COMMITTEE ON INFECTIOUS DISEASES (artículo original).