Levitas que ministran la presencia del Señor Conferencia de Aniversario Pasaje: Ef. 5:9 – 20 Soporte: Mat. 26:26 – 30; Mar. 14:26
Introducción Los términos levitas y músicos no son lo mismo. Es decir, si hablamos de un músico no significa que hablemos de un levita. Aunque tradicionalmente, le término levita perdió su uso por varias razones fundamentales:
a. La iglesia tradicionalmente solo ha conocido o ha sido enseñada acerca de los sacerdotes antiguo testamentarios.
b. En el nuevo testamento, los levitas o sacerdotes aparecen obscurecidos por el actuar de los fariseos (cuestionaban, atacaban, intrigadores, etc.) Mat. 21:15
c. En el nuevo testamento, los levitas aparecen en su función tradicional pero de manera indirecta. Mat. 12.5, 21:12; Luc. 2:25 – 28, 41; Juan 7:14, 12:20;
d. La tradición religiosa nos oculta la realidad o necesidad de los levitas debido a la incorporación de músicos en el rol de la adoración. Sin embargo, eso no significa que ya no se necesitan dentro del ministerio. 1ª Cor. 14.15; Ef. 5:19; Col. 3:16. e. La iglesia asocia la terminación del ministerio sacerdotal con la terminación del ministerio levítico. Sin embargo, la función de los levitas adoradores no debe terminar nunca. Analicemos juntos lo que un “levita” neotestamentario debe ser y hacer como parte de la vida de la iglesia.
I. Orígenes y características de los levitas A. Son descendientes de la tribu de Leví Gen. 29: 34.
Tercer hijo de Jacob, por medio de Lea. En el pensamiento de Lea hay un propósito divino. Primero dijo “mi esposo me amará”; en segundo lugar declaró “me oyó”; y en tercer lugar “mi esposo se unirá a mi”.
Gen. 34:25
Fue un hombre celoso e iracundo desde un enfoque humano. Por consecuencia, fue una persona dominada por las emociones. Fue vengativo al matar a todos lo varones Cananeos y Ferezeos. Es reprendido por su padre Jacob vs. 30.
Gen. 46:11.
Tuvo tres hijos. Los hijos de LEVÍ: Gersón (refugiado, expatriado), Coat (aliado consigo mismo) y Merari (amargado, insatisfecho).
Gen. 49:5.
Jacob declara que sus armas son armas de iniquidad.
Rigoberto Pérez Lozano Pastor
II. Transformación de la tribu de Leví Ex. 1:2. Ex. 2:1
Deut. 21:5
Entró a la Tierra prometida. Nos enseña que Moisés es descendiente de Leví. Por consiguiente Aarón también era levita, Ex. 4:14. Dios está dispuesto a consumir al pueblo, y darle otro pueblo a Moisés. Moisés intercede ante Dios por el pueblo, y Dios cambia de parecer, vs. 14 Encontramos a un pueblo desenfrenado (desnudos, orgía, etc.) Moisés ordenó el sacrificio de aquellos que participaron en el desorden: 3000 hombres; bajo la mano de los levitas, vs. 27. Otro evento en Num. 25:5 – 9. Dios moraría en el centro de las tribus del pueblo, y los levitas deberían cuidar y vigilar el funcionamiento correcto del ministerio y vivir alrededor de la presencia de Dios. Dios designa el ministerio de los levitas, y los coloca bajo línea de autoridad. Núm. 17:5, 8, nos muestra su respaldo pero también nos anuncia el mensaje. Los levitas deberían ser lo mejor, ya que tomaban el lugar de los primogénitos. Los levitas debían santificarse como una ofrenda a Jehová, 8:21. Los primogénitos (de los animalitos) para el sacrificio eran lo mejor. El ministerio de los levitas requiere un cuidado del corazón. No deben tener aspiraciones de poder, como lo tuvo el querubín. Los levitas servirían como intercesores, como “protección” para su pueblo. Num. 8:19, 16:22, 37; Los levitas deberían ser ministrados por el pueblo en lo material, y participar de las bendiciones del resto del pueblo. Núm. 31:25 – 30. Deut. 14:27. Dios define un ministerio glorioso: llevar la presencia de Dios por todo lugar, representar la autoridad de Dios frente a los enemigos, estar delante de Dios y servirle, y bendecir el nombre glorioso de Dios, Yo soy el que soy, de Jehová. Los levitas deberían participar en juzgar situaciones del pueblo.
Deut. 24:8
Los levitas avalaban el estado del leproso, y debían instruir a otros.
Ex. 32:10 Ex. 32:11 Ex. 32:26
Núm. 1:49 – 53
Núm. 3:5 – 9 Núm. 3:17 – 41
Núm. 16:1 – 3 Núm. 18:20 – 23 Núm. 18:23 – 26 Deut. 10:8
Deut. 26:11 – 13 Los levitas servían como referencia para la evaluación y el temor del pueblo frente a Dios. Deut. 27:12 Los levitas estaban para bendecir al pueblo junto con otras tribus. Deut. 31:25
Josué 3:3
1ª S 7:6 2ª S. 5:17 – 25 2ª S 6:12 – 15
Los levitas llevan siempre la advertencia del Señor, con respecto a la fidelidad de ellos y del pueblo. Los levitas deben llevar carga por la posibilidad de la infidelidad del pueblo de Dios. Los levitas deberían moverse en la dirección de Dios, para poder ayudar al pueblo a seguir a Dios. Los levitas tomaban el arca del pacto, la cual era una garantía de la bendición, excepto cuando faltaba la santidad del pueblo. 1ª Sam. 4.:18 – 22. El ministerio de algunos levitas se expandió. Samuel fue además de sacerdote, profeta y juez. El ministerio sacerdotal empieza a distribuirse para su plenitud. El arca del pacto regresa a Israel.
Rigoberto Pérez Lozano Pastor
III. Los levitas en la adoración y la profecía 1ª Cr. 15:2
1ª Cor. 15:12, 16:4 – 6
Llevar la presencia de Dios es un gran privilegio para los levitas. Si bien este es un privilegio implica un gran compromiso y una gran responsabilidad para todos los hijos de Dios, es una máxima para los levitas adoradores músicos.
1ª Cr. 15:12 – 14 Llevar la presencia de Dios implica desarrollar una vida de santidad. 1ª Cr. 15:16 – 25 Hay una expansión en el ministerio levítico. Pero, debe haber un ministerio continuo por parte de los levitas, 1ª Cr. 16:37 – 42. 1ª Cr. 16:1 – 6 Hay una múltiple bendición en adorar a Dios. La primera uno se santifica (15:12) y es santificado por Dios (vs.2). En segundo lugar, uno bendice al pueblo de Dios (vs. 2). Por último, el adorador va a bendecir su casa (16:43). Pero en Cristo, se rescata o renueva el privilegio de bendecir la Tierra, Mat. 5:13, 14, 44; Rom. 12:14. El Tañedor y la música son útiles para consultar o buscar a Dios Jos. 3:14 – 17
Los levitas tenían que ir al f rente en cada necesidad del pueblo. En general, 2ª Cr. 20:19 Dios se manifestaba con poder y milagros ocurrían. 2 Rey. 3:12 – 15 Es importante el adorador músico y no el músico adorador. La función del tañedor es ministrar de tal manera que la presencia de Dios se manifieste.
III. Las problemáticas de siempre
1ª Cor. 14:15
Hay dos extremos peligrosos en la adoración: 1.
Ser emocionales para adorar. Dejar que las emociones controlen nuestra adoración por encima del espíritu. • • •
2.
La música puede mover las emociones La alabanza emocional es carnalidad El adorador sin emociones es falsedad
Permitir que nuestra mente terrenal gobierne nuestra adoración, y convertirnos en autómatas, que sabemos que hacer pero no sentimos la realidad de Dios. • • •
La mente humana mata el espíritu La adoración limitada a la letra está muerta La adoración que no se basa en la Palabra viva no tiene sentido
La solución es el manejo de la espiritualidad 1. 2.
1ª Cor. 2:14
La adoración debe perfeccionarse porque el adorador necesita ser perfeccionado 2ª Cor. 7:1 Dios busca adoradores en medio de su pueblo Juan 4:23 – 24
Rigoberto Pérez Lozano Pastor
•
La conexión entre el espíritu del hombre y el Espíritu de Dios (el adorador en espíritu) Esta es una experiencia sobrenatural. No hay reglas, pero tiene un principio: buscar a Dios. La palabra buscar (Sal 27:4, 8) a Dios indica una actitud definida y decidida por lograr algo, el encuentro con Dios. Esto es algo semejante a Jacob “peleando” con el ángel. “No te dejaré si no me bendices”, Gen. 32:26 – 28.
•
La conexión entre espíritu del hombre y el alma del ser humano (el adorador en verdad) Cuando nos encontramos con Dios “tiene” por lógica bíblica que ocurrir un efecto sobre nuestra humanidad. La primera reacción humana es el miedo, Gén. 3:10, 28:17; Psa. 119:120; Is. 6:5. La razón fundamental es debido a nuestra naturaleza de pecado. Otro tipo de emociones resultan de tener un encuentro con Dios: vergüenza, 2ª Cor. 4:2; temor, Mar. 4:41, Juan 18:5; gozo, Hech. 8:8; valor o ánimo, Mat.15.25; avivamiento, Luc. 24:32. Sin embargo, después de todo tipo de emoción, la respuesta del hijo de Dios es adorar, Gén. 24.26; Jos. 5.14; Mat. 15:25.
•
La conexión santa entre el alma y el cuerpo El cuerpo responde a la condición del alma y el espíritu; y lo hace con expresiones de júbilo: canta 1ª Cr. 15:16; aplaude Sal. 47.1; levanta las manos; 1ª R 8:22; danza, Sal. 149:3; se postra, 1ª Cr. 16:29; llora, Núm. 14:1; se arrodilla Sal. 95:6, Fil. 2:10; Juan 9:38.
Conclusión Los cristianos tenemos grandes privilegios: somos reyes y sacerdotes, siervos del Dios viviente. Honremos nuestra posición delante de nuestro Dios. Para ello: 1. Santifiquemos nuestro ser de manera voluntaria. La práctica de la confesión de nuestros pecados es vital para poder ser santificados 1ª Jn. 1:8 – 10. 2. Preparémonos para un encuentro con Dios en cada reunión o de manera personal. La adoración es la fuente de la manifestación de Dios. La oración basada en la Palabra activa es la clave y no la oración basada en la letra muerta (sabiduría). 3. Desarrollemos el hábito de cantar Ex. 15.1 – 21; 1ª Cr. 16:7 – 36, en medio de cada triunfo que Dios nos da. La alabanza va ligada con la victoria. La música es importante pero no mas que el adorador. 4. Desarrollemos la vida del intercesor, que está para bendecir a Dios, bendecir al Pueblo, bendecir la familia y bendecir la Tierra. 5. Sirvamos a Dios con alegría y un nuevo espíritu. Sal. 2:11, 100:2; Job. 21.15; Rom. 7:6
Rigoberto Pérez Lozano Pastor