“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y las declaró… a su siervo Juan.”(Ap 1:1)
Sesión 2 Introducción: Título, autor, tema y estructura del Apocalipsis
Título El libro del Apocalipsis toma su nombre de la primera frase del libro: “La revelación (ἀποκάλυψις) de Jesucristo”. La palabra “apocalipsis” significa justamente “revelación”, y se refiere a descorrer un velo, o descubrir algo. Este título sugiere justamente que “el cielo se ha acercado a la tierra con misericordia y amor para revelarnos grandes y gloriosas verdades acerca de las cosas que pertenecen a la salvación y a la vida eterna”.1 Y si bien es cierto que el libro contiene gran cantidad de símbolos, los mismos no tienen el propósito de confundir, sino de proteger el contenido (ver Mateo 13:10-13; 7:6). 1 Loron Wade. El futuro del mundo revelado en el Apocalipsis (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1990), 9.
Autor En cuanto a su autor, el libro sólo menciona a “Juan” sin aclarar específicamente quien era (Apocalipsis 1: 1,4,9; 21:2; 22:8). Pero el hecho mismo de que no se aclare nada más sobre él demuestra que la sola mención de su nombre alcanzaba para que se lo identifique. ¿Quién es Juan? El testimonio casi unánime (con la posible excepción de Papías) de los escritores cristianos hasta mediados del segundo siglo lo atribuyen a Juan el apóstol, razón suficiente para no dudar de la autenticidad juanina del Apocalipsis. Es cierto que el Apocalipsis refleja algunas diferencias lingüísticas y un griego no muy correcto si se lo compara con el Evangelio de Juan (sin olvidarse de que existen semejanzas innegables). Pero no hay que olvidar que el Apocalipsis fue escrito por Juan a medida que se desarrollaban las escenas (Apocalipsis 10:4), sólo y en circunstancias desfavorables. Después de todo, Juan había sido trasladado a la isla penal de Patmos (Mar Egeo), a unos 80 kilómetros al suroeste de Éfeso, por causa de su fe y siendo un hombre de avanzada edad. En cambio en el caso del Evangelio, Juan pudo tener la asistencia de un amanuense y/o editores dado que es probable que haya sido escrito tiempo después mientras vivía en la ciudad de Éfeso. Contexto histórico El testimonio de los primeros escritores cristianos coincide ampliamente en que Juan habría escrito el Apocalipsis al final del reinado de Domiciano (emperador del 81 al 96 DC). Esta fue una época dura para los cristianos pues Domiciano (y previamente a él Calígula, emperador del 37 al 41), promovió la adoración al emperador. Por lo tanto los cristianos fueron a menudo perseguidos por negarse a adorar al emperador. En ese sentido, el Apocalipsis venía a traer consuelo y esperanza a quienes padecían persecución por causa de su fe (tema que el Apocalipsis trata ampliamente).
El Apocalipsis sigue nítidamente el estilo literario apocalíptico iniciado por Daniel (y probablemente Ezequiel) y continuado durante el período intertestamentario. Es en cierto modo una continuación de Daniel. Se diferencia de la profecía clásica en su alcance cósmico y en su profusa presentación de visiones y sueños, como así también su uso de metáforas y símbolos. Además, con excepción de los himnos intercalados en el libro, el resto está en prosa (propio de la literatura apocalíptica). Tema: El personaje central del Apocalipsis es Cristo Se trata de una “revelación de Jesucristo” en el sentido de que es Cristo mismo quien proporciona o da la revelación, si bien también el contenido principal de esa revelación trata acerca de Jesús mismo.
Dada la cantidad de citas y alusiones al Antiguo Testamento (505 en total, de 28 de los 39 libros del Antiguo Testamento, de las cuales 325 son de los libros proféticos) es necesario examinar las mismas en su contexto original y luego ver de qué forma son utilizadas en el Apocalipsis para comprender más acabadamente
el mensaje de éste. De 404 cuatro vs., 278 tienen referencias o alusiones, directas o indirectas al Antiguo Testamento. Estructura
En cuanto a su estructura literaria, el Apocalipsis plantea un bosquejo de siete secciones, todas ellas encabezadas por escenas relativas al santuario celestial. Cada una de estas escenas, enfatiza una de las dimensiones o fases de la actividad de Dios en su santuario. Esta estructura puede bosquejarse de la siguiente manera: A. Introducción y saludo (1:1-8). B. Las siete iglesias (1:9-3:22).
Escena introductoria del santuario en 1:9-20: Visión del Hijo del Hombre entre los siete candeleros. Fase de actividad divina: Cristo glorificado que intercede y se preocupa por su iglesia como gran Sumo Sacerdote a la vez que la prepara para el gran juicio escatológico.
C. Los siete sellos (4:1-8:1).
Escena introductoria del santuario en 4:1-5:14: Visión de la adoración celestial y del Cordero como inmolado. Fase de la actividad divina: Cristo entronizado junto al Padre dando inicio a su obra mediadora. Gracias a su sacrificio es el único digno de abrir el libro con siete sellos y conducir los destinos del hombre hacia su consumación final.
D. Las siete trompetas (8:2-11:18).
Escena introductoria del santuario en 8:2-5: Escena del ángel con el incensario frente al altar de oro. Fase de la actividad divina: La intercesión de Cristo en el Santuario Celestial. Se anticipa el inminente juicio de Dios.
E. Los momentos culminantes del gran conflicto (11:19 a 14:20).
Escena introductoria del santuario en 11:19: Visión del Lugar Santísimo del Santuario Celestial. Fase de la actividad divina: El juicio de Dios entra en sesión.
F. Dios derrama sus juicios (15:1-19:18:24).
Escena introductoria del santuario en 15:5-8: El fin del tiempo de gracia. Fase de la actividad divina: El derramamiento de los juicios de Dios desde el santuario.
G. El reencuentro de Cristo con su iglesia (19:1-20:15).
Escena introductoria del santuario en 19:1-8(10): Escena de adoración celestial. Fase de la actividad divina: El carácter de Dios es vindicado (ver 19:2).
H. “Cielo nuevo y tierra nueva” (21:1-22:21).
Escena introductoria del santuario en 21:3 (21:1-22:5): Dios habita de nuevo con su pueblo. Fase de la actividad divina: El pecado ya no existe más. El fin del conflicto.
I. Epílogo (22:6-21).
CUESTIONARIO DE INTRODUCCIÓN
1. ¿Qué sugiere el título del Apocalipsis en cuanto a la intensión de Dios al revelar su contenido? _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ 2. ¿Qué importancia crees que tiene el hecho de que Juan sea el autor del libro? ¿Qué crees que pasaría si se descubriera que Juan el apóstol no es realmente el autor? _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ 3. ¿Qué relación hay entre el contexto histórico y el contenido del libro de Apocalipsis? _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________