LADRILLO QUE ABSORBE LA CONTAMINACIÓN. – Estos días la contaminación del aire en algunas ciudades es un gran problema y como resultado, los edificios que ayudan a aliviar el problema están de moda. En los últimos años, sin embargo, los diseñadores han comenzado a ir más allá de la simple reducción de las emisiones de un edificio y han comenzado a trabajar con técnicas que eliminan efectivamente los contaminantes del aire, a través de sistemas como la fachada "fotocatalítica" de Nemesi para el Pabellón de Italia la Expo Milán 2015 que captura y reacciona con la contaminación en presencia de la luz. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas nuevas tecnologías han sido químicas, afectando solamente al aire que entra físicamente en o con ellos. ¿Qué pasaría si los edificios tomaran un papel más activo en la tracción de los contaminantes del cielo? ¿Si trabajaran un poco más como una aspiradora? Esto era exactamente la inspiración detrás del Breathe Brick desarrollado por Carmen Trudell, profesora asistente en la Escuela de Arquitectura de Cal Poly San Luis Obispo y fundadora de Both Landscape and Architecture. El material está diseñado para formar parte del sistema de ventilación estándar de un edificio. Tiene un sistema de fachada de dos capas, con ladrillos especiales en el exterior y aislamiento estándar en el interior.
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En el centro hay un sistema de filtración ciclónica que separa las partículas pesadas del aire y las recoge en una tolva extraíble. Su diseño es muy similar al de un vacío. En definitiva, una tecnología que se puede aplicar fácilmente a los procesos constructivos actuales. Al realizar pruebas en el túnel de viento, se demostró que el sistema puede filtrar un 30% de partículas finas contaminantes y un 100% de partículas gruesas como el polvo.
Breathe Brick está diseñado para formar parte del sistema de ventilación normal de un edificio, con una fachada de doble capa de los ladrillos con los ladrillos especialistas en el exterior, complementado por una capa interna que proporciona aislamiento estándar. El centro de la función de Breathe Brick es la filtración ciclón, una idea tomada de aspiradoras modernas, que separa las partículas contaminantes pesadas del aire y las deja caer en una tolva desmontable en la base de la pared.
El sistema se compone de dos partes principales: los ladrillos de hormigón y un acoplador de plástico reciclado, que ayuda a alinear los ladrillos y crea una ruta desde el exterior hacia el centro hueco del ladrillo. Los propios ladrillos de hormigón disponen de una superficie facetada que ayuda a dirigir el flujo de aire en el sistema y una cavidad separada para su inserción de la estructura de acero.
Breathe Brick puede funcionar tanto con sistemas de ventilación mecánica y pasiva, ya que el ladrillo simplemente suministra aire filtrado en el pleno de la pared; este aire puede entonces ser entregado al interior del edificio a través de equipo mecánico o a través de los respiraderos impulsados por sistemas pasivos tales como la ventilación pila.
En las pruebas de túnel de viento, el sistema se encontró para filtrar 30% de partículas finas (tales como contaminantes del aire) y 100% de partículas gruesas, tales como polvo. Como todo el sistema es relativamente barato, el Trudell postula la Breathe Brick como una manera de reducir los niveles de contaminación en los países en desarrollo, donde la rápida expansión de la industria y las regulaciones ambientales menos estrictas a menudo causan problemas.
LADRILLOS QUE CAPTURAN CO2. –
En Japón se diseño un ladrillo que tiene mayor tracción que el hormigón y la gran ventaja es que se puede usar para construir viviendas en forma rápida para situaciones de emergencia. Uno de ellos es un ladrillo de fácil fabricación que captura el CO2 y tiene una resistencia a la tracción 2,5 veces superior a la del hormigón. Este material fue presentado tras los terremotos de 2011 en Japón para ser utilizado en zonas de desastre en las que se requería una rápida rehabilitación de viviendas.
La fabricación es simple y los componentes fáciles de conseguir ya que se coloca arena con alto contenido de silicio en moldes herméticos a los que se les inyectan dióxido de carbono. Luego se le agrega epoxi para que se aglutine bien y tenga una buena resistencia y que este bien compacto. Estos ladrillos tienen una resistencia 250 % más que el hormigón por lo cual es un buen reemplazante de este material. Al necesitar CO2 se pueden convertir los ladrillos en un sumidero de este gas tan contaminantes y que genera daño ambiental. Los ladrillos pueden usarse para todo tipo de edificaciones y construcciones por su gran versatilidad. Se calcula que la vida del material es de 50 años aproximadamente. Los materiales para la construcción con bajo impacto ambiental son una alternativa para construir viviendas y edificios amigables con el medio ambiente.
Estos ladrillos pueden ser una alternativa a los materiales convencionales que muchos son altamente nocivos y contaminantes. Para poder resolver los problemas de contaminación debemos apostar por la arquitectura ecológica y sustentable. Estos ladrillos no van a solucionar los problemas ambientales del planeta pero pueden colaborar un poco en reducir los niveles de CO2. Usar materiales y técnicas que ayuden a absorber CO2 es una forma de colaborar con el medio ambiente. Estos ladrillos pueden ayudar a reducir los niveles de CO2 el gran enemigo del clima y que genera terribles consecuencias ambientales y en la población. Seguir desarrollando materiales ecológicos y de bajo impacto ambiental debe ser un objetivo importante. Si se logra reemplazar los materiales contaminantes de uso diario en las construcciones estaremos avanzando bastante en materia de reducción de la contaminación.
El empleo masivo de estos materiales los convertiría en un importante sumidero de los gases de efecto invernadero. Gracias a la investigación en materia de construcción sostenible podemos obtener nuevos materiales de gran eficiencia para la descontaminación de las atmósferas urbanas.