¿Para qué sirve filosofar? En una sociedad del conocimiento donde nos vemos inundados de información, ahora más que nunca es menester contar con criterios racionales de reflexión para poder ejercer una función crítica que nos permita desentrañar los fines a los que nos podemos orientar de una manera racional. Debemos aprender a diferenciar opiniones y conocimientos y a tomar decisiones de una manera argumentativa, dando razones para permitir diálogos y consensos en función de un verdadero bienestar común. En la era de la tecnociencia, tenemos que dirigir nuestros esfuerzos a la búsqueda de un saber que integre las diferentes disciplinas, tanto en la teoría como en la práctica y que dé las condiciones para la construcción de verdaderos ciudadanos. El filosofar integra teoría y acción, fundamenta e integra conocimientos, indaga la universalidad y la crítica racional para buscar, a fin de cuentas, cómo vivir mejor. Un ejemplo de la integración entre diversas disciplinas es la bioética. La bioética es una disciplina muy reciente que surge, en un principio, como respuesta a los avances científicos y tecnológicos. Actualmente la bioética se puede entender como una disciplina que pretende definir qué significa una vida de calidad; de esta pretensión se desprenden problemas públicos como ¿qué estamos buscando en el desarrollo tecnológico: felicidad, bienestar, salud, una vida de calidad o simplemente alargar la vida? El hambre, el dolor y la discriminación, son obstáculos para la felicidad, ¿el desarrollo científico y tecnológico dirigen sus esfuerzos a que estos daños disminuyan? O simplemente la ciencia y la tecnología ¿avanzan porque pueden hacerlo? Pareciera que los avances de la ciencia y la tecnología benefician o favorecen una vida de calidad, por ejemplo con la posibilidad de donar órganos y trasplantarlos, con las técnicas de reproducción humana que solucionan la infertilidad de muchas mujeres, la experimentación con embriones permite diagnosticar y curar enfermedades que hasta ahora eran incurables; la esperanza de vida es cada vez mayor y todo esto hace que parezca que el avance científico y tecnológico permite una mejor calidad de vida, ¿pero esto es así? ¿Por qué? estas son preguntas que se plantea la bioética; un ejemplo concreto sería el caso del aborto ante el cual la bioética plantea preguntas como ¿quién puede decidir qué es bueno para un niño que aún no nace y cuyo padre está ausente? ¿Quién sabe lo suficiente para poder decidir cuál es la mejor opción? y en general ¿quién está hoy o ha estado en condiciones de decidir qué es lo mejor para una persona, para un hospital, para un país o bien para el resto del mundo en temas tan delicados como la calidad de vida de un paciente o bien la muerte digna? Por último, es importante señalar que la bioética si bien implica a varias disciplinas, dependiendo del problema que se trate, es un nuevo saber que nos permite afirmar que la ética sirve para reflexionar y resolver problemas concretos actuales. Hasta este momento hemos afirmado que con la pregunta sobre el Ser no sólo comienza el pensamiento filosófico, sino también el científico. Pero entonces ¿cuál es la diferencia entre una y otra disciplina cuando ambas tratan de conocer la realidad? Tanto la ciencia como la filosofía son disciplinas absolutamente racionales, mientras que el filósofo arbitra preguntas totalizadoras y omni abarcantes, el científico se centra más en la búsqueda de una respuesta limitada a los fenómenos que pueden ser mensurables y verificables. Ya no le basta preguntarse ¿qué son las cosas?, sino ¿cómo y porqué se comportan de tal manera las cosas?
De ahí que el interés científico se centre más en el ámbito de la realidad que pueda caber dentro de sus parámetros, donde pueda experimentar, es decir, ir más allá de la simple observación y construir experiencias para poder ser capaz de prevenir y controlar, hasta donde sea posible, los fenómenos de la naturaleza. No así el filósofo, que puede sobrepasar la línea del conocimiento hacia lo trascendental. Los científicos tienen como eje referencial o hilo conductor al método científico como un parámetro, que si bien es cuestionado de manera constante por la propia comunidad científica, está siempre referido a la naturaleza de sus objetivos específicos y es aceptado de manera universal. Los filósofos, según su muy peculiar enfoque de la realidad, adoptan el método según su perspectiva. De esta manera, en la filosofía tenemos los métodos empirista, racionalista, trascendental, fenomenológico, analítico, hermeneútico etcétera. Por otro lado, el afán filosófico no descarta la búsqueda por encontrar una manera de aprender a vivir mejor, a convivir unos con otros y a tratar de ser feliz. Mientras tanto, el científico se limita a tratar de explicar, describir y conocer nuestro entorno.
Como mencionamos, el científico, ante la ambición desbordada del filósofo, y en la búsqueda de algo que sea lo mismo para todos y que no pueda ser de otra manera para todos, es decir, en la búsqueda de la verdad, parte de lo único que es común para todos. Y lo único que tenemos en común todos es la propia realidad. Esa es la misma para todos. El problema es cómo la interpretamos, pues nos guste o no, no hay otra realidad y esa es la misma para todos. Por eso puede existir el conocimiento científico. Lo anterior hace que el pensar científico pueda ser universal en el sentido de que cualquier sujeto que cuente con las condiciones necesarias pueda experimentar y probar cualquier resultado científico. También la ciencia va a hacer uso del conocimiento inductivo, donde de los datos particulares se pueden ir a los generales. Estas características permiten al modo de pensar científico tener otra propiedad: Es un pensamiento crítico, ya que es capaz de dar razones argumentadas y de analizar el porqué de su método. Esto lo hace un conocimiento fundado, es decir, capaz de dar cuenta de su propia lógica. El científico sabe que para lograr la certeza y poder transformar la naturaleza, es menester dividir la realidad en sectores, en regiones, acotar la realidad para limitar así los problemas y poder especializarse en la búsqueda de respuestas adecuadas a los mismos. Así, tenemos astrónomos cuya visión de la realidad es el macrocosmos; el biólogo, que se ocupa de los seres orgánicos; el físico y las leyes de la naturaleza etc. Pero para lograr conocer en este fragmentar de la realidad, encuentran la necesidad de un método racional completamente riguroso. Por método se entiende un conjunto sistemático de operaciones orientadas a la obtención de un resultado, razón por la que cada ciencia utiliza sus propios métodos, según el objeto que vaya a estudiar. Método viene del griego methodos que significa guía, camino.
A la hora de hacer ciencia, hablando en términos generales, podemos afirmar que existen dos grandes bloques de ciencias, en tanto que se ocupen o no de hechos de la experiencia. De esta manera, el método de las ciencias experimentales se refiere a hechos de la realidad, y por tanto, dan información acerca de la misma. Mientras que el método de las ciencias formales se refiere a la forma de los razonamientos y de las argumentaciones, tienen su propia lógica y son independientes del mundo exterior.
El método más utilizado en las ciencias formales es el llamado método deductivo. Este método parte de lo general a lo particular, como si fuera “un orden de descenso”. Los principios de los que parte la deducción se llaman premisas y se dan por ciertas para el problema que se trata. Son las bases sobre las que sustentan las conclusiones deductivas. Por ejemplo: Todos los alcohólicos dicen la verdad. Juan es alcohólico. Juan dice la verdad. Como podrás darte cuenta, en este tipo de razonamiento lo importante es que se cumpla la regla, la estructura. Esto es como, que la conclusión se siga lógicamente de las premisas. No importa el contenido, por lo que el argumento puede ser válido y, las premisas y la conclusión falsa. Si las ciencias formales no se refieren a la realidad, entonces: ¿quiere decir que estas ciencias no tienen nada que ver con ella? Y si no se refieren a la experiencia concreta, ¿qué les da coherencia como ciencias? En relación a la primera pregunta, claro que las ciencias sí tienen que ver con los métodos formales. Basta pensar en Galileo para contestar de manera afirmativa, ya que este genio se quedó sorprendido al comprobar que el mundo real responde a los experimentos formulados con lenguaje matemático. Los métodos formales proporcionan una estructura segura a la ciencia, y de ahí su importancia. Es más, las ciencias experimentales nacen cuando, como parte de su método, se han utilizado las matemáticas, precisamente por la solidez que les brindan. En las ciencias experimentales (o ciencias naturales, como en ciertos textos las denominan) se utiliza el método inductivo en combinación con el método deductivo, con lo que se logra el llamado método hipotético / deductivo. El método inductivo es cuando, partiendo de una serie de casos particulares conocidos por la experiencia, se obtiene una conclusión general para un determinado ámbito. Esto es, se va de lo particular a lo general; se procede de las partes al todo. En este método se hacen generalizaciones que se derivan de la observación de los casos particulares.
En nuestra vida diaria usamos constantemente las generalizaciones inductivas como parte de nuestras decisiones. Por ejemplo, como camarones y se me hincha la cara. Después de un mes, como pulpos y me pongo rojo y siento náuseas, después como ostiones y siento que no puedo respirar; después puedo concluir que algo me pasa cada vez que como mariscos. Es decir, puedo concluir diciendo que soy alérgico a los mariscos. Aquí acabamos de realizar una generalización acerca de los mariscos que para mí se convierte en un principio, y si no quiero terminar en un hospital, dejo de comer mariscos. Para realizar una inducción en un plano más formal, a pesar de que aquí sólo te presentamos una introducción, se tienen que tomar en cuenta ciertos lineamientos. Por ejemplo: La grandeza de la ciencia es que combina los dos métodos en una especie de consorcio. De esta combinación surge el llamado método hipotético deductivo. En este método, el hombre tiene la posibilidad de obtener una respuesta a determinada clase de preguntas. En gran parte, se apoya en el presupuesto de que existe una regularidad, susceptible de ser descubierta en las relaciones entre los fenómenos, y que en alguna forma con ciertos instrumentos se pueden captar estos fenómenos. Sin embargo, cabe recordar que ningún método científico pretende alcanzar un conocimiento inmutable o definitivo. Los pasos del método hipotético deductivo son: PASOS DEL MÉTODO EXPERIMENTAL Revisión de los conocimientos anteriores. Búsqueda de una solución y predicción de la hipótesis. Planeación y ejecución del experimento. Obtención de un resultado demostrable. Interpretación del resultado. Incorporación del resultado obtenido a los conocimientos (Formulación de leyes) Anteriormente se consideraba que sólo existía un único método científico que era utilizado para todas las ciencias, pero ahora se sabe que cada ciencia, de acuerdo con el tipo de fenómeno u objeto que estudia, construye su propio método. Por eso, podemos hablar de un método deductivo, inductivo, experimental, estadístico etc. Esto es importante porque le permite establecer ciertas leyes que señalen lo que es posible y lo que no, y en función de lo anterior, poder predecir.