MARCADORES CELULARES Los linfocitos y otros leucocitos expresan un gran número de moléculas de superficie diferentes que se pueden utilizar para distinguir o marcar las distintas poblaciones celulares. La mayoría de estos marcadores celulares pueden ser detectados mediante anticuerpos monoclonales específicos. LINFOCITOS
T
Las células T (65-80% de la población de linfocitos circulantes) se subdividen en 2 subpoblaciones detectables por anticuerpos monoclonales contra los antígenos CD4 y CD8. Las células CD8 + (la mayor de las subpoblaciones T en médula ósea) son células supresoras,citotóxicas y sensibilizadas. Las celulas CD4 + (predominan en la circulación periférica) son células helper/inductoras o colaboradoras). Las células T presentan gránulos que contienen hidrolasas ácidas. Los CD4 y CD8 supresoras regulan la respuesta inmune: poseen un receptor para el fragmento Fc de IgM que promueve la diferenciación de células B. Los CD8 citotóxicos destruyen células extrañas.
LINFOCITOS B
Comprenden entre 5 y 15% de los linfocitos circulantes. La célula B madura presenta sobre su superficie de la membrana moléculas de Ig (anticuerpos) producidas por el mismo linfocito, con la posibilidad de actuar como receptores de antígenos ESPECÍFICOS. Los linfocitos B que han madurado y secretan inmunoglobulinas se llaman células plasmáticas o plasmocitos. Las Ig pueden ser de 5 clases: Ig G, A, M, D, E. La célula plasmática constituye el estadio final
de
la
transformación
antigénica
de
los
linfocitos
B:
productora
de
inmunoglobulinas Función: generar anticuerpos
Anticuerpos Cuando el ser humano enferma comienza la lucha interna contra los organismos externos que producen la enfermedad, el sistema inmunológico se pone en marcha y segrega los
anticuerpos
específicos para combatir y eliminar las bacterias, parásitos o virus que
provocan
el
malestar.
También
conocidos
como
inmunoglobulinas, los anticuerpos son glucoproteínas que circulan por la sangre a la busca y captura de los antígenos que dañan el organismo. El conocimiento del mecanismo de respuesta del cuerpo humano frente a los antígenos que causan las enfermedades ha dado lugar a las vacunas, que hacen que el cuerpo se adelante a un posible contagio haciéndolo inmune. La función básica de los anticuerpos es la de neutralizar elementos externos, antígenos, como bacterias, parásitos y virus. Además, cada inmunoglobulina es única y específica para cada tipo de antígeno. Los anticuerpos, una vez producidos, permanecen circulando por la sangre durante meses, lo que genera la inmunidad durante largos periodos a un cierto antígeno. Esta es la base de las vacunas: crear dicha inmunidad a ciertos organismos patógenos externos tras provocar la segregación por parte del sistema inmunitario de las inmunoglobulinas correspondientes
La reacción inmune: reacción antígeno- anticuerpo
Es la forma como el cuerpo reconoce y se defiende a sí mismo contra bacterias, virus y sustancias que parecen extrañas y dañinas. El sistema inmunitario protege al organismo de sustancias posiblemente nocivas, al reconocer y responder a los antígenos, que son sustancias (por lo general proteínas) que se encuentran en la superficie de las células, los virus, los hongos o las bacterias. Las sustancias inertes, como toxinas, químicos, drogas y partículas extrañas (como una astilla), también pueden ser antígenos. El sistema inmunitario reconoce y destruye sustancias que contienen antígenos. Las células corporales tienen proteínas que son antígenos, entre ellos un grupo llamado antígenos HLA. El sistema inmunitario aprende a ver estos antígenos como normales y por lo general no reacciona contra ellos.
Es totalmente específica, un anticuerpo es capaz de reconocer entre miles de determinantes antigénicos a aquel que le es complementario. El resultado final consiste en la formación de complejos antígeno- anticuerpo que posteriormente son fagocitados El sistema complemento: Es un conjunto de 20 proteínas plasmáticas, que normalmente están inactivas. Se activan de forma secuencial amplificando el proceso. Su función es complementar la respuesta inmune. Actúan como mediadoras en la inflamación, señalan células extrañas, provocan la lisis de las células invasoras. Respuesta Humoral es la que está mediada por anticuerpos. O Gran variedad de linfocitos B inmaduros distintos en función del anticuerpo de superficie que presenten. O Los linfocitos B estimulados se diferencian en células plasmáticas y en células de memoria. Teoría de la selección clonal: La llegada de un antígeno estimula la proliferación selectiva de los linfocitos que tienen en su membrana Ac específicos. Se origina un CLON. Hay miles de clones de linfocitos que se adquieren a lo largo de la vida. En épocas tempranas del desarrollo embrionario hay una eliminación de los linfocitos con autoantígenos.
Respuesta Celular: Intervienen los linfocitos T y los macrófagos. Los macrófagos fagocitan los antígenos, deshacen sus proteínas y las exponen en su superficie junto con las proteínas del complejo principal de histocompatibilidad. O Los linfocitos T que reconocen al antígeno se dividen y diferencian en: i. Linfocitos T citotóxicos ii. Linfocitos T colaboradores iii. Linfocitos T supresores iv. Células de memoria.
FLORMULA LEUCOCITARIA Valores Normales:
- Conteo relativo:
Neutrófilos: 40-70 % (0,40 - 0,70) Bandas: 0 - 5 % (0,0 - 0,05) Eosinófilos: 0 - 6 % (0,0 - 0,6) Basófilos: 0 - 2 % (0,0 - 0,02) Linfocitos: 20 - 50 % (0,20 - 0,50) Monocitos: 4 - 8 % (0,04 - 0,08)
- Conteo absoluto:
Neutrófilos: 1420 - 6340/mm3 (1,42 - 6,34 X109/L) Bandas: 0 - 450/mm3 (0 - 0,45 X109/L) Eosinófilos: 0 - 540/mm3 (0 - 0,54 X109/L) Basófilos: 0 - 180/mm3 (0 - 0,18 X109/L) Linfocitos: 710 - 4530/mm3 (0,71 - 4,53 X109/L) Monocitos: 140 - 720/mm3 (0,14 - 0,72 X109/L)