Poema Policarpa 59424c

Poema de La Pola

Canta r épico

Por las calles de Guaduas¨ Un cierto aire rondaba Anunciando un nacimiento De una mujer revolucionaria

Imágenes gloriosas de su historia, son como retratos que hablan Para que escuchen las hazañas que cantar intento De una gran heroína Que enlazo a la mujer colombiana Con el opulento imperio español

Furor de lucha me inspira el verso mío Levantare la fama de polo a polo De a quién ama A su pueblo para que triunfe del olvido y de la muerte.

Don Joaquín Salavarrieta y la señora Mariana Ríos Disputaban fuertemente por el nombre de este crio Después de mucho pensarlo Polonia fue escogida Sin embargo su joven hermano Bibiano La apodo Policarpa por el resto de su vida.

Muchos nombres pasaron por los labios De quienes se dirigían hacia ella

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Desde conocerse como Gregoria Apolinaria Hasta evocarse como la Pola Su fecha de nacimiento hace parte de un enigma Pero de lo que se está seguro es que su vida fue toda una osadía

Cuando la muerte de sus parientes acecha Ella se refugia en Tena Era una época enferma y llena de epidemias

Nuestra Pola consiente del sufrimiento de otros Por las crisis nunca vistas en tiempos atrás Se hizo partidaria de la causa patriótica de los rostros A los que se les imponía la implacable mano española Que con el ánimo de golpear corazones Ella defendió con el peso de su valentía

Místico encuentro en su corta estadía con los Beltrán Hace que de esta valiente fémina Crezca el espíritu patriota Gaviota que desafía el viento e inclusive al régimen colonial Afianzando sus ideales de lucha y su inconformidad

Heredo vieja sangre sublevada contenida Como su cuñado Domingo García

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Quien lucho a lado de Nariño en la disputada campaña del Sur. No siendo mínimo este un legajo dado el de su hermano Bibiano Un veterano de la misma campaña Que a pesar de ser malherido en Guaduas Dejo intacto su revelación en el alma

Su lira fundada por Almeyda y Rodriguez Los paladines de la guerrilla nacionalista Luchadores siempre vigilantes Observados y juzgados como un antagonista.

Por recomendación de estos su primera misión Fue ser una soplona Espiando a través de las cortinas Coserles a las señoras de los realistas Detrás de el cerrojo de la puerta Detrás de la ventana, siempre estando pendiente Para informar sobre la batalla

Heroína, que de tu espíritu impetuoso En tus mismas entrañas alimentas Y consiente que para luchar con intrépidos Leones seria grandioso Convocar a la manada a estas ofertas. Si no entregabas solo el dar E inclusive el corazón y la existencia

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Ella les decía que no se molestaran en entrar Porque a la entrada comenzaba su salida.

Podrían arrancar el corazón de esta soldada Pero entre los acordes de infames notas Caídas, Desde el comienzo de esta guerra Se empezó a cantar una victoria, Nacía una victoria al corazón que Sabe amar y amenazaba con perpetuarse Era el amor naciente entre José Manuel Y esta valiente.

En pensamientos ofuscados Se delataban las traiciones Al ser capturados los Almeyda y sus ilusiones Esta soldada implicada hasta no más Será inculpada por soplar Pero fue hospedada Para su bienestar En casa de Gertrudis otra naciente de la refriega.

Un tiempo transcurrían entre tales pensamientos En carteles de revolución España estaba cayendo De hazaña en hazaña se escuchaba rugidos

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Que asombraban a todos los atrevidos Que no querían unirse a las propuestas De nuestra insolente batalla.

Siendo detenida en la casa de su pariente Encerrada en un calabozo donde nadie aparece Sus ojos amarrados junto a sus recuerdos Reclama su nombre en la batalla como fieras en la selva Pero notan con tristeza Que se encuentra cercados por los muros del territorio monarca Que con orgullo dice te tenemos encerrada.

En medio del vacío esta temeraria Trenza sus cabellos al imaginar sus noches en contienda Gloriosa servidora del campesino Intenta evocar y proclamar glorias Por detrás de los gruesos bastones fríos

Sola entre rejas suspira añorando la esperanza De dejar una patria sola, abandonada en lontananza Bañada en sangre bravía, con patriotas despojados No confía en su destino a tan corto tiempo truncado Solo quiere dejar puesto en el futuro un legado De corazones henchidos

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Dama de la galerna Creciente éxtasis de sí misma Despojaba ideas de sublime heroísmo Iba creciendo todo en el abismo Al escuchar una voz imperiosa Notificando a la rea la decisión de sus jueces.

Al mirar el rostro de su sentenciador Golpearon sus ojos en su corazón Ella la del pueblo, seria carne de horca Según la justicia que aguarda al rico Y que nos humilla con su dictamen Aparece el atalayero que todo lo enreda Despierta, despierta voces de la muerte Por que han de atentar contra una cándida hembra con olor a revuelta

Entre gritos de auxilio la protagonista Dictamina su sentencia al Gritar muero por defender los derechos de mi patria Patria jactanciosa de ver como mueren los suyos por los otros.

Con sus ojos hacia el cielo, Y obedeciendo el celestial decreto Gritando a los cuatro vientos Maldiciones a los invasores

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Sus agallas se endurecían al pensar en el fusilamiento

Porque ni siquiera el helado fardo Callaría su alma, Ni al espíritu del pueblo que la conquista acallaba Su ejemplo enardecía a sus compañeros Quienes juraban venganza y prometían luchar sin decoro Pensando en las razones correctas del corazón Se consolidaba como heroína sin tener excusa ni necesitar razón

Como toda una luchadora quiso morir dignamente Porque era preferible morir por la libertad de la patria De rodillas pidió dársele el fin a su vida No quería dar la espalada al pueblo que la grita Pero sus captores la llamaban traidora Y era necesario no dar la cara de la desleal patriota.

Renuncio a su vida y a sus días Solo para sacar a su pueblo de esa existencia maligna Será recordada por su ímpetu A través de los tiempos y conocida siempre Como la que ¨Yace por salvar la patria