Un Open Learning Campus Presentación de video Traído a usted por
Banco Mundial
Bajemos la temperatura: De la ciencia climática a la acción
Resiliencia climática Con Kanta Kumari Rigaud
El Acuerdo de París incluye un objetivo de adaptación a largo plazo, además de un objetivo de mitigación. En dicho acuerdo se pide "aumentar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático con miras a contribuir al desarrollo sostenible". Paralelamente, se llevarán a cabo esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura mundial a menos de 2°C. En los vídeos anteriores se les ha informado sobre los impactos del cambio climático. Las consecuencias para el desarrollo serán severas, puesto que se reducirá el rendimiento de los cultivos, cambiarán los recursos hídricos, surgirán nuevos tipos de enfermedades y aumentará el nivel del mar. ¿Qué es la resiliencia climática? El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) define la resiliencia al cambio climático como la capacidad de un sistema y de sus componentes para anticipar, asimilar, ajustarse y recuperarse de los efectos de un evento peligroso de manera rápida y eficiente. Este proceso incluye garantizar la preservación, recuperación o mejora de las estructuras y funciones básicas fundamentales del sistema. En términos generales, la construcción de la resiliencia al cambio climático comprende dos factores. El primero de ellos es identificar los riesgos que conllevan los efectos actuales, graduales y de largo plazo del cambio climático. El segundo es diseñar medidas destinadas a reducir o transferir dichos riesgos, así como a prepararse para ellos, de modo que se reduzca la vulnerabilidad. La resiliencia es especialmente importante para quienes tienen una capacidad de adaptación reducida. En estos casos, existe una capacidad mínima de preparación y absorción de fenómenos recurrentes relacionados con el clima, como inundaciones de mayor alcance o tormentas de mayor intensidad, o para gestionar los riesgos del cambio climático a corto y largo plazo. Por ejemplo, sabemos que las consecuencias del tifón Haiyan y del huracán Sandy fueron muy diferentes. En Filipinas, donde la capacidad de adaptación es reducida, el huracán Haiyan, de categoría 5, causó más de 6000 muertes en 2013. Las inundaciones generalizadas, las marejadas ciclónicas y los deslizamientos de tierras provocaron el desplazamiento de más de cuatro millones de personas y la destrucción de más de un millón de hogares. En los Estados Unidos, el huracán Sandy cobró la vida de más de 100 personas como tormenta posterior al ciclón, y la mayoría de los daños se atribuyen a las marejadas ciclónicas. Page 2 of 6
¿Quiénes requieren ser resilientes al cambio climático? Cabría preguntarse si el cambio climático afecta únicamente a quienes tienen una capacidad de adaptación reducida. La respuesta es no. El cambio climático es un fenómeno mundial, y los cambios en los eventos meteorológicos están generando pérdidas económicas en países de todo el mundo. En los países más ricos, los extremos climáticos pueden dañar la infraestructura y provocar pérdidas económicas más significativas. No obstante, las comunidades más vulnerables a las crisis climáticas son las más pobres y marginadas, debido a su reducida capacidad de adaptación. ¿Cómo se puede construir la resiliencia climática? Los países de todo el mundo son conscientes de los riesgos del cambio climático, y muchos de ellos han empezado a incorporar la resiliencia como parte de sus planes nacionales de desarrollo. A continuación se presentan algunos de los pilares fundamentales de resiliencia que deben tener en cuenta los países al prepararse para los efectos del cambio climático. Refuerzo de los aspectos institucionales Para poder gestionar los riesgos y seguir vías de desarrollo resiliente se requieren instituciones sólidas. Esto implica reforzar la capacidad institucional con marcos institucionales claros y previsibles y, además, resulta esencial una coordinación institucional al máximo nivel y entre diversos ministerios. No obstante, la coordinación institucional puede ser una tarea complicada. La mayoría de los Gobiernos se estructuran en función de líneas sectoriales no integradas, pero el cambio climático afecta a múltiples sectores. Desde que se reconoció que el clima es un tema de desarrollo, numerosos países han empezado a asignar a sus ministerios de planificación y financiamiento la labor de dirigir la coordinación institucional en este ámbito. Refuerzo de los aspectos políticos
Page 3 of 6
Las políticas y los planes que tienen en cuenta el clima pueden resultar eficaces para hacer frente a los riesgos climáticos. En este sentido, es posible lograr el desarrollo en un contexto de cambio climático si se abordan las vulnerabilidades de manera más exhaustiva, tanto en el caso de los pobres como de la población en su conjunto. En Mozambique, se introdujeron reformas normativas que tienen en cuenta el clima en diferentes sectores, entre ellos la agricultura, el agua, la energía y las carreteras. Estas reformas realizadas a nivel de políticas ayudaron a reforzar la resiliencia al cambio climático tanto en la fase de planificación como de inversión. Por ejemplo, en el sector vial, la inversión media de Mozambique es de aproximadamente US$600 millones anuales. Las políticas que requieren un análisis obligatorio del riesgo climático y normas mejoradas de diseño vial para todos los proyectos nuevos resultarán útiles para garantizar la resiliencia del sistema vial y de la prestación de servicios. Refuerzo de los aspectos sectoriales y multisectoriales Para hacer frente a los fenómenos climáticos extremos y a un clima variable, se requiere construir resiliencia entre los sectores. Asimismo, lograr una capacidad de adaptación más robusta y duradera también requiere coordinación y planificación entre los diferentes sectores. En Uganda, la combinación de prácticas resilientes al clima, como el empleo de nuevas variedades de cultivos, y la difusión de buenas prácticas agrícolas entre agricultores supuso un aumento del 16% para los ingresos de los hogares dedicados a la explotación agrícola. Sin embargo, muchos de los impactos del cambio climático sugieren que se analice la relación entre la agricultura, el agua y el uso de la tierra. Para ello, también será necesario reforzar los mercados y los aspectos económicos, así como conseguir que el sector privado participe en la construcción de resiliencia. La planificación multisectorial, que se encuentra en fase de desarrollo en países como Etiopía, garantiza un enfoque integrado y holístico para lograr un desarrollo resiliente al cambio climático. Toma de decisiones informadas desde el punto de vista climático e innovaciones tecnológicas Las inversiones en sistemas hidrometeorológicos y el a innovaciones tecnológicas en materia de datos resultan fundamentales para la toma de decisiones informadas desde el punto de vista climático.
Page 4 of 6
La creación de productos de servicios climáticos oportunos, de calidad y accesibles para sectores clave, como la agricultura, el agua, la salud, el medio urbano y otros, requiere el a conjuntos de datos sobre la meteorología y el clima. Estos productos incluyen sistemas de alerta temprana para indicar el momento en que debe dar comienzo una evacuación y boletines agrometeorológicos en los que se informa sobre cuándo sembrar semillas en un contexto de mayor la variabilidad climatológica y sobre cuándo aumentar el nivel de alerta por dengue. Combinada con sistemas hidrometeorológicos terrestres de observación, la tecnología de observación de la Tierra por satélite facilita series cronológicas de datos esenciales que nos permiten entender y predecir un ambiente y un clima cambiante, así como adaptarnos a ellos. Por ejemplo, es posible mitigar los efectos de las sequías con una alerta temprana y con una preparación y gestión eficaces. El Sistema de Alerta Temprana para Casos de Hambruna utiliza diversos tipos de datos para detectar la aparición de una sequía que ponga en peligro la agricultura de subsistencia y los medios de vida de pastoreo, además de permitir a los tomadores de decisiones prever posibles hambrunas y realizar planes en este sentido. Empleo de instrumentos financieros y garantía del financiamiento climático El cambio climático conlleva impactos económicos significativos para los Gobiernos nacionales, y simultáneamente afecta a las poblaciones más pobres y vulnerables. Para garantizar un desarrollo resiliente al cambio climático, es necesario realizar modificaciones, cambios y transformaciones en las políticas, los planes y las inversiones. Para ello, los Gobiernos deben redireccionar los recursos presupuestarios nacionales, mientras que en otros casos será necesario utilizar innovaciones e instrumentos financieros, garantizar la participación del sector privado, así como salvaguardar recursos financieros adicionales. Los instrumentos financieros pueden minimizar los impactos fiscales de las catástrofes sin comprometer el desarrollo, la estabilidad fiscal y el bienestar. Los programas de financiamiento y seguros para el riesgo de desastres y los préstamos y créditos para políticas de desarrollo son ejemplos de instrumentos financieros que pueden resultar útiles para las estrategias resilientes al cambio climático. En Etiopía, el Gobierno está integrando la planificación y el financiamiento para emergencias en su red de seguridad alimentaria. Como resultado de ello, la asistencia alimentaria facilitada por este país a las personas afectadas por la sequía sufrida en 2011 en el Cuerno de África pasó de US$6,5 millones a US$9,6 millones.
Page 5 of 6
La protección social también es un elemento importante para la construcción de la resiliencia. La población pobre suele carecer de ahorros suficientes para hacer frente a crisis o desastres climáticos prolongados. Los Gobiernos refuerzan su capacidad de adaptación al incluir medidas de protección social relacionadas con los desastres, como transferencias de efectivo para los beneficiarios tanto durante como después de inundaciones o sequías. Si bien es cierto que unas redes de seguridad social diseñadas de manera adecuada pueden servir como seguro para los hogares vulnerables cuyas estrategias de respuesta sean limitadas, resulta igual de importante reforzar la capacidad de adaptación de la economía en su conjunto para reducir la exposición de las comunidades a estos fenómenos extremos, que probablemente aumentarán con el cambio climático. La necesidad de financiamiento climático tanto para adaptación como para mitigación es inmensa, y recibe cada vez más atención a medida que los países se centran en la implementación de las contribuciones determinadas a nivel nacional para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Por ejemplo, la primera fase del Programa Piloto para la Resiliencia Climática, uno de los fondos del “Fondo de Inversión del Clima” que dispone de US$1300 millones, ha resultado fundamental para ayudar a 18 países a introducir la resiliencia al cambio climático en la planificación del desarrollo. Más recientemente, el Fondo Verde para el Clima, establecido en el marco de la CMNUCC, ha movilizado y canalizado recursos para países en desarrollo destinados tanto a la adaptación como a la mitigación.
Page 6 of 6