Tarrow – El poder en Movimiento
Primer capítulo: 1. Los movimientos sociales hacen uso de formas conocidas de acción colectiva y de supuestos culturales compartidos. p. 33 2. Los movimientos sociales dependen de su entorno exterior. Es decir, de las oportunidades políticas para coordinar y mantener la acción colectiva. p. 35 3. Las principales oportunidades son los cambios en la estructura de las oportunidades políticas. (…) Sus recursos externos fundamentales son las redes sociales en la que tiene lugar la acción colectiva y los símbolos culturales e ideológicos que la enmarcan. Conjuntamente, las oportunidades, los repertorios, las redes y los marcos son los materiales con los que se construye el movimiento. p. 49 4. [La estructura de oportunidades políticas]: - (…) la gente se suma a los movimientos sociales como respuesta a las oportunidades políticas, y a continuación crea otras nuevas a través de la acción colectiva. p. 49 5. [El conflicto por convención]: - (…) la acción no nace de los cerebros de los organizadores, sino que se inscribe y transmite culturalmente. Las convenciones aprendidas de la acción colectiva forman parte de la cultura pública de una sociedad. p. 50 - Tilly señala que la gente no puede emplear rutinas de acción colectiva que desconoce; cada sociedad tiene una reserva de formas familiares de acción, conocidas tanto por los activistas como por sus oponentes, que se convierten en aspectos habituales de su interacción. p. 51 - (…) las campañas aisladas no son movimientos sociales. A menos que un movimiento mantenga su interacción con sus oponentes, sus aliados y las autoridades, es rápidamente ignorado y fácilmente reprimido. p. 53 6. [Las estructuras de movilización]: 7. [La movilización por consenso]: - (…) la coordinación no depende tan sólo de rasgos estructurales de la sociedad, como las redes e institucionales sociales, sino (…), de los marcos de acción colectiva que justifican, dignifican y animan la acción colectiva. p. 57 - (…) los movimientos dan a las demandas sociales la forma de reivindicaciones más amplias en un proceso deliberado de <<enmarcado>> (Snow y Benford, 1988). p. 57 - Además de apoyarse en sobrentendidos culturales heredados, deben competir con el enmarcado que se produce continuamente a través de los medios, que transmiten mensajes que los movimientos han de intentar controlar e influenciar. p. 57 - No obstante, los movimientos poseen escaso poder cultural contra la capacidad inherente a los medios de dar forma a las percepciones. p. 58 - Los movimientos surgen cuando se amplían las oportunidades políticas, cuando se demuestra la existencia de aliados y cuando se pone de relieve la vulnerabilidad de los oponentes. p. 58 8. [La dinámica del movimiento]: - El poder de desencadenar secuencias de acción colectiva no es lo mismo que el poder de controlarlas o mantenerlas. p. 58
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(…) los movimientos se ven afectados por el hecho de que las mismas oportunidades políticas que los han creado y difunden su influencia producen también nuevas oportunidades, ya sean complementarias, competidoras u hostiles. p. 59 - Estas oportunidades, en especial si la acción colectiva tiene éxito, producen ciclos más amplios de movimiento que se extienden de los activistas a los grupos de interés y a los ciudadanos corrientes e, inevitablemente, hacen participar al Estado. p. 59 9. [Los ciclos de protesta] - En una situación de ampliación general de las oportunidades políticas, la información se vierte en cascada hacia el exterior y el aprendizaje político se acelera. p. 59 - Se experimentan y difunden formas nuevas de acción. Aparece un «sector de movimiento social» en el que compiten y cooperan las organizaciones (Garner y Zald, 1985). p. 60 - Los resultados de esta competencia son la radicalización y el exceso, que conducen a la violencia, la fuga de seguidores y el incremento de la represión. p. 60 - Al irse ampliando el ciclo, los movimientos crean también oportunidades para las elites y los grupos de oposición. Se forman alianzas entre los participantes y los desafectos, y las elites de la oposición plantean exigencias de cambio que habrían parecido descabelladas poco tiempo atrás. p. 60 10. [Los resultados del movimiento] - Desde el punto de vista de los resultados, lo importante es que, aunque los movimientos casi siempre se conciben a sí mismos como algo exterior y opuesto a las instituciones, la acción colectiva los inserta en complejas redes políticas, poniéndolos así al alcance del Estado. p. 61 - Es a través de las oportunidades políticas explotadas y creadas por los revoltosos como comienzan los grandes ciclos de protesta y revolución. Éstos, a su vez, crean oportunidades para las elites y contraelites, y la acción que ha comenzado en las calles se resuelve en los centros de gobierno o por intervención de las bayonetas del ejército. Los movimientos, y especialmente las oleadas de movimientos, que son los principales catalizadores del cambio social, forman parte de las luchas nacionales por el poder. p. 62 - (…) debemos centrar nuestra atención en las estructuras de oportunidad que crean incentivos para que se formen los movimientos, en el repertorio de acciones colectivas que éstos usan, en las redes sociales en las que se basan y en los marcos culturales en torno a los cuales se movilizan sus seguidores. Estos factores hacen que el estudio de los movimientos sociales sea específico y complejo y esté arraigado en la historia. p. 63 -
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Para Lenin el problema a la acción colectiva era la organización conducida por una vanguardia revolucionaria. Sin embargo, y tras el fracaso de Lenin de llevar a cabo la
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revolución en occidente, para Gramsci la organización no era suficiente; había que construir la conciencia de los y las trabajadoras. (…) Lenin y Gramsci se anticiparon a la teoría moderna del movimiento social al contemplar la política como un proceso interactivo entre los trabajadores, los capitalistas y el Estado. p. 40 Estos rasgos de la acción colectiva – la transformación de la capacidad de movilización en acción por medio de la organización, la movilización por consenso y la estructura de oportunidades políticas- constituyen el esqueleto de la teoría contemporánea del movimiento social. p. 40