CULTURAS OLMECA Y CHAVIN
Escultura Olmeca
Hay dos maravillosos y sorpresivos manantiales culturales que generan el desarrollo de todas las culturas que se suceden durante la época precolombina la enigmática civilización de los OLMECAS que ya para el año 1200 a.c. comenzó a desarrollar su propio estilo representando posteriormente por sus expresiones artísticas imponentes, cabezas de piedra gigantescas, hieráticas que siguen causando iración, obras que se catalogan de manera excepcional en la historia del arte. Además, sus tradiciones y sus costumbres musicales ligadas a su poderoso sentido religioso, influyeron permanentemente no solo en lo que hoy es el Golfo de México sino en todo el territorio americano. Bastaría citar él común culto por las deidades jaguares. Sin embargo, su esfera de influencia fue particularmente importante en MESOAMERICA. No menos sorpresa causa el adelanto de otra de las primeras civilizaciones, CHAVIN DE HUANTAR, "Centro ceremonial cultista, una especie de Roma o Jerusalén 2 mil 3 mil años antes de los Incas", según Kauffmann Doig. Sus imponentes templos, es estilo de los labrados en piedra, también irían a repercutir poderosamente en las civilizaciones grupos culturales posteriores,
primordialmente en SUR AMERICA y de manera muy especial en lo que se podría llamar REGION ANDINA. Volviendo a los Olmecas según Román Piña Chan (Cultivaron en regiones costeras y de la sierra el maíz, la calabaza, fríjol que sembraban con la ayuda del bastón plantador; Cazaban animales como el guajolote silvestre, jabalí, venado, tlacuache, iguana, armadillo, faisán, perdiz, paloma, patos silvestres, etc.; en el mar ríos y lagunas obtenían peces, tortugas, aves acuáticas, tiburón, manta raya, a la vez que cazaban garzas, pelícanos, gavilanes, pericos, conejos, monos lagartos para aprovechamiento de las plumas y pieles; contaron con hachas, cinceles y taladros de piedra que permitieron el desarrollo de la escultura, él tallado de las figurillas y ornamentos; taladros para producir fuego, lanza dardos, arpones, anzuelos; trabajaban la madera, el hueso, la concha, las fibras vegetales, las pieles, el barro y comerciaban con canoas que transportaban materiales como el jade, serpentina, caolín, cristal de roca, basalto, hematita, obsidiana; su físico era más bien bajito, se deformaban la cabeza quedaba en forma de pera y aguacate, se aserraban dientes y hacían tatuajes sobre los hombros, las piernas y alrededor del sexo; "Las ideas religiosas de olmecas pueden condensarse en el culto casi exclusivo y grandemente intelectualizado de las deidades jaguares, las cuales parecen representar antecesores Totémicos de espíritus de la naturaleza, que tomaron forma de hombres-jaguares o de cachorros de jaguares humanizados". "Al declinarla cultura por los fines del clásico temprano, otros pueblos adoptaron muchos logros alcanzados por los Olmecas, especialmente conocimientos del calendario y la habilidad en el trabajo de la piedra, pudiendo decirse que los mayas, zapotecas, teotihuacanos y grupos del Centro de Veracruz no quedaron a la zaga de sus antecesores y maestros en la concepción ni en la maestría". En cuanto a su impacto cultural dice Walter Krickeberg: "El nombre OLMECA no significaba en realidad, entre los pueblos mexicanos, un pueblo determinado, sino un tipo de cultura, que permaneció fundamentalmente igual aún al irse heredando de una tribu costeña a otra, y finalmente hasta fue adoptada, como ya sabemos, por los toltecas emigrados a esta costa" Sin embargo, los mismos investigadores confirman que es poco lo que se conoce, acerca de su religión y de su arte. Lo que más asombra es su maravillosa escultura, monumental, redonda, de facciones humanas totalmente asiáticas, interpretadas por algunos como variación del jaguar. José Alcina Franch en su libro, Arte y Antropología, se dedica a analizar las cabezas colosales olmecas como algo que se puede equiparar con las obras más equilibradas según los cánones de las artes plásticas. Pero alejándonos de estas fascinantes especulaciones, que José Alcina Franch trata de organizar y comprobar muy acertadamente, no cabe ninguna duda de que las obras olmecas impresionan por su enormidad y por su unidad; tratan la forma humana con un estilo diferente, se percibe la tremenda fuerza no sólo por las enormes proporciones sino por la acentuación, por ejemplo, de los labios, mejillas, ojos. Es una muestra bellamente "primitiva" pues a pesar de su aparente simplicidad encierra un gran contenido de fuerza espiritual y, paradójicamente, de cierta suavidad y dulzura. Estas grandes cabezas las asocio primordialmente con los acordes percutivos, incisivos, punzantes, de la Consagración de la Primavera de Igor Strawinsky que realmente no son sólo el producto de la técnica sino de la intención del compositor, quien cree en la seguridad, fuerza, rudeza o franqueza del hombre primitivo que tiene que enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza de una manera desproporcionada. El hombre frente a Dios, a la naturaleza, que sacrifica a la mujer, en el caso de la Consagración de la Primavera, o al púber hombre, en el caso de algunos ritos precolombinos, o al hijo, Isaac en los israelitas, sacrifica para ratificar la obediencia ciega a sus respectivos dioses. Quizá en todo ello, al fin y al cabo, lo que nos vuelve a tocar ese imán de la fortaleza primitiva. Bien sea por medio de tremenda cohesión de las esculturas olmecas, de lo poderosos acordes percutivos de Strawinsky o del impacto directo y hasta salvaje de ciertas obras de Picasso.
En relación con el culto al jaguar hay que observar que no solamente los olmecas lo practicaron ya que la cultura Chavín en el Perú, casi al mismo tiempo, si hizo notoria por sus ritos y figuras con este totem. Naturalmente esta simultaneidad de concepciones en tomo al jaguar ha dado lugar a especulaciones que hacen suponer que la cultura ligada al jaguar provino del Norte (Olmeca) o del Sur (Chavín) sin que se haya llegado a una conclusión definitiva. He escrito los anteriores párrafos para hacer notar que en lo que respecta a la música. aunque apenas se está analizando y estudiando de manera sistemática y profunda, existen dos tendencias muy definidas que podrían ayudar a aclarar las relaciones entre esas dos grandes corrientes culturales, primeras en América. Como veremos ya en detalle, en el Norte aparecen como instrumentos predilectos y exclusivos, las flautas, triples, cuádruples, los huehuetl, el teponaxtli y el ayotl, mientras que en la cultura Chavín y las que le siguen en el Sur, los instrumentos predilectos son la antara simple o doble, la quena, tambores y trompetas. Para el caso de nuestros comentarios sobre la música precolombina, la importancia que ejercieron las dos primeras formidables culturas, del Norte y del Sur, Olmeca y Chavín, que sembraron un espíritu, tal vez nacido fundamentalmente de lo religioso,se debe considerar como la verdadera iniciación en lo musical. Posteriormente cada cultura dió origen a otras variantes pero el tronco genético musical se inicia claramente en las culturas Olmeca y Chavin.