Teoría Social Reseña del libro: “Hegemonía o Supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos” Autor: Noam Chomsky.
Profesor: Sansone, Marianela. Alumno: Heidenreich, María Azul
HEGEMONIA O SUPERVIVENCIA La estrategia imperialista de Estados Unidos- Noam Chomsky
Noviembre 2017
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Noam Chomsky Hegemonía o supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos. Ediciones B, Barcelona. 2016, 374 paginas.
La obra en cuestión, Hegemonía o Supervivencia, fue publicada en el año 2003 en inglés, lengua madre de su autor. En lo que a este refiere, cabe mencionar que, Noam Chomsky, es un importante intelectual estadounidense, nacido en Filadelfia en 1982. La comunidad académica lo define como lingüista y lo considera como el fundador principal de la Gramática Transformacional-generativa, un sistema de análisis lingüista que se relaciona con la filosofía, la lógica y la psico-lingüística. Además es reconocido por su gran activismo político, el cual se ve signado por una fuerte critica el capitalismo que se lleva a cabo en la contemporaneidad; y sobre todo a lo que respecta a la política exterior norteamericana. Los argumentos de Chomsky son usados por la comunidad internacional como un argumento para justificar las políticas y dichos que expresan en contra de los Estados Unidos, por ejemplo el difunto Hugo Chávez quien recomendó esta obra. Ciertamente, este libro está muy lejos de ser la excepción o el distinto dentro de las demás obras del autor. Desde un primer momento podemos ver el análisis desde una perspectiva crítica y contraria tanto al capitalismo como a las medidas tomadas por el gobierno de turno en los EEUU en el momento en que el autor escribe su obra. Chomsky centra su análisis en las estrategias que llevo a cabo el país continental para arraigar su hegemonía dentro del sistema mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta aproximadamente mediados de la crisis con Irak. Esta época, la cual contiene considerable procesos que marcaron el rumbo de la historia, se encuentra signada
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tanto por una competencia de quien tiene el arma más grande, casi de corte infantil pero con consecuencias inmensurablemente preocupantes, que luego termina en el declive de una de las dos potencias hegemónica de aquel momento; como también el desarrollo en aumento de células terrorista que quebrantan la seguridad internacional de los países. Clave ejemplo es el 11 de septiembre. Cabe destacar que la Política Exterior Norteamericana siempre estuvo y está signada por una fuerte influencia realista, la cual siempre domino la academia estadounidense. Este paradigma de la teoría de las relaciones internacionales es el sustento teórico a las políticas que son llevadas a cabo; pero también se debe decir que una cosas es la teoría y otra muy distinta es su interpretación. ´Los realistas dividen las cuestiones de interés nacional en dos tipos, lo que concierne a la alta política (Seguridad nacional, armamento militar, soberanía) y baja política (economía, sociedad), estos a lo que más le dan importancia es a la supervivencia del Estado, y para ello se debe poner todo el enfoque en salvaguardar el estado-nación, y considerar la inminente posibilidad de una guerra. El conflicto bélico, para los realista, siempre está a la vuelta de la esquina, y de aquí se toman los políticos estadounidense y sus asesores para justificarse de sus accionares. El autor plantea como Estados Unidos lleva a cabo política de dominación mundial, donde impone métodos y reglas para sostener su hegemonía. La cual se mantiene porque ninguna otra nación está en pie de igualdad como para establecerle un límite, es decir ningún país es una posible y real amenaza a la seguridad y a los intereses nacionales de EEUU. Además, plantea Chomsky, Norteamérica no solo utiliza esta política de salvaguardar al estado dentro del su propio territorio, si no que exporta esto a otras partes del globo. Y aquí es donde se ve el segundo punto fuerte, si a la hora de críticas o juzgar
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se trata, que es el imperialismo estadounidense, tema que es abordado dentro de las líneas de este libro. Estados Unidos está muy lejos de abandonar la práctica imperialista, y no por imperialismo entendamos únicamente la conquista de tierras y el señorío de poder. El imperialismo y más aún en la actualidad comprende más allá de tierra, la posibilidad de dominar a ciertos sectores y poblaciones dóciles o sin los recursos para imponerse ante el gigante occidental, con el objetivo de permanecer firmes en la posición de hegemon. El imperialismo como forma de dominación. Ahora bien, volviendo a uno de los puntos anteriormente expuesto, otra cosa a resaltar, con respecto a las políticas estadounidenses, es la continuidad que poseen, a pesar del pasar de los años y del cambio de istración, Chomsky logra establecer en este libro esta línea política que traspasa el color partidario. Y el autor marca esta continuidad en la era, que el mismo conceptualiza como, Reagan-Bush I y Bush II. Lo que el autor resalta es que el 11 de septiembre no marco un antes y un después dentro de la política exterior norteamericana, si no que les dio la escusa o el pretexto perfecto para poner de manifiesto lo que ya venían haciendo hace tiempo. Chomsky tiene una mirada del 11S que se relaciona con el director y guionista de la película Fahrenheit 9/11. Continuando con lo anterior, Reagan ya había declarado lo que llamaron guerra contra el terror, que era una tipología de “guerra preventiva” frente a la inminente amenaza que generaban determinados actores internacionales, meras escusas para atacar países y conseguir los intereses de EEUU. Este país se esconde bajo el nombre de Justa Causa o Guerra Justa para concretar sus objetivos. A su vez, tanto antes como después del 11S Estados Unidos desolló a organizaciones como Naciones Unidas, que nada pueden hacer frente a esto por su carácter de no vinculante.
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En resumen, lo que se llevaba a cabo antes como guerra preventiva o guerra justa luego del 11 de septiembre con el atentado a las torres gemelas paso a llamarse guerra contra el terror. Y se le suma a esto el condimento del apoyo popular. Bush supo utilizar el dolor del pueblo estadounidense frente a tan atroz hecho para concretar intereses que estaban mucho más allá de buscar a los responsables del atentado. Hay una salvedad que se debe destacar, la continuidad política ya se vio establecida, pero lo que cambio fue hacia donde se enfocó la mirada estadounidense con respecto a este punto. Entonces a la conclusión que llegamos y que llega Chomsky es el poder que tiene Estados Unidos ejerciendo su dominación al sistema internacional lo que hace que su hegemonía se sostenga o por lo menos por un tiempo más. La dominación que intenta llevar a cabo EEUU de manera efectiva, nos da pie al meollo del libro y el tema que le da título a esta obra. Si bien al momento de leer el título rápidamente interpretamos que este par dicotómico, hegemonía o supervivencia, es referido a dos naciones que, compiten casi en un juego de suma cero, por la dirección del sistema mundo. Pero sin embargo, el autor va a plantear este par dicotómico frente a un estado-nación, el cual es Estados Unidos y un nuevo actor dentro de la política internación, la opinión pública. Se plantea a esta última como la única que le podría hacer frente de cierta manera al poderío de EEUU. El autor la denomina como la otra “Superpotencia” que existe en la actualidad, la cual plantea frente a sus protestas y participación en foros y debates la posibilidad de apaciguar y limitar la dominación capitalista norteamericana. La opinión pública mundial, según plantea Noam, ha cobrado relevancia en este asunto. Pero a su vez, Chomsky deja ver que la disyuntiva planteada en el título de su obra, que no solo está hablando de la hegemonía del país continental, cosa que se contradice con la cantidad de páginas dedicadas a definir y destrozar las políticas y el poder de este. Si no
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más bien que la dualidad se refiere a la hegemonía de Estados Unidos o la Supervivencia de la Humanidad. Lo que nos lleva a los primeros capítulos del libro. En ellos el autor deja ver tanto la desobediencia del país en cuestión puntuales frente a las medidas de los organismos internacionales, como también la inconciencia con la que lleva a cabo sus demostraciones de poder. Las trabas puestas en el Consejo de Seguridad, el no firmar los tratados y declaraciones pertinentes para proteger la sociedad mundial son ejemplos de la frialdad con que se maneja la politica exterior. Las istraciones analizadas por Chomsky se caracterizan por la inmensa necesidad de mostrar su poderío y extender su rango de dominación. El sistema mundo organizado en pos de una sola potencia hegemónica fue y es el anhelo de estos, que de cierta manera se cumplió y aun hoy se mantiene. Pero lo que el autor critica es el libre albedrío que tiene esta nación para hacer y deshacer a su gusto sin tener la posibilidad de frenarlo antes de que sea demasiado tarde. Durante el periodo histórico que se denominó “Guerra de las galaxias” o la “Carrera al espacio”, la sociedad se veía en constante amenaza de destrucción, y ahí es donde queda claro a lo que se refiere el autor, frente a la inconciencia de las prácticas de Estados Unidos a la población de la tierra solo le queda la supervivencia. El gobierno norteamericano llevó y lleva a cabo prácticas que tengan como resultado mantener la hegemonía que poseen, sin importar las otras consecuencias que tengan dichas prácticas. Estados Unidos ha tomado como suya la frase que se deduce del libro “El príncipe” de Maquiavelo, con la vista fija en el objetivo, la hegemonía, no deja nada a su paso; “el fin justifica los medios”. Pero en este caso la dominación, el imperialismo, la imposición de modelos y patrones a quienes no lo aceptan, la intromisión dentro de la soberanía de otros estados bajo el lema de defender el pueblo o ayudar a restablecer el orden o la democracia
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son meros argumentos llenos de hipocresía que intentan justificar la matanza, los abusos, las agresiones y una cantidad incuantificable de horrores cometidos en pos de sostenes el poder de un solo estado. Y usar este poder para crecer tanto económicamente como militar. Pero Chomsky en ningún momento señala que esto sea muy grave o sea de carácter desolador. A modo de conclusión, y a título personal, este libro muestra lo inconsciente que somos como sociedad frente a la dominación de un extranjero, que lejos están sus intenciones de regalarnos un “mañana mejor”, la preponderancia de EEUU en el sistema internacional hace que los demás estados se conviertan prácticamente en felpudos de esta gran potencia hegemónica. Y la dominación de EEUU se ve en todos los ámbitos, sea político, económico o social-cultural. La dominación de las masas por parte de Estados Unidos es monstruosa. Y peor aún es la falta de consideración de estos, porque fijada la meta, la hegemonía, arrasan a su paso con lo que se interponga, ya sea esto hacer oídos sordos a peticiones sobre el cambio climático o para trabar una resolución en pos de ponerle fin a la utilización de armas que pongan en riesgo la supervivencia humana en la tierra. El libro deja una sensación de amargura y desolación, frente a tan inmensa red de hipocresía y política. La potencia norteamericana se jacta a ojos de la comunidad internacional como el salvador de las democracias en decadencia de medio oriente, se pone en un lugar casi mesiánico, pero ¿Alguna vez le preguntaron a los iraquíes si querían la presencia de EEUU en su territorio? La respuesta es fácil, no. Cuando se tiene el poder se actua sin dar explicaciones, no hay limitaciones. El libro fue escrito en 2003, hoy casi 14 años después la situación sigue igual o peor. Para finalizar y con el objetivo de resumir en una corta frase la sensación que deja Chomsky en uno luego de leer “Hegemonía o Supervivencia”; cito a la gran Mafalda, que
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en sus historietas era el fiel reflejo de la opinión pública. Cito aquella frase que decía “Paren el mundo, me quiero bajar”.