La filosofía de un líder Comparte en Facebook Comparte en Twitter “Líder” es su definición en sí misma, aquel que a través de los tiempos y en cualquier disciplina ha sabido guiar a un grupo hacia la victoria. La filosofía del líder debe ser, sin duda, la de conocer y compartir pues, las formas de alcanzar tan ansiada victoria. No califiquemos esa victoria como el éxito sobre un tercero, el líder siempre sabe, en el fondo, que la victoria es el valor que hace crecer espiritualmente a quienes lo siguen y que a través de éste, el individuo ha vencido sobre sus limitaciones iniciales. El oponente, el rival, la competencia; un pretexto. En realidad, el líder es en sí la figura más valiosa de la baraja pues con su energía y consejo sabrá sacar las mejores actitudes y aptitudes de cualquiera que les rodee. En muchas ocasiones confundimos líder con triunfador. El liderazgo no tiene porque depender de los resultados solamente, el triunfador sí. De esta forma, el líder sabrá disfrutar de la derrota casi tanto cómo de las alegrías pués es en las derrotas cuanto más necesaria será su cercanía. Con todo, no debemos obsesionarnos en encontrar líderes donde no los hay. No se trata de una profecía de la que dependa el mundo. Evitemos así encumbrar falsos líderes y enemigos con piel de cordero pues caer una y otra vez en el desánimo nos nubla la capacidad de seguir a aquellos que a diario nos iluminan con su energía.
Filosofía del Líder Por Miguel Angel Cornejo Cómo iniciar la definición de nuestra propia filosofía? Para esto debe preguntarse sinceramente: ¿Está de acuerdo con el mundo actual?, ¿Con su entorno?, ¿Con su realidad?, ¿Se da cuenta de su potencialidad?, ¿Está conforme con lo que ha logrado?, ¿Es quién desea ser?. Una de las teorías de la Universidad de Harvard, titulada “El líder nace dos veces‿, se refiere fundamentalmente a la permanente inconformidad que caracteriza a los líderes de mejorar lo que hacen y cómo lo hacen; lo que señala la diferencia entre le clásico y el líder. El primero no se compromete demasiado, negocia, trata de ganar lo adecuado o, al menos, de perder lo menos posible; en casos de emergencia, se mide en su esfuerzo y trata siempre de mantenerse en una posición equilibrada. En cambio, el líder es apasionado, asume todos los riesgos, cada proyecto que inicia parece ser el último que va a realizar en su vida; los problemas los toma a título de desafío personal; no juega a ganar p perder, siempre juega a ganar; no deja energías de reserva; es un triunfador, gane, pierda o empate; siempre se utiliza a fondo, da siempre su mejor esfuerzo. Al le interesa más el cómo, el procedimiento de hacer las cosas; en cambio, el líder se cuestiona el qué y el por qué, poniendo en tela de juicio todas sus acciones, si son las que efectivamente debería realizar. Es un inconforme por naturaleza, pero no se confunde con el quejumbroso, sino que está orientado a la acción a cambiar aquello que no le gusta; es un realizador. Gracias a los inconformes, el hombre de hoy disfruta de una mejor calidad de vida; gracias a ellos podemos volar, combatir las infecciones, vencer la rabia, tenemos luz eléctrica, nos comunicamos vía telefónica, etc. Son aquellos que tuvieron el valor de reclamar su ser. Todos los seres humanos tenemos una vocación, un llamado para realizar una tarea determinada; no somos producto de la casualidad, cada uno de nosotros tiene una misión que cumplir. Desafortunadamente, pocos tienen el valor de reclamarse a sí mismos esta responsabilidad. Lo primero que tenemos que reconocer es ¿cuál es nuestra naturaleza?, ¿cuál es nuestra fuerza?, ¿qué habilidades poseo?, ¿cuáles son las actividades con las que más disfruto?. La mayoría de los seres humanos sacrifica toda sus existencia por tener dinero, por lo que muchos no son lo que verdaderamente desean ser; hacen lo que no les gusta hacer y tienen que estar en un medio que aborrecen. Las ciudades están llenas de sonámbulos que arrastran su vida sin una razón de ser; de vez en cuando, los fines de semana, algunos de ellos se convierten
momentáneamente en quienes desearían ser. Uno debe enfrentarse a sí mismo y tener el valor de reclamar su ser, el medio que le dio el creador para vivir con plenitud y ser feliz. Cordialmente, Miguel ÿngel Cornejo Regresar
La esencia, cuando se habla de física, la constituye la energía; asimismo, cuando se aborda el tema del liderazgo, su esencia es el poder, y en el núcleo de esta fuerza se ubica la motivación como el motor fundamental para dar movimiento a los seguidores. Como ya lo abordamos en las teorías del poder, lo más difícil de lograr es que un seguidor quiera hacer las cosas y no tenga que hacerlas, ya sea por miedo o por interés. La fuerza legítima de un líder transformador se manifiesta cuando éste logra comprometer a sus seguidores y, con su presencia o sin ella, los seguidores se mueven con fuerza propia hacia los objetivos previamente señalados por el líder. En síntesis, podríamos señalar que un líder llega a convertirse en un auténtico líder transformador cuando logra inspirar en sus seguidores un espíritu de compromiso de tal dimensión que sus objetivos quedan garantizados a través de la convicción individual y de grupo de sus seguidores, cuando cada uno de éstos identifica su contenido existencial en el compromiso adquirido. Ser líder implica, pues, llevar a un grupo de personas de un punto a otro; implica movimientos. Un líder se hace necesario para un pueblo cuando logra dar respuesta a sus anhelos, esperanzas y necesidades. Así, por ejemplo, un pueblo como el nuestro desea un líder que lo lleve de la miseria a la prosperidad, de la ignorancia a la cultura, de la escasez a la abundancia, de la desconfianza y el fraude a la credibilidad y a la honestidad. En esa misma forma, una empresa mediocre busca a un líder que la lleve a la Excelencia , un hijo a un padre que lo impulse a la realización de sus mejores potencialidades, una pareja a quien le estimule para lograr ser lo que desea ser, en fin, el líder es aquel que logra imprimir el movimiento deseado de llevar a sus seguidores de un punto a otro, aunque hay que hacer la salvedad de que no todos los movimientos son hacia el progreso o la superación, pues hay movimientos retrógrados que conducen hacia el exterminio, la destrucción o la mediocridad. Hay quien utiliza su liderazgo para conducir a sus seguidores a la degradación y a la desesperación, líderes nefastos que han dado testimonio a lo largo de la historia, ya que el ser líder no significa necesariamente hacer el bien; lo puede ser bueno o malo. Líder es quien mueve de un punto a otro. A través de los años y después de observar a líderes transformadores en más de 40 países y utilizando la tecnología de lo obvio, hemos aprendido qué herramientas utilizan para lograr la credibilidad y el compromiso de sus seguidores, y a las cuales podríamos conceptuar en las siguientes clasificaciones:
Filosofía del líder.
Círculo de la motivación.
Conocimiento de las necesidades humanas.
Influencia positiva.
EL ARTE DE LA MOTIVACIÓN Miguel Cornejo escribió ¿Quien motiva al motivador?. No dependo de nadie para ser feliz. Si tengo un problema, respiro profundo, busco estar solo y me pregunto ¿qué pienso? y me contesto . Al expresarme, me escucho mejor, veo lo que me oprime, digo ¿Qué puedo hacer?, busco soluciones y el nivel interno de presión cede y es sustituido por una sensación agradable. Es porque tengo alternativas. Llevo una libreta donde defino que haré y cuando. Y comienzo a actuar. Hay 3 fuentes a las que acudo: 1) Dios 2) A mí mismo 3) Otras personas. Mi sugerencia, es que busques las respuestas en ti, segundo que ores al Dios en quien creas y, tercero, que consultes a tus amigos. Si pones a Dios primero, no vas a cultivar tu fuerza interior y lo vas a usar como pretexto. Y no desarrollarás tu musculatura interior. Si pones primero a otros, no van a estar cuando los necesites. El concepto de sabiduría de la incertidumbre también te ayudará. Los hindúes dicen, que mientras peor veas las cosas, más seguro debes sentirte porque del caos surge la solución. Parece un disparate, pero funciona, cuando parece que todo esta peor, se soluciona sin hacer nada. Para lograrlo, ejercita un estado interior de tranquilidad cuando las cosas anden muy mal. Habilidad, conocimiento, actitud. El conocimiento potencia la habilidad, la actitud los hace funcionar y la motivación es el motivo de la acción. Para que sirvan debemos salir de saber sólo lo que no queremos y de escapar sin dirección. La fuerza más poderosa es saber lo que queremos, es el incentivo para orientarnos con razones valederas. Para que rinda y no se convierta en una mera intención, hay que expresar en positivo el querer y creer que es posible. Ford dijo: siempre tenemos razón, cuando pensamos que nos irá bien o mal. El proceso. Entonces comencemos por encontrar un buen motivo, luego pensemos en positivo, actuemos en consecuencia, evaluemos si la acción se acerca al objetivo, y aprendamos del error. Edison erró 999 veces antes de inventar la lámpara eléctrica. Motivar a los equipos de trabajo. Los principales motivos, comunes a todas las personas son los de realización personal, relacionarse con la gente y tener poder. Por lo tanto hay que alinearlos con los objetivos institucionales. A la empresa le interesa el desempeño y debe motivarlo promoviendo no la antigüedad, el esfuerzo, la habilidad o la dificultad de la tarea, sino los resultados. El hombre se esfuerza si considera que con eso mejorará, y si por hacerlo recibirá una recompensa que concuerde con sus metas. No motiva tanto el dinero como el interés en su trabajo, la autonomía para hacerlo y el reconocimiento por la labor. Aprender a motivar o a motivarse. Cambiar tendencias, establecer nuevas preferencias, requiere experimentar el cambio y no sólo del convencimiento previo. La resolución de problemas exige precisión de objetivos y propósitos firmes. La motivación en su etapa inicial, ya sea de origen interno o externo, crea una expectativa magnética, y se presenta como una incógnita o problema a resolver. Para motivarse hay que visualizar la importancia de apropiarse del cambio y establecer los nexos afectivos con las aspiraciones
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La motivación se caracteriza por lo descriptivo, o externo, en relación con los intereses. La comprensión es la adecuación de ese deseo a la práctica, y permite sistematizar el contenido, y explicarlo. La comprensión puede enfrentar a la motivación. Con la sistematización se logra transferir y extender lo aprendido a otros contextos. Cierta vez Paganini rompió tres cuerdas de su violín y siguió tocando aunque su orquesta paró. La imaginación en ocasiones límites es la última cuerda que queda hacia el futuro. En el peor momento, la oportunidad puede presentarse haciendo sonar la cuerda más firme, que es creer en uno mismo, y confiar en que nuestro porque superará cualquier cómo. La victoria es el arte de continuar cuando otros han resuelto parar. Para Churchil un optimista ve una oportunidad en cada calamidad y el pesimista ve una calamidad en cada oportunidad. ¿ Quién motiva al motivador? La motivación es lanzar una doble mirada: hacia nosotros mismos y al contexto, y descubrir el motivo para emprender la acción.