LA BENDICION DEL PADRE Por Frank Hammond El Cuerpo de Cristo en gran parte esta echando de menos algo de gran significado- LA BENDICION DEL PADRE. Por medio de exámenes en múltiples conferencias, he encontrado a muy pocas personas que alguna vez hayan recibido la bendición del padre por su padre terrenal. La bendición del padre raramente se ha sentido en círculos cristianos, aunque esta bendición se manda vigorosamente en la escritura. El Padre Celestial ha puesto el ejemplo y antecedente para la bendición del padre. Los patriarcas del Antiguo Testamento: Abraham, Isaac y Jacob entendían claramente el poder de la bendición del padre y la practicaban. Los beneficios de la bendición del padre tienen gran alcance y fácilmente son la diferencia entre el éxito y el fracaso, la victoria y la derrota, la felicidad y la pena en la vida de un individuo. La bendición es lo contrario de la maldición. Ninguna maldición sucede sin causa porque “Como el gorrión en su vagar,...Así la maldición nunca vendrá sin causa” (Prov. 26:2). La ausencia de la bendición abre el camino para que la maldición se apodere. En otras palabras, la causa de las maldiciones en la vida de una persona puede deberse al fallo del padre en cumplir su responsabilidad de bendecir a su hijo. “La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos” (Prov. 18:21). La mayoría se da cuenta de la realidad de las maldiciones habladas. Los poderes demoníacos sobrenaturales tienen entrada por palabras malévolas y negativas dichas por una persona con respecto a otra. Por ejemplo, cuando un niño oye a su madre o padre decir tales maldiciones de palabra como: “Eres un hijo problemático. Eres estúpido. Nunca haces nada bien. Quisiera que nunca hubieras nacido.” la maldición tiene derecho de caer sobre ese niño. Algunos ministros con buenas intenciones, aunque errados tratan de cancelar el poder de una maldición con otra o de regresarla de donde vino. La ley del Convenio Antiguo exigía...“Ojo por ojo, y diente por diente” (Mateo 5:38), pero el modo del Nuevo Convenio para tratar a los que le maldicen es de bendecirlos. Jesus enseño “Oísteis que fue dicho: Amaras a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:43,44). ¿Se le ocurrió jamás a usted bendecir a sus enemigos? Esta es la manera de Dios para protegerse de las maldiciones habladas por otros contra usted. Pero, si al contrario, usted tiene amargura, falta
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de perdón, odio y enojo en su corazón contra su enemigo, esta haciendo pista de aterrizaje para que baje la maldición. El poder demoníaco es la fuerza que hace reales a las maldiciones. El tener una maldición es tener a un demonio y el tener a un demonio es estar maldecido. El poder de una bendición es sobrenatural; es la presencia y obra del Espíritu Santo que produce gozo, paz, prosperidad, fecundidad y provee salud, éxito y protección. El ser bendecido es tener la gracia de Dios y a Su rostro resplandeciendo sobre usted. Por medio de un estudio bíblico sobre la bendición del padre descubrimos varios prIncipios de vida para guiarnos en pronunciar esta bendición. I. El Ejemplo del Padre Celestial 1. Dios bendice a Adán y a Eva Tan pronto como fueron criados Adán y Eva, “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gén. 1:28). Al instante, Adán y Eva fueron fructíferos, se multiplicaron y tuvieron señorío porque Dios habló bendición sobre ellos. Sí, El habló bendición. Las bendiciones deben ser habladas porque la vida está en el poder de la lengua. La bendición del Padre es para la fecundidad y el señorío. La fecundidad incluye tener hijos, pero todavía aún mas, un padre hará bien en asegurar la bendición de fecundidad según el Salmo 1:3 “Será como árbol plantado junto a manantiales de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Si no es sorprendente que por el acto sencillo de fe al hablar bendiciones sobre otra persona podemos activar el poder de Dios! Las bendiciones habladas no sólo se aplican a los padres que hablan bendiciones sobre sus hijos, sino que todos tienen el poder de bendecir a otros en el nombre del Señor. 2. Dios bendice a Abraham Dios llamó a Abraham y lo bendijo: “Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre a la tierra que te mostrare. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gén. 12:1-3). Dios no solo quiere bendecirnos sino hacernos bendición a otros: “Y serás bendición.” 3. Dios bendice a Isaac Dios también bendijo al hijo de Abraham, Isaac. “Y sucedió después de muerto Abraham, que
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Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve” (Gén. 25:11). Beer Lahai Roi quiere decir “El pozo del Viviente que me ve.” Hay significado rico en los nombres de las personas y lugares en la Biblia. Aquí, Isaac vivió en el lugar que era lugar de bendiciones especiales donde estaban provistas aguas refrescantes por El que lo ve con gracia Divina. 4. Dios bendice a su Hijo En el momento del bautismo de Jesucristo y Su inauguración al ministerio, el padre Celestial bendice a Su Hijo. “Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos Le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios Que descendía como paloma y venía sobre El. Y hubo una voz de los cielos que decía: Este es Mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16). Una vez más, hallamos al padre Celestial diciendo palabras de aprobación y bendición. Jesús fue bendecido con la unción del Espíritu Santo, armándolo a El para el ministerio de milagros y la muerte de sacrificio que venía. Jesús todavía no había hecho un solo milagro ni pronunciado un solo sermón. Fue bendecido como Hijo y no por lo que El había hecho. Aquí también tenemos un ejemplo que seguir. Deje que el padre imponga manos sobre sus hijos al impartir el bautismo en el Espiritu Santo y al bendecirlos con palabras de aprobación. II. Isaac Bendice a Sus Hijos Isaac tomó a Rebeca como esposa pero ella era estéril. Entonces Isaac rogó a Dios por su esposa y el Señor concedió su petición y Rebeca concibió y quedó encinta con gemelos. Al luchar los dos hijos en su matriz, Rebeca buscó al Señor por la razón de su incomodidad y Dios respondió, “Dos naciones hay en tu seno, y Dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y El mayor servirá al menor” (Gén. 25:23). “Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú repacto a cosas venideras” (Heb.11:20). Las bendiciones fueron proféticas. Esta es otra característica de la bendición del padre: es profética; habla por adelantado los propósitos soberanos del Padre Celestial. El propósito soberano de elección se ve en Su decreto que “El mayor servirá al menor.” Leemos en Romanos “(Pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por El que llama). Se le dijo (a Rebeca): ‘El mayor servirá al menor.’ Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Rom. 9:11-13). Cuando Isaac se dio cuenta que estaba por morir, supo que era tiempo de conceder la bendición del padre sobre sus hijos. Era la costumbre conceder una bendición favorecida sobre el primogénito. Esaú era el primogénito. Pero el conceder la bendición especial sobre Esaú hubiera sido contrario al propósito revelado de Dios. Obviamente, Rebeca no había olvidado las palabras dichas a ella por el Señor antes de nacer los gemelos. Porque Dios había dicho, “El mayor servirá al menor.” Así que Rebeca inventó un plan por medio del que Isaac sería engañado y Jacob recibiría la bendición del primogénito. Isaac, ya ciego, confundiendo a Jacob por Esaú, impuso manos sobre Jacob y pronunció una bendición profética:
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Dios, pues te de Del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren. Gén. 27:28,29 Otra vez, hallamos el principio importante que la bendición es profética. La bendición expresa la misma mente y el mismo propósito de Dios. La bendición del padre es sumamente importante. Abre la ventana del Cielo a la gracia Divina en nuestra vida. Cuando Isaac descubrió que había sido engañado al no bendecir al hijo primogénito como había pensado, “Se estremeció Isaac grandemente” (Gén. 27:33). Cuando Esaú se dio cuenta que su hermano le había robado la bendición codiciada, se enfureció y “clamó con una muy grande y muy amarga exclamación” (Gén. 27:34). Le rogó a su padre una bendición para si mismo. El lloro desesperado de Esaú por la bendición de su padre revela que tan importante es la bendición del padre. Todo su bienestar futuro se basaba en esta bendición. Así que le dijo a su padre, “... ¿no has guardado una bendición para mí? ... ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío?”(Gén. 27:36,38) Entonces Isaac pronunció la siguiente bendición sobre Esaú. “...He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba; Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; Y sucederá cuando te fortalezcas, Que descargarás su yugo de tu cerviz.” Gén. 27:39,40 El escritor de Hebreos nos da percepción atinada de la bendición de Isaac. Fue hablada por fe. En realidad una bendición profética ES hablada por fe y recibida por fe. Quizá no exista evidencia que la verdadera bendición hablada tenga sustancia verdadera. Una bendición profética sigue hasta más allá de la muerte del que bendice y del que es bendecido. La fe de Isaac vio más allá de la muerte, su fe confiante vio que los propósitos de Dios no los anula la muerte. El habló con seguridad impartida divinamente de lo que pasaría en el futuro. Una bendición dada con la dirección de Dios no puede fallar. “Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. Por la fe Jacob, al morir bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.” Heb. 11:20-21 Aquí hay todavía otro principio que se aplica a la bendición del padre-- se da como un acto de adoración. Al bendecir Jacob a sus hijos “el adoró apoyado sobre el extremo de su bordón” v. 21. Sí, la bendición del padre debe darse en una actitud de adoración. El padre terrenal está hablando en el nombre del Padre Celestial.
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III. Jacob Bendice A Sus Nietos No sólo debe un padre bendecir a sus hijos, sino que también debe bendecir a sus nietos. Al pedírselo, Jacob bendijo a sus nietos, Efraín y Manasés y le dijo a José:”Acércalos ahora a mi, y los bendeciré” (Gén. 48:9). Lo ideal es que el padre de los hijos pida esta bendición del abuelo como lo hizo José. Cuando no es posible lo ideal, el abuelo debe tomar la iniciativa en bendecir a sus nietos. José trató de tener la bendición mayor dada a Manasés, el primogénito, pero Jacob cruzó las manos para escoger a Efraín para la bendición mayor. Esto muestra que Dios no puede ser manipulado. El cumple Sus propósitos como Le place a El y no está atado por la opinión ni la tradición humana. Su bendición sobre los dos muchachos fue profética reflejando el propósito de Dios para sus vidas. “...El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.” Gén. 48:15,16 IV. Jacob Bendice A Sus Doce Hijos “Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros” (Gén. 49:1). Entonces, Jacob pronunció una bendición profética sobre cada uno de sus doce hijos, confirmando lo que ya hemos notado: que la bendición del padre es una profecía personal que predice tratos futuros de Dios en la vida de un individuo. Esta bendición no es genérica, que un tamaño les queda a todos, sino una profecía personal como la Biblia claramente dice: “...al bendecirlos (Jacob); a cada uno por su bendición los bendijo” (Gén. 49:28). V. David Bendice A Su Casa Fue un día muy especial en la vida del Rey David. El Arca del Convenio que había estado ausente de Jerusalén por varios años es restaurada y puesta en el Tabernáculo de David. Hay gran celebración con treinta mil hombres de Israel escogidos escoltando el Arca rodeada por gente cantando, gritando, tocando instrumentos y David bailando ante el Señor con todas sus fuerzas. Después de que habían ofrecido los sacrificios, David compuso un salmo especial y escogió a ensalzadores para adorar y alabar a Dios día y noche ante el Arca de la presencia de Dios. Entonces, “...bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos” y “Volvió luego David para bendecir su casa” (2a de Sam.6:18,20). ¡Sorprendente! Después de uno de los días más importantes y físicamente agotantes, él pensaba en su familia y estaba impaciente por regresar a casa y bendecirlos. La adoración pública no toma el lugar de la necesidad de ministerio familiar. Se entristece uno al pensar que la esposa de David, Mical criticó el comportamiento de su esposo y rechazando su bendición, recibió maldición. “Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte” (2a de Sam.6:23). Otra percepción clara que es clave a la bendición del padre surge en este texto. La bendición no se limita a los niños sino que debe incluir a todos los de su casa. Las bendiciones del padre sobre su
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esposa, hijos y familia ensanchada han de ser continuas, una expresión diaria de la cobertura de amor. “Bendecir” tanto en palabras hebreas como griegas quiere decir “declarar feliz.” Feliz ciertamente es la familia cuyo esposo y padre tiene la costumbre de hablar una bendición diaria sobre cada uno! VI. Jesus Bendice A Los Niños Los discípulos evidentemente pensaban que los niños no le eran importantes a Jesús, y estaban prohibiéndoles a los padres traérselos a El, mas Jesús dijo, “...Dejad a los niños venir a mi, y no se lo impidáis” (Lu. 18:16). “Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase...” (Mateo 19:13). El imponer las manos representa la impartición. Jesús impartió bendiciones sobre los niñitos. Haríamos bien de seguir el ejemplo de Jesús. VII. Bendición Sacerdotal Cuando se estableció el sacerdocio Levítico, Dios instruía a los sacerdotes a bendecir a los niños de Israel. Así que, uno de los deberes del sacerdote era bendecir a la gente. Bajo el Convenio Nuevo o Nuevo Testamento, los creyentes se vuelven “un sacerdocio real.” (1a de Ped. 2:9). Entonces, todo creyente debe ser bendecidor de otros. Aquí está la bendición que Dios recetó y dio a los sacerdotes. Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer Su rostro sobre ti, Y tenga de ti misericordia-; Jehová alce sobre ti Su rostro Y ponga en ti paz. Num.6:24-26 VIII. Dos Clases De Bendiciones La bendición anterior no es dada como profecía personal. Es una bendición de buena voluntad que imparte la gracia de Dios, protección y paz a todos los hijos de Dios. Expresa especialmente el deseo de Dios para una relación íntima con Su gente. De esta manera, discernimos que hay dos clases de bendiciones: la personal/profética y la general/profética. La bendición del padre puede ser o una profecía personal o una confesión positiva y oración para la gracia de Dios. Aun los elementos específicos dentro de la bendición general pueden ser inspirados por el Espíritu Santo y de acuerdo con los propósitos revelados por Dios. Mi preferencia personal es de imponer manos sobre cada persona e impartir una bendición personal y profética. No siempre es esto posible, especialmente en conferencias donde cientos o miles de asistentes están queriendo la bendición del padre. Antes de que yo imparta una bendición, siempre oro y le pido al Espíritu Santo bendiciones específicas que El revela como importantes para ese grupo y ese tiempo. Las gentes que nunca han sido bendecidas por sus padres terrenales son especialmente bendecidas al oír que Dios y su padre espiritual las aman y que son especiales y tienen un propósito especial por haber nacido y por ser traídos al Reino de Dios. De los ejemplos en las Escrituras, las bendiciones del padre incluyen bendiciones tanto pasajeras como espirituales. Por ejemplo, Dios bendijo a Abraham con una tierra y muchos descendientes,
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pero también por él todas las familias de la tierra serían bendecidas. La bendición profética reveló que Abraham tendría hijos espirituales, i.e. (o sea que) por medio de Cristo los gentiles recibirían salvación. Si la bendición del padre solo contiene beneficios temporales y sin contenido espiritual, será de poca consecuencia. TESTIMONIOS Es realmente iluminante descubrir que como creyente soy sacerdote real y padre espiritual. Cuando me di cuenta de esto, empecé a impartir la bendición del padre a los que dijeron que nunca habían tenido un padre terrenal que los bendijera. No estaba preparado para el impacto poderoso que tal bendición tiene aún cuando es dada en conjunto a veintenas o aún a cientos de gente al mismo tiempo. Aquí están dos de muchos testimonios recibidos después de que recibieron la bendición del padre en un congreso mundial de liberación. “Al final de la conferencia cuando habló bendiciones sobre nosotros, mi corazón fue penetrado. Usted dijo, ‘Hijos míos, les hablo como padre espiritual que los bendice.’ Usted siguió con varias palabras de estímulo y bendición para nosotros, y después terminó diciendo, ‘Hijos míos, los amo.’ Dios usó sus palabras y su ternura para sanarme tremendamente. Nunca conocí a un padre terrenal y ya que acepté a Cristo como Salvador y a Dios como mi Padre, fui sanado del quebrantamiento de pasar la vida sin padre. Siempre que habló esas palabras me tocó tan profundamente pues nunca había tenido un padre o una madre que me dijera tales cosas. No me daba cuenta que todavía había un espacio donde necesitaba sanidad, pero Gloria a Dios, El lo sabia y El lo hizo por sus palabras amables.” M.B. “El punto máximo de toda la conferencia para mi fue cuando nos impartió la bendición como si fuéramos sus propios hijos. No me acuerdo todas las palabras que habló, pero el amor detrás de las palabras era evidente y las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas. Yo lloraba continuamente mientras usted nos bendecía y durante las bendiciones de todos los demás también. Las palabras que Dios le dio tocaron mi corazón. Sentí como si recibiera una bendición de abuelo que ni siquiera sabía que necesitaba. Sólo quería que usted supiera como lo usó Dios para bendición en mi vida..” I.S. Una de las cosas más significativas que un padre puede darles a sus hijos es la “bendición del padre.” Claramente es un factor de firmeza en la vida de un niño. Sin esta bendición, siempre habrá una sensación que falta algo; se cría un vacío que ninguna otra cosa puede llenar. Sin la bendición del padre, queda la maldición. Así que, yo animo a todo padre que imponga manos sobre sus hijos (y otros de la familia) y los bendiga seguido. Descubra las cosas buenas que Dios hará tanto para usted como para ellos. Bendición De Un Padre ¿No tiene padre que lo bendiga? Quizás su padre no es cristiano, murió o ha salido de su vida. O el no toma la iniciativa para bendecirlo. Anhela tener la bendición de padre que nunca ha tenido? No se desespere. ¡No es muy tarde! Aunque yo nunca tenga la oportunidad de imponer las manos sobre su cabeza y bendecirlo personalmente, permítame ser un padre espiritual para bendecirlo. Seguramente será bendecido al recibir la siguiente bendición de padre que le ofrezco con devoción. Su “Bendición De Padre”
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¡Mi hijo, mi hija, te amo! ¡Eres especial! Eres un obsequio de Dios. Le doy gracias a Dios por permitirme ser un padre para ti. Te bendigo con sanidad de todas tus heridas de rechazo, negligencia y abuso que has sufrido. Te bendigo con paz que sobreabunda, la paz que sólo el Príncipe de Paz puede dar, una paz más allá de la comprensión. Bendigo tu vida con fecundidad-buen fruto, mucho fruto y fruto duradero. Te bendigo con éxito. Tú eres la cabeza y no la cola; estás arriba y no abajo. Te bendigo con salud y fortaleza de espíritu, alma y cuerpo. Te bendigo con prosperidad sobreabundante, que te facilite ser de bendición a otros. Te bendigo con influencia espiritual, pues eres la luz del mundo y la sal de la tierra. Eres como árbol plantado junto a ríos de agua. Prosperarás en todos tus caminos. Te bendigo con corazón de comprensión espiritual y un caminar íntimo con tu Señor. No tropezarás ni vacilarás porque la Palabra de Dios será lámpara a tus pies y luz a tu camino. Te bendigo con relaciones puras y edificantes en tu vida. Tú tienes gracia con Dios y con los hombres. Te bendigo con amor abundante. Ministrarás la gracia consoladora de Dios a otros. Hijo mío, hija mía, eres bendito, bendita. Eres bendito, bendita con todas las bendiciones espirituales de Cristo Jesús. Amén. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Ya que Dios me ha mostrado la importancia de ministrar una bendición del padre a los que nunca han recibido bendición de sus padres terrenales, he descubierto el impacto que esta bendición puede tener en la vida de una persona. He visto a corazones destrozados restablecidos; relaciones quebrantadas restauradas; barreras demoníacas derribadas; y la ventana de gracia Divina Celestial abierta en las vidas de la gente. La bendición del padre es una de las cosas más significativas que un padre puede hacer por sus hijos. Claramente es un factor que da solidaridad a la vida de un hijo. El impartir la bendición del padre es un privilegio y deber dado a todo padre por Dios al traer al hijo a una relación más íntima con su padre terrenal y El Padre Celestial. Hallará en este librito una motivación que ayuda y una guía para impartir la bendición ordenada por Dios para su familia. El Autor
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