MANIOBRA DE ORTOLANI Y BARLOW Las maniobras de Ortolani y Barlow que se practican a todos los recién nacido y que permiten diagnosticar una displasia de cadera en el bebé. Estas maniobras se efectúan a todos los bebés inmediatamente después del nacimiento. MANIOBRA DE ORTOLANI - Cadera luxada - Decúbito supino, con las rodillas en flexión. Las manos del explorador con los dedos sobre el trocánter mayor y el pulgar sobre el menor.
- Se abducen las caderas y simultáneamente se realiza presión sobre el trocánter mayor hacia arriba, pudiendo conseguir que se reduzca la cadera si estaba luxada.
Sonido (clonck) indica que es positiva. Hasta los 6 meses. Después no se puede y antes tampoco si la cadera es irreductible. - No repetir más veces de las necesarias.
MANIOBRA DE BARLOW - Cadera luxable - Sujetando la pelvis con una mano, mientras con la contraria se empuja con el pulgar sobre la cara interna y proximal del muslo hacia dorsal mientras se realiza un movimiento de aducción. - Sonido (clonck) indica que la maniobra es positiva cuando es una cadera subluxable o luxable y negativa cuando es una cadera normal o luxada. - No repetir más veces de las necesarias
LAS MANIOBRAS DE ORTOLANI Y BARLOW, Se practican a todos los recién nacidos, permiten diagnosticar una displasia de cadera en el bebé. Las maniobras de Ortolani y Barlow se efectúan a todos los bebés inmediatamente después del nacimiento. El neonatologo las practica con el fin de detectar si existe alguna anomalía en la articulación de la cadera. Si así fuera, podría tratarse de una displasia de cadera
Las maniobras de Ortolani y Barlow son una serie de movimientos que consisten en flexionar y abrir con delicadeza las piernas del niño, para comprobar si la articulación actúa de una forma anómala. Si éste es el caso, podría indicar una displasia de cadera. Estas maniobras por sí solas no consiguen identificar siempre la malformación. El examen que asegura el diagnóstico es la ecografía de las caderas, que proporciona una imagen profunda incluso de las displasias leves, que, en general, no requieren tratamiento. Por esta razón, es muy importante realizar un diagnóstico precoz a través de una ecografía, entre la cuarta y la sexta semana. Los recién nacidos que tienen antecedentes familiares con este problema son los que tienen mayor riesgo. Por lo tanto, si en la familia se han producido casos de displasia de cadera, se debe controlar más atentamente al pequeño, ya desde el momento del nacimiento
2.- SIGNO DE GALEAZZI es el segundo signo en importancia: al observar al niño en la posición de exploración anterior, observaremos que una rodilla se encuentra más baja que la otra (acortamiento del fémur).