Resumen Capitulo Iii Caida Libre 1i3yr

Capítulo III El gobierno estadounidense tenía muchos caminos para combatir una crisis económica, la teoría económica, la evidencia empírica, y el diseño común para un paquete de medidas. La idea más importante ante una crisis es: las crisis no destruyen los activos, lo que ocurre en una crisis es que erosiona la confianza y seguridad a medida de la quiebra de los bancos. La cuestión esencial es como se usarían los recursos luego que se rompa la burbuja, en ese momento es cuando se produce la mayoría de las perdidas. Ese es el verdadero fallo del mercado Obama no presento ningún plan claro, y dejo que el congreso diseñara un programa de estímulo. Lo que sugirió no era del todo lo que necesitaba la economía. Debería ser rápido Debería ser eficaz Debería afrontar los problemas del país a largo plazo Debería centrarse en la inversión Debería ser justo Debería afrontar las exigencias a corto plazo creadas para la crisis Fue asignado un presupuesto de $800 millones de los cuales $200 millones fueron empleados el primer año para compensar los recortes de gastos a nivel estatal y local. Entre el comienzo de la recesión del 2007 a 2009 el déficit de empleo, el número de puestos de trabajo que hacía falta para llegar al pleno empleo había crecido hasta 12 millones. El gobierno informó que se habían perdido unos 492000 empleos entre junio y agosto, pero en realidad se habían perdido 1622 millones de empleos, esta era la cantidad de empleos que había que crear si se quería que la economía regrese a la normalidad. Las personas de una manera involuntaria adoptaron empleos a tiempo parcial. La tasa de desempleo anunciada para octubre del 2009 era de 10,8% pero en realidad ésta tasa era de 17,5%. Había otra razón para explicar porque la tasa de desempleo subestimaba lo mal que estaban las cosas. Muchos de los empleados optaban por apuntarse a la baja por discapacidad, que se pagaba mejor y durante más tiempo , en los primeros 8 meses del 2009 las solicitudes por discapacidad habían

aumentado en un 23%. La falta de empleos aumento la angustia, incluso quienes tenían un trabajo estaban preocupados por recibir una carta de despido. A mediados del 2009 había seis trabajadores en paro para cada vacante. Sumado a que anteriormente si las personas perdían su trabajo encontraban otro cientos de kilómetros más lejos, para los estadounidenses su vivienda es su activo más importante y en tiempos de crisis no tenían posibilidades de pagar la entrada de otra casa, por lo cual permanecían más tiempo en paro antes que trasladarse a otro lugar. Por añadidura muchos estadounidenses mayores debían enfrentarse a un segundo problema que afectaba al desempleo. La mayoría de los programas de jubilación solían ser programas de prestaciones fijas, ellos que los jubilados sabían cuando recibían cuando se jubilaban. Sin embargo estos programas habían cambiado y las prestaciones se reinvertían en el mercado. El hundimiento de la bolsa sumado a la situación económica había hecho que los estadounidenses replanteen su jubilación, por tanto había menos personas que abandonen sus empleos y no habría más bacantes hasta que se creen más. En una crisis sin ayuda federal, los estados y localidades reducen su gasto, que constituye aproximadamente un tercio de todo el gasto gubernamental. Los recortes en los programas estatales y locales golpearon con especial dureza. La primera prioridad debía haber sido compensar el déficit de los ingresos de los estados. Tiene poco sentido económico contratar a nuevos trabajadores para construir puentes y al mismo tiempo despedir docentes y enfermeras. Una simple fórmula para hacer frente a esta situación habría sido compensar los ingresos perdidos estado por estado, ésta habría sido una medida justa y puesto en circulación el dinero rápidamente. Ese dinero habría tenido unos multiplicadores elevados y se habría destinado a la gente que mas necesitaba ayuda. El siguiente paso habría sido tapar los huecos en la red de seguridad. Cada vez mas desempleados no podían permitirse pagar un seguro. Sin asistencia la cantidad de personas sin seguro aumentaría ulteriormente. El gobierno también no hizo lo suficiente con los parados que no pueden pagar sus hipotecas. Obama debería haber proporcionado un nuevo tipo de seguro hipotecario, que permita que se pospongan las cuotas hasta que el propietario tenga trabajo.

Habría tenido sentido dar prioridad a inversiones que fortalecieran el futuro, sobretodo en la de alta rentabilidad y las de tecnología. Gran parte del estímulo fue destinado a proyectos de construcción listos para su ejecución, seguidos de inversión en el medio ambiente. Un proyecto de estímulo de mas plazo habría permitido ir mas allá de todos los proyectos. Un crédito fiscal progresivo es aun mejor para incentivar la inversión de las empresas. Incluso en una recesión, algunas empresas van a invertir, y tienen poco sentido recompensarlas por hacer lo que habrían hecho de todas formas. La bajada de impuestos del 2008 no dio resultado porque se ahorro gran parte de ella. En cambio el programa del 2009 disparo la compra de coches. Aparte de esto había algo peculiar tanto en las bajadas de impuestos como del programa de “dinero chatarra”, pero el problema no era que la gente estuviera consumiendo poco sino demasiado. Algunos economistas han sugerido que si el gobierno entra en déficit, se fomentara que las economía locales ahorren, sabiendo que en algún momento, en futuro, tendrían que devolver la deuda a través de impuestos más altos. Una preocupación más grave es que a medida que el gobierno pide más dinero prestado, los que lo prestan se preocupan por si el gobierno podrá devolverlo y puede que exijan un tipo de interés más alto. Una preocupación estrechamente relacionada con la anterior es que los inversionistas estarán preocupados por la inflación futura. Si el gasto del estimulo es en inversión, el lado de los activos del balance de la nación aumenta a la vez que el pasivo, y no hay motivo para que los prestamistas se preocupen, no hay motivo para un aumento en los tipos de interés. Las istraciones de bush y obama subestimaron la gravedad de la recesión, creyeron que inyectando dinero a los bancos se devolvería la salud a la economía. Los críticos argumentan que el país ha pasado simplemente del consumo privado financiado con deuda al consumo público financiada con deuda. Hay otras políticas que ayudarían a la economía, para que se restablezca el consumo estadounidense total sobre una base sostenible, tendría que haber una redistribución de ingresos, unos impuestos progresivos

Hay tres desafíos que enfrenta estados unidos y el mundo: el restablecimiento de una demanda agregada sostenible, suficientemente fuerte para mantener el pleno empleo; la reconstrucción del sistema financiero y restauración de la economía en los estados unidos y en el mundo