Sobre Lenguaje Como Arte Imitativo 206ej

Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá Facultad de Ciencias Humanas Departamento de Lingüística Filosofía del Lenguaje David Felipe Guerrero Beltrán (2837356) 31 de Octubre de 2013

Sobre el lenguaje como arte imitativa

La teoría de la mímesis en el diálogo Crátilo de Platón -según la cual el lenguaje es un arte imitativo (Platón, 1999; Steph. 421c-428b)- más que contraponerse a la noción de exactitud en los nombres, puede sugerir lo siguiente: la imposibilidad de que un nombre revele exactamente la esencia de un ser se debe más al material (letras y sílabas) que al arte mismo (el lenguaje1). El presente trabajo tiene por objetivo ilustrar someramente cómo puede llegar a concebirse esto antes dicho. En el diálogo se llega a que la posibilidad de emplear falsamente los nombres conlleva a que la relación dada entre nombres y seres no es determinativa; es decir, los nombres no representan exactamente a los objetos que nombran –el nombre no determina lo nombrado ni lo nombrado determina al nombre. Esta imposibilidad de exactitud en el lenguaje y todo el proceso de diálogo llevan a que Sócrates sugiera la teoría en cuestión. No obstante, cabe aclarar, el mismo Sócrates se muestra escéptico ante esta teoría (Steph. 425d). Para él, hay un presupuesto problemático en esta teoría: el hecho de que los nombres primarios sean representados por medio de sonidos y sílabas (Steph. 425 b). Si se observa bien, desde esta concepción el lenguaje tiene una diferencia sustancial con las demás artes. Las otras artes imitan propiedades explícitas de los objetos; mientras que el lenguaje propiedades implícitas. Luego, la música y la pintura pueden representar, respectivamente, sonido, forma y color, por medio de sonidos, formas y colores (Steph. 423d); es decir, el material con el cual se imita en estas artes un objeto comparte las propiedades imitadas del objeto. El lenguaje, por su parte, tiene que valerse de un material cuyas propiedades son, en la mayoría de los casos, completamente diferentes (sonido y forma) de las propiedades del objeto imitado (esencia), puesto que su propósito requiere una manifestación explícita.

1

Entiéndase lenguaje como el arte de nombrar.

Nótese que, asumiendo que el lenguaje pudiera imitar la esencia de las cosas por medio de esencias en vez sonidos, se tendría en éste una relación entre dos propiedades implícitas; o bien asumir que la esencia es una propiedad explícita. En ambos casos ocurre que, o bien la esencia de un objeto es imitada implícitamente con la esencia de otro, con lo cual habría inevitablemente una conexión natural; o bien la esencia de un objeto puede representarse explícitamente a y por sí misma. En ambos casos, quedaría abierta la posibilidad de que hubiera, al menos en una parte del lenguaje, exactitud; tal como se quería mostrar desde el principio.

Bibliografía

-Platón. (1999). Crátilo. Diálogos (Vol. II). Madrid: Editorial Gredos S. A.