CONCLUSIONES
Rebecca Matte fue una reconocida escultora, con la creación de varias obras, destacándose en el trabajo en mármol como en los vaciados en bronce.
Realizó algunas
obras para el gobierno chileno, y uno de sus más importantes y destacables logros fue conseguir ser profesora de la Academia de Bellas Artes de Florencia, siendo la primera mujer y la primera extranjera en ostentar dicho cargo en la prestigiosa Academia.
Ella fue pionera y hasta hoy es considerada la exponente femenina más importante de la escultura en nuestro país. Sus creaciones, en las que reflejó un gran dramatismo y un notable dominio de la técnica en el uso de materiales nobles, le permitieron ser reconocida también en Europa, especialmente en Italia.
Se puede decir que las obras más representativas de Rebeca Matte son Militza, expuesta actualmente en el Museo de Arte y Artesanía de Linares; Dolor, que está en el Cementerio General, y la que hizo para su hija Lili, que es parte de una serie de esculturas que hoy se exhiben en la Sociedad de Instrucción Primaria, en Santiago. Estas tres piezas, de alguna manera, revelan las profundas emociones y sentimientos frente a los dolores más grandes de su vida: la enfermedad de su madre, la muerte de su padre y la temprana partida de su hija a los 24 años de edad. Su trabajo, cargado en un principio de gran dramatismo expresivo, desvió, después de su estadía en París, hacia una concepción más realista y menos retórica.
En cuanto a técnica, la artista se desempeñó maravillosamente en la talla directa del mármol y el vaciado en bronce, desarrollando una concepción monumental del volumen, en el cual la búsqueda espacial y la tensión expresiva se halla sometida al trabajo de la materia y al tema representado.
Su obra más reconocida es" Los aviadores", cuya réplica está en el frontis del Museo Nacional de Bellas Artes, pues el original se encuentra en Brasil. Esta obra muestra el episodio más dramático del mito de Icaro y Dédalo, con el estilo particularmente doloroso que Matte impuso a muchas de sus obras; además de demostrar la importante influencia que el vanguardista Rodin tuvo sobre ella, hecho que la alejó de los academicismos más ortodoxos. Se pueden distinguir dos momentos estilísticos en la producción de la escultora Rebeca Matte, distanciados por conceptos plásticos divergentes que se evidencian, además, por un gran periodo de tiempo que separa ambas instancias. En una primera fase, sus esculturas se vinculan al neoclasicismo, utilizando como fuente de inspiración temática diversos relatos históricos y mitológicos como el Horacio, Icaro y Dédalo, El Esconde, etc Luego de cosechar variados éxitos con sus trabajos apegados a la tradición clásica italiana, Matte se otorgó un largo descanso de la labor plástica, desde 1901 hasta 1912, aproximadamente. Comienza después su segunda etapa creativa, fecunda e interesante, sobre todo para comprender el devenir de la historia de la escultura en Chile. La influencia modernizadora que el escultor francés Auguste Rodin tuvo en Rebeca Matte, es notoria en sus obras en la segunda etapa de sus creaciones; es de una importancia de tremendas proporciones, porque se observa en sus esculturas un enfoque asimilado a la percepción de la realidad como un algo fluido y cambiante, notorio en el tallado con técnica lisa y en algunas de sus terminaciones porosas y arrugadas, lo que se manifestaba también en el mundo los Impresionistas de la época.