LOS TEMORES DE UNA PRACTICA DOCENTE “madre yo no bañaría aun leproso ni por un millón de dólares, y la madre teresa contesto y yo tampoco porque aun leproso solo se puede bañar por amor” Facundo Cabral
Recordar que la escuela es transformadora de cultura y de sociedad y a su vez es quien mantiene la sociedad y la cultura, es imitadora y replicadora cohesiva coactiva asta represiva pero también liberadora, cuando se llega a este espacio llamado escuela se suman todo, un trabajo de años de universidad, culpa del currículo de la carrera que planteo la práctica docente al finalizar materias, se suma las cualidades desarrollados de manera particular o colectiva para ser un docente, además se suma la ansiedad de hacer un trabajo que transforme y se guarde en la historia de alguien pero además surgen los miedos de la práctica docente. Si los miedos que son las ausencias de muchos momentos, reconociendo como momentos a todos esos pedazos de algo que se siente que no se tiene o no se aprendió en la parte académica o cualidad que no se tiene. El primer miedo es no recordar y no tener la confianza suficiente de explicar un tema que en este caso seria de ciencias naturales a muchos estudiantes, que en bloques de cuarenta personas parecen comportarse como un monstruo de muchas cabezas que busca en ti tus puntos débiles para que desde allí ellos te puedan afectar. El siguiente temor es no desempeñar las tareas que se necesitan en el aula y que lo que se plantea sea demasiado descabellado, eso del preparador de la clase y el diseño de la misma que son dos documentos que se deben hacer a partir de los conocimientos de las clases de pedagogía que han recibido en la universidad que por cierto no están muy estructuradas y siempre enseñan lo que se espera y no lo que es. En este miedo la academia no nos enseña a gestionar espacios y poder mostrar una dinámica de marketing para el desarrollo de las clases y si uno es apático debe convertirse en una persona llena empatía para todo el mundo iniciando por los porteros señoras del aseo y finalizando con la rectora ya que de la practica a la academia hay mucho trecho y viceversa. Luego están los miedos del aula el monstruo de muchas cabezas dado que cada cabeza pareciera atacar aleatoriamente y cada vez que uno está con él es esperar cosas nuevas además que no desea ser estructurado, que sufre de pereza y que lo único que le motiva para estar allí es el juego y la comida. Es así que cada vez que después de lidiar con ellos durante cuatro horas a la semana llega la pregunta ¿este es la profesión que deseó para mi vida? Y sabes que de la voz de un docente tomaste decisiones que mal o bien recuerdas a todos y cada uno de esas personas que han pasado por tu vida y es cuando te das cuenta que aguantar más de 10 personas diarias no seria negocio y aun así te motivas para ir de nuevo a tu practica dado que no lo haces por cumplir si no por el estar allí para dar tu visión del camino a seguir y reconoces que ay hay eso llamado amor y que solo lo harás toda tu vida por amor y que ese motor de cambio es lo que te motiva superar los miedos y retomar la tarea de ese espacio trasformador y lo haría por un millón de dólares pero también lo haría por un gracias o por un silencio. Entonces tedas cuenta que la escuela se hace con amor y solo amor, hace que ellos lleguen a estudiar y que tú vayas a enseñar lo mucho lo poco que sabes pero que ellos aun no lo saben. Abel Julián Carrillo Villarraga- Licenciado en Biología. Universidad distrital Francisco José de Caldas, práctica docente dos