FRACTURAS UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES DR.OMAR VIVAR
FRACTURAS
Las fracturas son rupturas en la continuidad de la corteza ósea conduciendo a una movilidad anormal asociada con crepitación y dolor, a consecuencia de golpes, fuerzas o tracciones cuyas intensidades superen la elasticidad del hueso.
CLASIFICACION SEGÚN EL EL ESTADO DE LA PIEL:
Fracturas cerradas. Fracturas abiertas.
SEGUN SU LOCALIZACIÓN
Epifisarias. Diafisarias. Metafisarias
SEGUN EL TRAZO DE LA FRACTURA
Transversales: la línea de fractura es perpendicular al eje longitudinal del hueso. Oblicuas: la línea de fractura forma un ángulo mayor o menor de 90 grados con el eje longitudinal del hueso. Longitudinales: la línea de fractura sigue el eje longitudinal del hueso. Conminutas: hay múltiples líneas de fractura, con formación de numerosos fragmentos óseos.
SEGÚN EL MECANISMO DE PRODUCCIÓN
Traumatismo directo. La fractura se produce en el punto sobre el cual ha actuado el agente traumático. Por ejemplo: fractura de cúbito por un golpe fuerte en el brazo. Traumatismo indirecto. La fractura se produce a distancia del lugar donde ha actuado el agente traumático. Por ejemplo: fractura del codo por una caída sobre las palmas de las manos.
SEGÚN LA DESVIACIÓN DE LOS FRAGMENTOS
Anguladas: los dos fragmentos en que ha quedado dividido el hueso a causa de la fractura forman un ángulo. Con desplazamiento lateral: las dos superficies correspondientes a la línea de fractura no quedan confrontadas entre si, por haberse desplazado lateralmente uno o los dos fragmentos. Acabalgadas: uno de los fragmentos queda situado sobre el otro, con lo cual se produce un acortamiento del hueso afectado.
FRACTURAS
En los niños, debido a la gran elasticidad de sus huesos, se producen dos tipos especiales de fractura: Incurvación diafisaria: no se evidencia ninguna fractura lineal, ya que lo que se ha producido es un aplastamiento de las pequeñas trabéculas óseas que conforman el hueso, dando como resultado una incurvación de la diáfisis del mismo. En «tallo verde»: el hueso está incurvado y en su parte convexa se observa una línea de fractura que no llega a afectar todo el espesor del hueso.
CLINICA
Dolor. Es el síntoma principal. Suele localizarse sobre el punto de fráctura. Aumenta de forma notable al menor intento de movilizar el miembro afectado y al ejercer presión. Impotencia funcional. Deformidad. Hematoma. Fiebre. En muchas ocasiones, sobre todo en fracturas importantes y en personas jóvenes, aparece fiebre después de una fractura sin que exista infección alguna. También puede aparecer fiebre pasados unos días, pero ésta es debida, si no hay infección, a la reabsorción normal del hematoma.
COMPLICACIONES
Formación de un callo óseo excesivamente grande, que puede comprimir las estructuras vecinas. Lesiones de los vasos sanguíneos, que pueden dar lugar a trombosis arteriales, espasmos vasculares y a la ruptura del vaso, con la consiguiente hemorragia. Este tipo de lesiones puede provocar también gangrena seca, debida a la falta de irrigación del miembro afectado. Estiramientos, compresiones y rupturas nerviosas, que se pondrán de manifiesto con trastornos de la sensibilidad y alteraciones de la motilidad y la fuerza musculares. Cuando la fractura ha sido articular, puede dejar como secuelas: artritis, artrosis y rigidez posterior de la articulación. Las fracturas que afectan al cartílago de crecimiento en los niños pueden ocasionar la detención del crecimiento del hueso fracturado. Infección de la zona fracturada, cuando en ella se ha producido herida.
TRATAMIENTO La inmovilización debe incluir una articulación por arriba y una por debajo del sitio de la fráctura Toda lesión antes de transportar al paciente debe ser ferulizada
FRACTURA DE FEMUR Y CADERA
Se inmovilizan temporalmente con férulas para tracción
FRACTURA DE TIBIA
Férula larga de yeso inmovilizando la rodilla, la pierna y el tobillo
LESIONES DE RODILLA Férula larga. Flexión de 10º
FRACTURA DE MIEMBRO SUPERIOR MANO
Muñeca en ligera dorsiflexión y los dedos flexionado en 45º a nivel de las articulaciones metacarpofalángicas Férula corta al antebrazo
CODO
En flexión
HOMBRO
Vendaje tipo de Velpeau
FRACTURA ABIERTA
Tipo I. Herida usualmente menor de un centímetro de largo, causada por una fuerza de baja energía, producida por lo general de dentro hacia afuera, con compromiso muy leve de los tejidos blandos vecinos. La fractrura es simple, transversa u oblicua. Tipo II. La herida de la piel es mayor de un centímetro. La fractura se asocia a un moderado daño muscular debido a la energía absorbida en el momento del trauma. La fractura generalmente es simple, transversa, oblicua o con poca conminución. La lesión puede estar contaminada, aunque no severamente. Tipo III. Se caracteriza por severo y extenso daño en los tejidos blandos y alto grado de contaminación de los mismos. Por lo general la piel, los músculos y en ocasiones los tejidos neurovasculares, están comprometidos. La fractura es producida por un trauma de alta energía que causa una lesión ósea conminuta e inestable. En éste último grupo se reconocen tres subtipos de fracturas: IIIA. El cubrimiento de la fractura por tejidos blandos es adecuado. La fractura en sí puede ser conminuta y en ocasiones es segmentaria. Por lo general no requiere de cirugías plásticas mayores para cubrir el tejido óseo expuesto. IIIB. El trauma es extenso y hay pérdida de los tejidos blandos, con compromiso del periostio y exposición ósea, contaminación masiva y conminución severa de la fractura. Estas fracturas usualmente requieren procedimientos reconstructivos. IIIC. Son las fracturas abiertas asociadas a trauma vascular, no importa cual sea el daño de los tejidos
FRACTURA TIPO III C
FRACTURA ABIERTA
INFECCION
Hay ciertos factores inherentes a las fracturas abiertas que predisponen a la sepsis. La pérdida de tejidos blandos, la desvitalización de los mismos y la isquemia son algunos de ellos. El riesgo de infección depende en gran parte del daño asociado de los tejidos blandos. Tal riesgo varía del 0-2% en fracturas Tipo I al 10 - 25% en fracturas Tipo III. Si hay compromiso vascular, el porcentaje de infección aumenta al 50%. Se recomienda utilizar antibióticos efectivos para gram positivos y gram negativos durante 48 a 72 horas mientras se esperan los resultados de los cultivos. Si éstos son negativos, se suspende la istración de dichos medicamentos. De ser positivos se continuarán de acuerdo con la sensibilidad del germen cultivado. La remoción de los tejidos desvitalizados debe incluir piel, tejido celular subcutáneo, fascia muscular, músculo y pequeños fragmentos óseos, así como todo material extraño encontrado en la herida. La cantidad de piel que se reseca depende del daño visible en el momento de la cirugía. El tejido muscular no viable y contaminado se reseca: los mejores indicadores de viabilidad del mismo son su consistencia, la contractibilidad, el color y el sangrado. No se dejan expuestos los tendones, ya que se desecan rápidamente
El empleo del yeso tradicional en forma de férulas se reserva únicamente para el tratamiento de algunas fracturas estables Tipo I en que la fijación interna o externa no es necesaria, o cuando no se dispone en el momento del lavado inicial de los elementos para realizar una fijación interna o externa adecuadas Se utilizan fijadores externos en el manejo de estas frácturas. Poseen ciertas ventajas como son: aplicación sencilla, estabilizan rígidamente la fractura, permiten el examen y limpieza de la herida y facilitan la realización de procedimientos secundarios de cobertura con injertos o colgajos. Este método de fijación es ideal en fracturas abiertas Tipo II y III.
Las indicaciones de fijación interna en fracturas abiertas son: Pacientes politraumatizados, en quienes la fijación precoz de sus fracturas facilita su manejo en unidades de cuidadado intensivo y disminuye la morbimortalidad asociada Lesiones que comprometen la superficie articular del hueso Fracturas con compromiso vascular Pacientes con lesiones severas de los y alto riesgo de amputación, los cuales necesitan fijación interna para reimplantarlos La estabilización escogida debe tener en cuenta factores como: tipo de fractura, sitio anatómico de la misma, grado de contaminación de la herida, facilidades hospitalarias y por último conocimiento y experiencia del cirujano tratante. Cierre y cubrimiento de la herida No se debe nunca cerrar una herida de fractura abierta en el procedimiento inicial de lavado y desbridamiento. Se recomienda que el cierre se logre en los primeros 10 a 12 días si las condiciones de la herida así lo permiten. Las heridas deben ser desbridadas tantas veces sea necesario durante la primera semana con el objeto de mantener una herida limpia, libre de contaminación e infección para que cualquier procedimiento y cubrimiento programado tenga éxito.
LESIONES VASCULARES Insuficiencia vascular Extremidad distal fría con llenado capilar lento, pulsos periféricos disminuídos Tratamiento de emergencia
SINDROME COMPARTIMENTAL
Presión en el compartimiento osteofascial de un músculo causa isquemia y necrosis PIERNA ANTEBRAZO PIE MANO GLUTEO MUSLO
CLINICA
Dolor mayor de lo esperado que aumenta cuando se elonga los músculos comprometidos Parestesia Sensibilidad disminuída o pérdida funcional de los nervios Edema a tensión Presión tisular > 35 a 45 mm Hg Fasciotomía
Lesion neurologica secundaria a fractura- luxacion NERVIO
LESION
CUBITAL
LESION DE CODO
MEDIANO DISTAL
LUXACION DE MUÑECA
MUSCULOCUTANEO
LUXACION ANTERIOR DEL HOMBRO
RADIAL
LUXACION ANTERIOR DEL HOMBRO
LAS LUXACIONES
Son más obvias que las fracturas. Una luxación se observa cuando un hueso se ha desplazado de su articulación. Este desplazamiento es causado, generalmente, por una fuerza violenta que desgarra los ligamentos que mantiene los huesos en su sitio. Las articulaciones más afectadas son: hombro, codo, cadera, rodilla, tobillo, dedo pulgar, dedo grueso del pie y mandíbula. En caso de accidente automovilístico es frecuente la luxación de las vértebras cervicales
LUXACIONES
LUXACION DE CODO Corresponde a la luxación más frecuente después de la del hombro, y ello es especialmente cierto en los niños. Anatómicamente es una articulación muy estable, no sólo por la configuración de sus superficies articulares que encajan muy estrechamente una con otra, sino que además se encuentran muy firmemente contenidas por una fuerte cápsula articular y poderosos ligamentos laterales
Dolor intenso en torno al codo. Impotencia funcional absoluta para mover la articulación. Aumento de volumen global del codo. Deformación del eje lateral de la articulación: desplazamiento posterior del macizo olecraneano, que se encuentra muy prominente en la cara posterior de la articulación; el vértice del olecranón se desplaza por encima de la línea que une el epicóndilo y la epitróclea. Deformación del eje anterior del brazo-antebrazo que se desplaza hacia afuera o hacia adentro de la línea axial, según sea el tipo de desplazamiento lateral de cúbito sobre el húmero. Se debe investigar, antes de iniciar ninguna maniobra reductiva, si hay signos de compromiso arterial o neurológico.
Inmovilización Férula de yeso posterior que incluye brazo, hasta la muñeca. Codo flexionado tanto cuanto lo permita el edema del codo, hasta los 90°. Vendaje de la férula con suave venda elástica. Colgar el miembro superior con collar sujeto al cuello. La inmovilización se mantiene por un plazo de 10 a 15 días, mientras se mantiene la inmovilización, el enfermo debe ser controlado por lo menos cada 7 días; se vigila el que realice movilización activa de hombro, muñeca y dedos. Retirado el yeso se inicia un período extraordinariamente delicado en el tratamiento. 1. Se indica movilizaciones activas, lentamente progresivas en el curso de los días. Se repiten los movimientos de flexión y extensión, 4 a 6 veces al día, por 10 minutos cada vez, seguidas de aplicaciones de calor local. 2. El enfermo debe ser controlado estrechamente; ojalá todos los días o 2 veces a la semana. Hay que considerar que cualquier error en esta etapa del tratamiento amenaza con un desastre. 3. Prohibidos en forma imperiosa los movimientos pasivos, masajes, sesiones de extensión o flexión forzada del codo, etc. Ello lleva indefectiblemente a la miositis osificante y a la rigidez definitiva de la articulación. El control clínico debe mantenerse hasta el total restablecimiento de la movilidad articular. Control radiográfico a las dos semanas de iniciada la movilización; se repite a los 30 y 45 días para descartar la iniciación de la
ESGUINCE
Lesión de un ligamento a consecuencia de una fuerza que actúa sobre él y sobrepasa su capacidad elástica,desde una elongación a la rotura.
1 er. Grado o LEVE
Signos: Punto de dolor discreto sin alteracion de la movilidad, pequeño edema o nulo, mínima hemorragia y mínima pérdida de función.
Complicaciones: tendencia a la recidiva.
Anatomopatología: rotura mínima de fibras ligamentosas.
2º o MODERADO
Signos: puntos dolorosos, moderada pérdida de la función, de ligera a moderada alteración de la movilidad, edema y hemorragia localizada.
Complicaciones: tendencia a la recidiva, inestabilidad persistente y artritis postraumática.
Anatomopatología: rotura parcial del ligamento.
3º o GRAVE
Signos: pérdida de la función, alteración marcada de la movilidad, posible deformidad, dolor, edema y hemorragia.
Complicaciones: inestabilidad persistente y artritis postraumática.
Anatomopatología: rotura completa.
Valoración ortopédica
Inspección y palpación.
Determinación de la amplitud de los movimientos articulares.
Valoración de los reflejos.
Valoración de la fuerza muscular.
Inspección y palpación Simetría, hinchazón, deformidad o aumento de tamaño. Espasmos, contracturas o zonas dolorosas musculares. En articulaciones : hinchazón, sensibilidad, estabilidad, crepitación y calor. Forma o unión anormal entre huesos. Pulsos distales y temperatura. La zona dolorosa es lo último a valorar.
…GRACIAS…